Carlos Lazcano Sahagún

Kino en California


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1719 y 1722 le dio la vuelta al mundo atacando numerosas posesiones españolas, incluyendo Baja California. Visión muy parecida a esta debió haber tenido el padre Kino.

      Los guaicuras eran seminómadas, al igual que todas las etnias de la Antigua California. Su nivel de subsistencia era muy elemental, tenían una cultura material muy sencilla, desconocían la cerámica y muchas de sus herramientas eran de piedra, hueso, madera o concha. Practicaban la pesca, caza y recolección, desconocían totalmente la agricultura. Se organizaban en pequeñas bandas que ocupaban cierto territorio y se iban moviendo según la disponibilidad de recursos. Los hombres siempre andaban desnudos y las mujeres solían cubrirse con una sencilla falda que iba desde la cintura hasta las rodillas.

      Los cora

      Era un grupo indígena que habitaba hacia el suroeste de la bahía de La Paz. Tenían su propio dialecto guaicura. Los coras constaban de una sola ranchería, por lo que no eran muy numerosos. También eran mucho más pacíficos que los guaicura de la bahía, quizá por el hecho de que no confinaban con la zona de las playas, por lo cual no habían estado tan sujetos al abuso de los pescadores de perlas.

      Por los testimonios de Kino y Atondo sabemos que los coras y otros grupos de guaicuras eran enemigos entre si, debido a la utilización de los recursos naturales de cada territorio. Cuando dichos recursos escaseaban, las distintas rancherías se veían obligadas a entrar en territorios de otras, lo cual era ocasión de violencias, que con el tiempo distanció a muchas de las rancherías vecinas volviéndolas enemigas.

      Fue el padre Goñi quien empezó a aprender la lengua Cora, para ello emprendió el trabajo de hacer un vocabulario del que en nuestros días se desconoce su paradero. Al ser mucho menor el tiempo de contacto con los coras que con los guaicuras, el aprendizaje que se llegó a tener de su lengua debió ser muy limitado.

Fotografía

      Mapa 4. Mapa del puerto de La Paz en las Descripciones Geographicas e Hydrographicas de Nicolás de Cardona, 1632. Biblioteca Nacional de España. En 1615 Cardona intentó establecerse en dicho puerto, fracasando. La visión que presenta de la bahía, debió ser muy cercana a la que tuvieron Atondo y Kino 68 años después.

      Los primeros contactos

      Durante los primeros días de la expedición los guaicuras no se dejaron ver. El contacto inicial ocurrió al momento de la construcción del fuerte. En eso estaban los españoles cuando escucharon una serie de gritos y alaridos que los puso en alerta. Observaron que se aproximaba un grupo de treinta y cinco guaicuras que venían alineados en forma de media luna; tenían el cuerpo pintado y estaban armados con arcos, flechas y dardos, exigiendo por señas a los expedicionarios que se fueran de la bahía. Igualmente por señas, el Almirante y sus capitanes les indicaron que se tranquilizaran, que no venían a hacer guerra, sino a tener amistad con ellos, pidiéndoles que pusieran sus armas en el suelo, lo cual ellos harían igual. Sin embargo los guaicuras no aceptaron.

      Fue entonces que el padre Kino y el padre Goñi, de una manera cariñosa pero temeraria fueron hacia los indios ofreciéndoles comida y abalorios. Al principio los indios tuvieron mucha desconfianza y no querían aceptar los regalos, pero poco a poco fue desapareciendo el recelo, hasta que los padres lograron tranquilizar a los guaicuras, al grado que dejaron las armas y comieron con ellos. En reciprocidad, los guaicuras dieron a los misioneros mezcales tatemados buenos, redecillas muy bien hechas y plumas de pájaros que tenían en sus cabezas. También les obsequiaron carne de venado que era de los alimentos favoritos de los californios. El encuentro duró casi hasta el anochecer, en que se retiraron los guaicuras.

      Dos días después llegó un grupo de 80 indios con muchas muestras de amistad, quienes se quedaron hasta el atardecer. En los siguientes días llegaron más grupos de indios, siempre con amistad, pero pronto empezaron a tomarse numerosas libertades, entre ellas, de una manera muy sutil,