se va secando el lecho por donde el Xiang fluía.
No han de cambiar con sus quejas su destino los mortales [30] .
CANCIÓN SÉPTIMA
DESPRECIADA POR EL MUNDO
Orquídea hermosa nació, su talento es el de una
inmortal y, sin embargo, sus rarezas maravillan:
detesta los manjares más sabrosos, las ricas sedas.
Ignora que inspira odio su pureza, que desprecia
el mundo su perfección.
Se marchitará a la luz del candil de un viejo altar,
se acabarán los afeites y los rojos pabellones;
pasará la primavera, la belleza se ajará.
El camino polvoriento irá manchando su cara,
como cuando acoge el fango a un hermoso jade blanco.
Delfines de casas nobles por ella en vano suspiran [31] .
CANCIÓN OCTAVA
LA UNIÓN DE LOS ENEMIGOS
Bestia del monte Central,
lobo implacable y salvaje que ignoras la gratitud:
disfrutas, desenfrenado, del lujo y de los placeres;
desprecias la más primorosa flor del jardín ducal
como a un sauce silvestre en el camino;
pisoteas a la niña como a una mujer vulgar
hasta marchitar su alma,
ay,
antes de que pase un año [32] .
CANCIÓN NOVENA
PERCEPCIÓN DE LO EFÍMERO EN LAS FLORES
Fugaces, ve cruzar tres Primaveras:
ya no le importa la flor del durazno
ni el sauce verde;
apaga el fuego de su juventud
por gozar de la paz de un cielo calmo.
No digan que estalla el durazno contra el cielo,
ni que hierven las nubes de damascos floridos:
¿quién ha visto una flor que resista el otoño?
Los hombres, quejumbrosos, desfilan por la aldea
entre los álamos;
bajo los verdes arces los espíritus gimen;
cubren las hierbas secas
las tumbas hasta el horizonte.
Y es ésta la verdad:
el hombre que ayer fue pobre trabajó afanosamente
para mudar su fortuna,
y aun a las flores maltrata
la mudanza de las estaciones.
Nadie puede escapar a la amargura
del nacimiento o de la muerte,
pero dicen que en Occidente crece un Árbol de la Sal
cargado de frutos de la inmortalidad [33] .
CANCIÓN DÉCIMA
ARRUINADA POR LA PROPIA ASTUCIA
Tanta astucia y tanta intriga procurarán tu ruina.
Roto en vida el corazón,
y muerta, de qué te sirve
el talento.
Una mansión noble y rica, una familia en paz…
todo acabará en el suelo, disperso, mustio, hundido.
En vano media vida te afanaste,
pues como un mal sueño a media noche,
como una mansión que se derrumba,
triste, como el guiño triste
de una lámpara extinguiéndose,
súbitamente es dolor lo que hace un momento alegría.
Ay, en el mundo de los hombres
todo es mudable y fugaz [34] .
CANCIÓN UNDÉCIMA
UN PEQUEÑO GESTO DE AMABILIDAD
Un pequeño gesto amable, y una amiga agradecida
que se encuentra por azar:
La buena acción de su madre
le valió la recompensa.
Hay que ayudar a los hombres que viven en la miseria,
y no seguir el ejemplo de su tío desalmado
o de su primo el ingrato,
que por amor al dinero
descuidan a sus parientes.
La fortuna y la desgracia
son las sumas y las restas
que hace el Cielo, tan exactas
que no se pueden cambiar [35] .
CANCIÓN DUODÉCIMA
EL ESPLENDOR LLEGA TARDE
El amor es la imagen de un espejo;
fama y rango sólo un sueño;
belleza y juventud pasan veloces.
Deja de hablar de cortinas bordadas,
de las mantas con aves del amor:
no retrasan la cita con la muerte
la tiara de perlas, la casaca de fénix.
No ha de pasar penurias la vejez,
pero hay que pensar en los hijos y nietos.
Un tocado oficial alegra a un hombre
(¡cómo destella su sello dorado!),
y sube hasta el poder con majestad.
Pero está cerca el oscuro sendero
que conduce a las Fuentes Amarillas.
¿Dónde están los generales de antaño?,
¿dónde los orgullosos estadistas?
Hoy ya no son sino nombres vacíos
que admira la posteridad [36] .
CANCIÓN DECIMOTERCERA
TODAS LAS COSAS BUENAS SE ACABAN
La primavera se acaba; de las decoradas vigas
un polvo fragante cae.
Galante y bella como la luna,
ella es la raíz profunda
del ocaso familiar.
La antigua tradición decae con Jing,
y en la casa Ning se apresta la ruina.
Responsable es la pasión [37] .
EPÍLOGO