en Brasil, la Iglesia Universal del Reino de Dios, que instaló sus lugares de reunión en antiguos locales cinematográficos y en otros que permitieran una numerosa concurrencia.
En 1995, se llevó a cabo la asamblea de la Alianza Mundial Bautista, en la que participó un delegado fraterno venido de Roma. Si bien ya en 1985 comenzó el diálogo entre católicos y bautistas en Roma y los EE. UU., en la Argentina no había conciencia de ello. A partir de ahí, a nivel local se produciría de alguna manera un descubrimiento recíproco y un “cambio de mirada”. En el año 2001, el cardenal Walter Kasper, acompañado por mons. Marc Ouellet y el secretario de la Alianza Bautista Mundial, Dr. Denton Lotz, presidieron en el Seminario Internacional Bautista en Buenos Aires la sesión de diálogo entre ambas confesiones realizada por primera vez en América Latina. El cardenal, en el curso del culto de oración, hizo una reflexión sobre el evangelio de Juan 13, 3-5, en la que señaló que ambas confesiones habían estado separadas y en conflicto entre sí durante siglos, que ahora podían reunirse de una nueva forma y mantener conversaciones serias, pero que es una relación que recién está comenzando, con un largo camino por recorrer, con necesidad de pedir perdón a Dios y los unos a los otros. Denton Lotz en una entrevista de prensa expresó: “A católicos y bautistas nos une el reconocimiento de Cristo, nuestro Señor, que murió crucificado, resucitó y tendrá una segunda venida. Tenemos intereses sociales comunes: la unidad de la familia, la oposición al aborto, a la corrupción de los gobiernos, el apoyo a la justicia (la social en particular) y la reconciliación en un mundo dividido”. Y agregó que, sin desconocer lo que nos separa, “el conflicto no es entre nosotros, sino frente al secularismo que dice que el hombre puede vivir sin Dios”23. Las palabras transcriptas son elocuentes en cuanto a la correspondencia con las posturas católicas y la afinidad que a partir de allí se sentía. Naturalmente, esto no fue exclusivo con los bautistas, sino también con otras de evangélicos libres.
En octubre de 2007, se llevó a cabo el seminario “La búsqueda de la unidad de los cristianos en la actualidad”, organizado por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y la Conferencia Episcopal Argentina. Participaron obispos argentinos y de los países del Cono Sur: teólogos, agentes de pastoral, delegados diocesanos de ecumenismo, miembros de movimientos eclesiales, sacerdotes, laicos y laicas, consagrados y consagradas con la presencia del cardenal Walter Kasper y de mons. Juan Usma Gómez, que también había estado en el país en oportunidades anteriores24. El cardenal se refirió a los nuevos desafíos del ecumenismo, caracterizó el concepto de sectas más como cualitativo que cuantitativo, y pasó al movimiento pentecostal, en rigor el eje del seminario.
Desde el año 2004 se celebraron en el estadio del Luna Park, en la Ciudad de Buenos Aires, los encuentros de Creces (Comunión Renovada de Evangélicos y Católicos en el Espíritu Santo), que reúne a católicos, bautistas y pentecostales. El cardenal Bergoglio asistía a los primeros encuentros de Creces como uno más, pero en el de 2006 fue invitado a pasar al frente y a hablar. Sucedió, entonces, lo que nadie esperaba: se puso de rodillas y todos extendieron sus manos sobre él en bendición mientras un pastor hacía la oración en voz alta25. En el encuentro de 2012, las oraciones fueron para que se demorase la aceptación de su renuncia, presentada con motivo de cumplir 75 años. Pocos meses después, varios de los pastores estaban reunidos con Jorge Bergoglio, ya no arzobispo de Buenos Aires sino obispo de Roma. Por último, porque habría mucho más que decir sobre esto que ocurre hoy, señalamos los retiros para sacerdotes y pastores, con unos 100 participantes en el año 2012.
Decíamos más arriba que entre la Iglesia católica en la Argentina, como en el mundo, la relación con las iglesias históricas ha sufrido por la comprensión distinta y hasta opuesta en temas sensibles en torno a la vida y la familia. Inversamente, la similar concepción de las iglesias evangélicas bautistas, libres y pentecostales ha contribuido al acercamiento con ellas26. Así ocurrió con el “Compromiso por la vida” firmado el 15 de septiembre de 2011 por los representantes católicos, bautistas, pentecostales, iglesias libres, menonitas, presbiterianos, en una de sus ramas, y ortodoxos y orientales. Otros adhirieron posteriormente, entre ellos Aciera, la importante federación de iglesias evangélicas congregacionales27. Cuando en 2018 el Congreso debatió un proyecto de ley de aborto, las iglesias evangélicas libres, congregacionales y pentecostales, organizaron un acto en torno al Obelisco, en la Ciudad de Buenos Aires. Fue multitudinario, con nutrida participación de católicos.
Al concluir este trabajo surge el interrogante sobre cuál es el camino mismo del ecumenismo a más de medio siglo del Decreto Unitatis redintegratio hacia donde nos guiará el Espíritu Santo. El diálogo teológico continúa, aunque no en la Argentina, pero su importancia para el ecumenismo es relativizada en comparación con el pasado28. Caben algunas preguntas: ¿La unidad plena se entiende hoy como cuando estos diálogos comenzaron, o más bien la misma expresión aparece con menor frecuencia? ¿Hubo demasiados diálogos que quedaron en vía muerta? Los nuevos interlocutores tienen una eclesiología que en muchos aspectos se diferencia de la católica y de la ortodoxa. Lo vivencial, la experiencia, la unidad ya existente a partir de la fe en Cristo surge de muchas expresiones, incluso católicas, como una suerte de unidad ya realizada, en donde las diferencias, que sin negarse que existan, son más productos circunstanciales que de fondo. En el interés público y, aun, en medios religiosos, atrae más hoy el diálogo interreligioso que el ecumenismo, quizás porque en el medio siglo transcurrido se ha hecho camino al andar y es menos noticia que la relación entre las tres grandes religiones monoteístas.
En esta reseña de más de cincuenta años de ecumenismo en la Argentina, inserta en el contexto universal, se percibe la continuidad y crecimiento del compromiso en la oración, el diálogo, el testimonio y la misión. Confiados en el Espíritu Santo, seguimos comprometidos en la búsqueda de lograr lo que Jesús pidió al Padre en la última cena: “Que todos sean uno para que el mundo crea” (Jn 17,21).
Notas:
1 Abogado, profesor emérito de la Universidad Católica Argentina y Presidente del Consorcio Latinoamericano de Libertad Religiosa. Se trata de una publicación póstuma. Producto de una enfermedad, el profesor Padilla falleció en junio de 2020.
2 Il Vangelo e la Chiesa. “Rapporto di Malta” 1972, en J. Voicu - G. Cereti (eds.), en Enchiridion Oecumenicum. 1. Dialoghi Internazionali 1931-1984, Edizione Dehoniane Bologna, 1986, 555.
3 F. Ballarini, “El camino ecuménico en la Argentina”, en Ecumenismo y Diálogo Interreligioso en la Argentina. Desafíos y esperanzas para el Tercer Milenio, G. Garlatti [et al.], Buenos Aires, San Pablo 2000, 29-45. Cf. E. Costemalle - C. Dubois - M. Uriburu, Caminos de unidad - Para entender y vivir el ecumenismo, Claretiana, Buenos Aires, 2003.
4 http://www. christianunity.va/content/unitacristiani/it/settimana-di-preghiera-per-l-unita.html. Ver: 1979: Al servizio gli uni degli altri, per la gloria di Dio (1 Pietro 4, 7-11).
5 El boletín periódico que se distribuía como anexo al boletín de noticias de la Agencia de Información Católica Argentina (AICA) se prepara juntamente con la Comisión de Ecumenismo de Buenos Aires. Dejó de hacerse en papel y se envía por Internet a un amplio y variado espectro de cerca de mil personas e instituciones. Pueden consultarse en la colección de AICA y, en línea, a partir del nº 50 (en 2005) http://www. ceerjircea. org. ar/Boletines. htm, y, desde 2015, con el nombre de Ecudiálogo, que dirige la Lic.