Luz Sanfeliu Gimeno

Republicanas


Скачать книгу

les bases de l’estructuració social, però sí que configurà una experiència d’abast incalculable per a la determinació de les actituds polítiques dels distints sectors socials del país. La Restauració seria, en bona mesura, el resultat de la reflexió d’aquests sectors socials sobre els esdeveniments de l’època revolucionària.4

      El bipartidismo de conservadores y liberales era sólo teórico, porque ambos partidos tenían la misma infraestructura socioeconómica, y ésta sólo tendría sentido mientras continuase una cierta prosperidad económica y se pudiera continuar manteniendo el control sobre las clases populares. Según González Hernández, en España

      Este hecho permitía a los republicanos blasquistas atribuirse la defensa de la propia democracia, y denunciar en su propio provecho y de forma continua el sistema político de la Restauración.

      Como el propio Blasco afirmaba en 1895, en su artículo titulado «La farsa parlamentaria»:

      Porque, en realidad, el sistema de partidos de la Restauración estaba concebido como un instrumento de dominio del Estado por parte de una minoría, y no se apoyaba en un amplio consenso social, sino en la complicidad de los poderes fácticos de la Iglesia y del Ejército.

      Y aunque, durante el Sexenio, los sectores más desfavorecidos de la sociedad habían irrumpido con fuerza en la vida política y social, con el aumento de un republicanismo arraigado en las clases populares y la aparición de los primeros núcleos que, con el paso del tiempo, constituirían el movimiento obrero, las contradicciones dentro de esos mismos grupos y la represión a la que fueron sometidos por los primeros gobiernos de la Restauración condujeron a las facciones más radicales del progresismo a su fragmentación y neutralización.

      Sin embargo, en el año de 1898, Blasco Ibáñez sería elegido diputado por Valencia y el republicanismo tendría una notable influencia política en la vida municipal de dicha ciudad; pero en el resto de España, en las últimas décadas del siglo XIX, los partidos republicanos continuaban constituyendo un conglomerado de grupos poco significativos e ineficaces puesto que, como además señala Cucó:

      Sobre la nueva forma de hacer política de los republicanos valencianos dice Cerdá:

      Así pues, y como afirma Radcliff,

      Como también afirma Cucó, en la larga permanencia política del republicanismo en Valencia, desde 1898 hasta el año 1934, el blasquismo,

      Cuando el republicanismo blasquista gozaba ya del poder municipal en la ciudad de Valencia, un articulista de El Pueblo sintetizaba el significado de las transformaciones que la instauración de la República habían de traer a la sociedad española. Era el año 1903 y los republicanos valencianos