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Universidades, colegios, poderes


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jesuítica de Castilla; un lugar que, a pesar de ser paso obligatorio para todos aquellos que aspiraban a realizar una carrera intelectual, no poseyó sus vistas exclusivamente entre los hijos de san Ignacio. Abierto a estudiantes universitarios que, sin vinculación jurídica con la Compañía, disfrutaban de la IV parte de las constituciones, favoreciendo que dicha institución gozase de una importancia más que notable en el conjunto del fuero académico.

      Ignacio Tellechea señaló que «un jesuita podía ser catequista o profesor universitario, confesor de príncipes o portero». En Salamanca se dieron todos estos carismas con importantes repercusiones sociales. Nosotros hemos profundizado en el académico por múltiples razones, entre la que destaca la vinculación gremial del domicilio desde 1570 hasta la dotación de las cátedras de propiedad casi una centuria después –fechas de inicio y de conclusión de este análisis–.

      Por todo esto, aun siendo conscientes de la limitación temporal que estamos presentando, poseemos plena seguridad de que este estudio es imprescindible para poder comprender uno de los numerosos factores que elevaron al mito a la Universidad de Salamanca durante la clásica Edad Moderna.

      1. Trabajo realizado en el marco del proyecto PAPIIT IN 401417 «La Corona y las Universidades en el mundo hispánico. Siglos XVI-XVIII» de la Universidad Nacional Autónoma de México; durante una estancia posdoctoral en el GIR «Sociabilidades e Prácticas Religiosas» do Centro Trasdisciplinar Cultura, Espaço e Memória (CITCEM) da Facultade de Letras da Universidade do Porto.

      2. Luis E. Rodríguez-San Pedro Bezares: «Estructuras económicas y financiación de las Universidades Españolas en la Edad Moderna», Studia Historica. Historia Moderna, 12, 1994, pp. 189-204.

      3. «[…] Quanto para el dar las cartas de grados a los que aquí se graduaren, he deseado que tuviésemos la forma, sobre lo que he escrito a Alcalá y a Salamanca a los hermanos, que nos embiasen vn traslado de las cartas de grados de aquellas vniversidades […]». Monumenta Historica Societatis Iesu (MHSI). Epistolae mixtae ex variis Europae locis (Epp. Mixtae), II, pp. 318-320.

      4. En una epístola de Andrés de Oviedo destinada a Ignacio de Loyola, fechada en Gandía el 10 de julio de 1549, se nos señala lo siguiente: «[…] para el docttor [sic] Torres: a Salamanca y a Villanueva, a Alcalá, tengo escrito sobre que nos embien vn traslado de las cartas de grados, así de Salamanca como de Alcalá, en Artes y Theología, Medicina, Cánones y Leyes, así de bachilleres como de licenciados, maestros y doctores, y de encorporaçión de alguno en alguna Vniversidad; porque aquí se graduaron algunos, y se encorporado algunos doctores en Theología, y vn doctor [Melchor Ruíz] se encorporó en Medicina, que es el médico del señor duque [Francisco de Borja]». MHSI, Epp., Mixtae, II, pp. 248-249.

      5. Archivum Romanum Societatis Iesu (ARSI), Collegia 303, Sig. 1588, n.º 4, f. 1r; cf. MHSI, Epp., Mixtae, I, p. 491.

      6. Hasta el momento, algunos autores, sin indicar la fuente consultada, adelantan dicha fecha. Nosotros, según la información obtenida a lo largo de nuestra investigación, consideramos esta propuesta un error. Cf. Alfonso Rodríguez de Ceballos: «El primitivo Colegio de la Compañía de Jesús en Salamanca (1545-1665)», Miscelanea Comillas, 46, 1966, p. 104; Benigno Hernández Montes: «El Colegio de la Compañía y la Universidad de Salamanca. Desde los orígenes hasta la incorporación a la Universidad», Studia Historica. Historia Moderna, 7, 1987, p. 724.

      7. «[Pedro de Castro] fue vno de los mayores y más doctos prelados que en aquel tiempo tuuo la Iglesia de España. En el año segundo de su prelancia, don Francisco de Mendoça, cardenal de Roma y obispo de Coria, fundó en Salamanca el colegio de la Compañía de Iesvs, de religiosos del mismo orden». Gil González Dávila: Historia de las antigüedades de la ciudad de Salamanca: vidas de sus obispos y cosas sucedidas en su tiempo, Salamanca, Artus Taberniel, 1606, p. 488.

      8. Cristo José de León Perera: «Miguel de Torres: la elección humanista del primer rector jesuita de Salamanca», en Miguel Anxo Pena e Inmaculada Delgado Jara: Humanistas, Helenistas y Hebraístas en la Europa de Carlos V, Salamanca, Universidad Pontificia de Salamanca, 2019, pp. 361-372.

      9. «[…] Dos cosas principalmente encendía en su pecho este deseo, la memoria de las persecuciones, que por el servicio de Dios nuestro Señor avía en ella padescido, a las quales quería responder con servicios y beneficios, en la más alta manera que pudiese, y en el conocer de quanto augmento podía ser a su religión y de quanto fructo en las almas el darse a conocer y exercitar la Compañía sus ministerios en el más noble y frequentado seminario que entonces tenía la nobleça y juventud christiana por que en esto, los árboles tiernos y pequeños, son transplantados con mayor fructo y enxertos con grandes ventajas». ARSI, Provincia castellana 35.I, f. 131r.

      10. Las peculiaridades políticas de este período fueron determinantes para la formación internacional de los jesuitas, así como para su establecimiento de la Orden en Salamanca. Fundamentalmente, nos encontramos haciendo referencia a dos facciones: una con inclinaciones espirituales renovadoras, formada por sujetos cercanos a Isabel I, y otra que defendía la esencia de la tradición racionalista. Desde mediados del reinado de Carlos V «castellanos» (o «albistas») y «ebolistas» (o «papistas») remarcarán sus diferencias como consecuencia del inevitable rasgamiento de la túnica de la cristiandad occidental. Esther Jiménez Pablo: La forja de una identidad. La Compañía de Jesús (1540-1640), Madrid, Ediciones Polifemo, 2014, p. 66

      11. Alfonso Rodríguez de Ceballos: El primitivo Colegio…, pp. 110-129.

      12. El 29 de junio de 1545, desde Valladolid, Araoz le escribe a Ignacio lo siguiente: «[…] vn estudiante, hijo de vn conde que conosçimos en Salamanca, ha venido a vernos. Es vuelto con yntençión de procurar cómo algunos estudiantes nuestros tengan cómo estudiar en Salamanca […]». MHSI, Epp., Mixtae, I, p. 225.

      13. Como representación sobre lo que estamos haciendo referencia, a modo de ejemplo de los primeros cincuenta años, nombraremos al bachiller Diego Hernández (catedrático de Griego), al padre maestro Francisco de Toledo (futuro cardenal de la Iglesia), Francisco de Abreo (colegial de Oviedo y catedrático de Código), el maestro Esteban de Ojeda (colegial de Cuenca y catedrático de Filosofía), el doctor Agustín Mendiola (colegial de Cuenca y catedrático de Filosofía) y, entre otros, el doctor Alonso del Caño.

      14. Luis Enrique Rodríguez-San Pedro Bezares: La Universidad Salmantina del Barroco. Período 1598-1625, II, Régimen docente y atmósfera intelectual, Salamanca, Ediciones Universidad de Salamanca, 1986, pp. 63-95. Para un contexto general de la Península, Melquiades Andrés Martín: «Facultades Eclesiásticas», en Aldea Vaquero (dir.): Diccionario de Historia Eclesiástica de España, II, Madrid, CSIC, 1972, pp. 893-899.

      15. A modo de ejemplo sirva cómo en 1678 –a partir del año 1675 se observa una disminución demográfica– mantiene algo más de dos decenas de jesuitas de los que puede permitirse, lo que crea una deuda de, aproximadamente, doscientos ochenta mil reales anuales, cf. ARSI, Provincia Castellana 19, f. 106r.

      16. MHSI, Epp., Mixtae, II, p. 178.

      17. «En general, los Libros de matrículas responden no tanto a los cursos académicos como a la duración del oficio rectoral (de mediados a mediados de noviembre)». Luis Enrique Rodríguez-San Pedro Bezares: La Universidad Salmantina del Barroco. Período 1598-1625. III. Aspectos sociales y apéndice documental, Salamanca, Ediciones Universidad de Salamanca, 1986, p. 76.

      18. «La constitución IV de 1422 establecía la obligación de jurar obediencia (in lictis et honestis) al rector anualmente elegido, en los seis días siguientes a su nombramiento». Luis Enrique Rodríguez-San Pedro Bezares: La Universidad Salmantina del Barroco…, III, p. 700.

      19. Archivo Histórico de la Universidad de Salamanca (AUSA) 334, f. 10r.

      20. AUSA 338, f. 12r.

      21. Chron., II, pp. 118-119; ARSI. Provincia Castellana 35.I, f. 148v.

      22. MHSI, Epp.,