Años 90
Inaugurando la denominada “etapa de transición democrática”, el nuevo gobierno planteó la elaboración de una nueva Carta Magna para el país y la convocación de una Asamblea Nacional Constituyente. Por ese motivo se conformó una comisión intereclesial para recibir propuestas concretas para la nueva Constitución. Las iglesias que la integraron fueron la Anglicana, Discípulos de Cristo, Asambleas de Dios, Adventista, Cristianos Unidos, Menonita, Bautista, Hermanos Libres, Evangélica del Río de la Plata y la Católica25. En esos años prosiguen los encuentros de oración en común con algunas iglesias y los encuentros formativos tanto en locales católicos como evangélicos de modo alterno.
En el año 1992, lo más relevante fue la participación de modo intereclesial en la Asamblea Nacional Constituyente. A cargo del ecumenismo estuvo mons. Carlos Milciades Villalba. El secretario Valpuesta pide ese año ser relevado para dar lugar a otras personas. Entre los nueve miembros del equipo hay cuatro laicos y cinco entre clero y religiosas. El 20 de noviembre de ese año se convocó a una conferencia de prensa para resaltar los principios que había que tener en cuenta para la nueva Constitución. Se habló del perfil del constituyente que sería portavoz del grupo. En los meses posteriores, ante la redacción confusa sobre la defensa de la vida, se realizan reuniones para clarificar la postura de las iglesias frente al aborto. Dichas gestiones tuvieron un resultado positivo, pues la nueva Carta Magna incluyó la defensa de la vida desde la concepción en su artículo cuarto. Finalmente, continúan las actividades en colaboración con algunas iglesias y con el Cipae, tanto en programas ecológicos como en grupos juveniles26. Y una novedad de relevancia en esa década fue que la diócesis católica de Benjamín Aceval se une al Cipae en 1994, luego de varios años de ausencia de representación de dicha iglesia en el comité27.
Probablemente por la renuncia del Padre Valpuesta, al año siguiente se resolvió encargar la tarea ecuménica a la Secretaría General de la CEP, no habiendo un equipo encargado hasta 1998, es decir, durante cinco años. Ahí se rearma el equipo católico para el trabajo ecuménico, con el Padre Bernardino Cáceres como secretario. Ese año hay dos cuestiones de relevancia: la conformación de una comisión ecuménica e interreligiosa, en unidad con Sociedades Bíblicas, para la traducción de la Biblia en guaraní y los encuentros ecuménicos para estudiar la objeción de conciencia para el cumplimiento del servicio militar28.
El nuevo milenio
Entre los años 2000 y 2005 se estrecharon los lazos con la Iglesia luterana, al punto de una celebración conjunta sobre la justificación el año 2000. Lamentablemente según el responsable, el Padre Bernardino Cáceres, a partir de ese año no hubo equipo a cargo de ecumenismo. En cambio, dos diócesis de la Iglesia católica (Concepción y Misiones) se incorporan al Cipae. Además, se realizaron celebraciones ecuménicas, programas radiales y oraciones conjuntas para las Fiestas Patrias. Asimismo, se organizaron encuentros para elaborar un documento, para ser presentado en el Parlamento, sobre la defensa de la vida, la familia y otros semejantes. Todo ello condujo a una oración ecuménica para la promulgación de leyes favorables a la familia29. Otro tema que reunió a católicos y no católicos fue la elaboración de una propuesta conjunta sobre la ley de adecuación fiscal ante el gobierno y una oración ecuménica por el éxito de tal propuesta.
En el año 2006 no se presentó informe alguno y a partir del año siguiente comenzó a funcionar el actual equipo de ecumenismo de la CEP. En julio del 2007, se conformó dicho equipo con mons. Claudio Giménez como responsable y con la participación de laicos y laicas de diversos movimientos. La secretaría ejecutiva estuvo a cargo de la autora de este artículo hasta noviembre del 2011. La primera estrategia para ir consolidando el grupo fue la realización de algunos encuentros formativos, desde los Documentos del Concilio Vaticano II sobre Ecumenismo, a fin de conocerlos y llevar la tarea ecuménica adecuadamente. A inicios del 2008 se resolvió invitar a una primera reunión a varios pastores para intercambiar ideas. Asistieron pocos, pero hicieron de puente para posteriores encuentros en los que el grupo católico presentó dos temas: 1. El Documento de Aparecida en el capítulo relativo al Ecumenismo; y 2. La economía solidaria desde el punto de vista teórico y práctico. De cara al futuro se planteó como desafío establecer una coordinadora católica para llevar adelante el ecumenismo a nivel nacional. Por tal motivo se solicitó a obispos, en cuyas diócesis había personas de otras denominaciones cristianas, el envío de uno o dos representantes para tal conformación.
Empezado el año 2009, nos tocó presentar en Quito el mismo Documento de Aparecida ante obispos y laicos responsables de ecumenismo y compartir las experiencias en el camino ecuménico. El resumen presentado, relativo a los dos años de vida del equipo, señala entre otras actividades: encuentros con pastores de nueve denominaciones diferentes para tratar los recién mencionados temas, oración ecuménica con asistencia de setenta personas y un retiro de formación e intercambio de experiencias. Las iglesias con las que se trabajó ese año fueron las siguientes: Evangélica del Río de la Plata, Luterana, Menonita, Discípulos de Cristo, Bautista, Anglicana, Presbiteriana, Pentecostal y Comunidades Cristianas.
Durante el gobierno de Fernando Lugo (2008-2012), desde el Ministerio de Educación y Culto se convocó a una mesa de diálogo ecuménico e interreligioso para intercambiar ideas y establecer estrategias para realizar actividades tendientes al bien común. Como novedades resaltantes del año 2010 está la participación de tres ortodoxos en la celebración ecuménica del año y la constitución de un grupo de jóvenes de tres movimientos para formarlos y dar así continuidad a la tarea ecuménica. Esto último estuvo a cargo de dos miembros del equipo de la CEP. Un religioso y una religiosa se unieron al mismo, pero por situaciones diversas no pudieron permanecer30. Además, se estableció un frente común con la Federación por la Vida y la Familia (Fedavifa) y la Asociación de Pastores Evangélicos del Paraguay (APEP) para realizar manifestaciones a favor del matrimonio entre varón y mujer. Y de nuevo se cierra el año manifestando que el hallazgo de un frente en el cual trabajar concretamente con regularidad por el bien común había sido un desafío no logrado, así como tampoco la conformación del equipo nacional para el ecumenismo.
Para expandir la formación al interior del país, el equipo resolvió realizar viajes y así ayudar a integrar a otras personas con miras a la coordinadora nacional antes señalada. Así, en julio del 2011, algunos miembros se desplazaron a Filadelfia —Chaco paraguayo— a 470 km de Asunción, en donde se presentó a un grupo de jóvenes una breve historia del ecumenismo en el Paraguay y el Documento de Aparecida. Otro lugar al que fueron algunos miembros del equipo fue a Encarnación, ciudad sureña a 371 km de la capital, en donde se realizó un encuentro con laicos. A fin de año se recibió una invitación del Foro Cristiano Mundial para un congreso ecuménico en Costa Rica. Allí, en el compartir de las experiencias se señaló lo positivo que había resultado el dar participación al laicado en la tarea ecuménica en el Paraguay. A nivel regional se puso en evidencia que el argumento en el que la actividad ecuménica halló un espacio común de trabajo a favor de la sociedad fue la opción preferencial por los pobres y se instó a retomar ese compromiso31.
El año 2012, la secretaría estuvo a cargo del señor Aparicio Pereira. En el informe del año 2013 se señala que hubo poca concurrencia de los pastores a las convocatorias de la parte católica, motivo por el cual se resolvió proponer a los párrocos de la Arquidiócesis el envío de 2 personas para formarlas como agentes de pastoral ecuménica. Para ese efecto tuvo lugar una reunión a inicios de noviembre. Pero las dos personas convocadas para iniciar ese trabajo no se adhirieron a él por considerarlo demasiado esforzado. Se cerró el año el 27 de octubre con la oración por la paz organizada por la familia franciscana. Durante el año siguiente se mencionan actividades como