mostró nuestras debilidades, pero también nos hizo conocer nuestras potencialidades, sacamos fuerzas y tiempo no sabemos de dónde; nos enfrentamos con nuestros más profundos temores y pudores. Nuestra privacidad dejó de ser “privada” para pasar a ser “compartida”, nuestro rincón de la casa, nuestros números de teléfonos celulares y correos electrónicos. Tuvimos felizmente, el apoyo escolar de las familias, padres y madres transformados de la noche a la mañana en “parejas pedagógicas” de la maestra o del profesor para lograr juntos una misión casi imposible: que los chicos aprendan y no pierdan el año. ¿Será ésta la gran oportunidad para un trabajo mancomunado familia-escuela que tanto estábamos esperando? ¿Nos habremos convertido en una gran comunidad de aprendizaje y aún no lo hemos notado? ¿Tenemos el gran tesoro en frente y aún no lo hemos descubierto?
Por supuesto que extrañábamos el espacio escuela, el aula, a los estudiantes; que nos extrañamos entre colegas, que nos faltaron las risas y los abrazos, el compartir. añorábamos volver a la presencialidad, a la normalidad. ¿Y cómo volveremos? ¿Volveremos iguales o aprovecharemos la oportunidad para hacer los cambios que pensamos necesarios e imprescindibles?
Finalmente, en el apartado “Reconsiderar y unir las distintas etapas de la educación”, el informe Delors concluye:
Al centrar sus propuestas en torno al concepto de educación durante toda la vida, la Comisión no ha querido decir con ello que este salto cualitativo dispensara de una reflexión sobre las distintas etapas de la enseñanza. Al contrario, se proponía confirmar ciertas grandes orientaciones definidas por la UNESCO, por ejemplo, la importancia vital de la educación básica y, al mismo tiempo, dar pie a una revisión de las funciones desempeñadas por la enseñanza secundaria, o incluso responder a los interrogantes que inevitablemente plantea la evolución de la enseñanza superior y, sobre todo, el fenómeno de la masificación. La educación durante toda la vida permite, sencillamente, ordenar las distintas etapas, preparar las transiciones, diversificar y valorizar las trayectorias. De esta forma, saldríamos del terrible dilema que se plantea entre seleccionar, y, con ello, multiplicar el fracaso escolar y los riesgos de exclusión, o igualar, pero en detrimento de la promoción de personas con talento.
El 20 de noviembre de 2018, Howard Gardner y Verónica Boix Mansilla9, investigadores principales del “Project Zero de la Harvard Graduate School of Education”, retoman en una conferencia promovida por la Fundación “La Caixa”10 de España, una temática que podríamos vincular con el informe Delors, el análisis de la OCDE y de la ONU. Hacían referencia precisamente a los cambios políticos, económicos y culturales que están impactando a todos los países y las sociedades del mundo: internet y la hiperconectividad, el cambio climático, los procesos migratorios, las crisis económicas y el surgimiento de populismos, entre otros. En este contexto global, la educación debería preparar al alumnado para desenvolverse en la diversidad y la complejidad de su entorno inmediato y global. “Hay que desarrollar en ellos” … expresó Gardner en la conferencia, … “el respeto hacia lo diferente y empoderarles para hacer frente y sacar provecho de lo complejo y lo incierto”. Es decir, potenciar las competencias globales del alumnado.
Por su parte la educadora e investigadora Verónica Boix Mansilla definió la competencia global como: “la capacidad y disposición para comprender y actuar sobre asuntos de relevancia local, regional, global e intercultural; respetando a las personas que tengan perspectivas y culturas diversas y contribuyendo al bien común y a un desarrollo sostenible”.
Verónica Boix Mansilla explicó en la conferencia, que estas competencias globales, constituyen una visión integral de la educación que debería propender a ser disciplinar e interdisciplinar. La clave estaría en enfocar las disciplinas tradicionales como herramientas para ver, comprender y actuar sobre el mundo.
Si veintidós años después de la presentación del Informe Delors, expertos en educación insisten en estas cuestiones, ampliando conceptos y definiendo puntos de vista en contextos más actuales ¿Qué hemos estado haciendo durante tanto tiempo? ¿Por qué nos gana la inercia? ¿Qué enseñanza nos deja para el futuro inmediato que aún no avizora mejorías? Pienso en el momento que estamos atravesando, de encierro y detenimiento, con una alegoría: ¿Cuál sería el mejor refrán para definir esta historia?, tal vez, “Camarón que se duerme se lo lleva la corriente”.
Podría concluir que no estamos ajenos a lo que ocurre en el mundo, que la complejidad y la diversidad llegará a las escuelas tarde o temprano; que los directivos y docentes debemos aprender más e informarnos mejor, transformar y transformarnos, prevenir y anticipar; dejar de resistir a los cambios, elegir mejor lo que vamos a enseñar, acompañarnos y trabajar juntos interdisciplinariamente; comunicarnos mejor, ser creativos, proponer ideas, actualizarnos y capacitarnos, ser uno mismo y estar abiertos a nuevas experiencias educativas… ¡Nada más y nada menos!
¡Vaya si la educación encierra un gran tesoro!
Nuevas iniciativas
Nuevas iniciativas, reflexiones y sugerencias se avecinan. “Los futuros de la Educación”11 de la UNESCO. Con la mirada puesta en el 2050 y más allá, propone aprender a transformarse a reexaminar y replantear la manera en que la educación y el conocimiento pueden contribuir al bien común mundial.
Se puede leer en la página web de la UNESCO que “La iniciativa movilizará las muchas y ricas formas de ser y saber en todo el mundo con el fin de aprovechar la inteligencia colectiva de la humanidad. Se basa en un proceso consultivo amplio y abierto en el que participan los jóvenes, los educadores, la sociedad civil, los gobiernos, las empresas y otras partes interesadas. La labor la guiará una Comisión Internacional de alto nivel integrada por líderes de pensamiento de muchos ámbitos y regiones del mundo. En noviembre de 2021, la Comisión publicará un informe destinado a compartir una visión de futuro sobre qué es lo que la educación puede llegar a ser, y a ofrecer un programa de acción política”
La iniciativa “Los futuros de la educación: aprender a transformarse” catalizará un debate mundial sobre cómo el conocimiento y el aprendizaje pueden moldear el futuro de la humanidad y del planeta (Fuente: UNESCO).
Mientras tanto aquí, en Puerto Iguazú, esta pequeña ciudad del NEA, de tierra colorada y verde intenso, vamos oteando el horizonte, para estar prevenidos y anticipar las tormentas.
Segunda parte
2020: un año en clave de cambio, innovación y transformación…
Ante un futuro tan incierto, la respuesta no es mejorar la situación, sino ir en otra dirección. El desafío no consiste en reparar el sistema, sino en cambiarlo; no se trata de reformarlo, sino de transformarlo.
Sir Ken Robinson
Sin dudas el año 2020 fue un año lleno de incertidumbre y miedo; un año por demás extraño y difícil. Los dos primeros meses estuvieron marcados por la desorientación, la búsqueda de información y de herramientas tecnológicas que nos ayudaran, de la mejor manera posible, con el trabajo. Nos desacomodamos completamente, fuimos impactados de lleno como sociedad y como personas, nuestras vidas se vieron modificadas completamente. Nuestro mundo, que giraba a una velocidad uniforme, tal vez demasiado rápido para algunas cuestiones y muy lento para otras, se vio impactado por un repentino, desconocido y amenazante fenómeno mundial, la pandemia por Covid-19.
Me aventuraré en la física, no sin margen de error ya que no es precisamente mi campo de acción. Pero considero que todo lo que nos está pasando se relaciona fuertemente con esta disciplina. Los expertos nos hablan de “ir en otra dirección” (Ken Robinson), de “superar inercias, rehacer mapas y rutas” (Aragay), en definitiva de “movimiento”.
Entender la lógica del movimiento es bastante complejo. En física se define como un cambio de la posición de un cuerpo a lo largo del tiempo respecto de un sistema de referencia. Podría decir que es relativo a la posición en la que nos encontramos situados y del punto de vista de cada uno con respecto a una determinada