Cao Xueqin

Sueño En El Pabellón Rojo


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se va secando el lecho por donde el Xiang fluía.

      No han de cambiar con sus quejas su destino los mortales [30] .

      CANCIÓN SÉPTIMA

      DESPRECIADA POR EL MUNDO

      Orquídea hermosa nació, su talento es el de una

      inmortal y, sin embargo, sus rarezas maravillan:

      detesta los manjares más sabrosos, las ricas sedas.

      Ignora que inspira odio su pureza, que desprecia

      el mundo su perfección.

      Se marchitará a la luz del candil de un viejo altar,

      se acabarán los afeites y los rojos pabellones;

      pasará la primavera, la belleza se ajará.

      El camino polvoriento irá manchando su cara,

      como cuando acoge el fango a un hermoso jade blanco.

      Delfines de casas nobles por ella en vano suspiran [31] .

      CANCIÓN OCTAVA

      LA UNIÓN DE LOS ENEMIGOS

      Bestia del monte Central,

      lobo implacable y salvaje que ignoras la gratitud:

      disfrutas, desenfrenado, del lujo y de los placeres;

      desprecias la más primorosa flor del jardín ducal

      como a un sauce silvestre en el camino;

      pisoteas a la niña como a una mujer vulgar

      hasta marchitar su alma,

      ay,

      antes de que pase un año [32] .

      CANCIÓN NOVENA

      PERCEPCIÓN DE LO EFÍMERO EN LAS FLORES

      Fugaces, ve cruzar tres Primaveras:

      ya no le importa la flor del durazno

      ni el sauce verde;

      apaga el fuego de su juventud

      por gozar de la paz de un cielo calmo.

      No digan que estalla el durazno contra el cielo,

      ni que hierven las nubes de damascos floridos:

      ¿quién ha visto una flor que resista el otoño?

      Los hombres, quejumbrosos, desfilan por la aldea

      entre los álamos;

      bajo los verdes arces los espíritus gimen;

      cubren las hierbas secas

      las tumbas hasta el horizonte.

      Y es ésta la verdad:

      el hombre que ayer fue pobre trabajó afanosamente

      para mudar su fortuna,

      y aun a las flores maltrata

      la mudanza de las estaciones.

      Nadie puede escapar a la amargura

      del nacimiento o de la muerte,

      pero dicen que en Occidente crece un Árbol de la Sal

      cargado de frutos de la inmortalidad [33] .

      CANCIÓN DÉCIMA

      ARRUINADA POR LA PROPIA ASTUCIA

      Tanta astucia y tanta intriga procurarán tu ruina.

      Roto en vida el corazón,

      y muerta, de qué te sirve

      el talento.

      Una mansión noble y rica, una familia en paz…

      todo acabará en el suelo, disperso, mustio, hundido.

      En vano media vida te afanaste,

      pues como un mal sueño a media noche,

      como una mansión que se derrumba,

      triste, como el guiño triste

      de una lámpara extinguiéndose,

      súbitamente es dolor lo que hace un momento alegría.

      Ay, en el mundo de los hombres

      todo es mudable y fugaz [34] .

      CANCIÓN UNDÉCIMA

      UN PEQUEÑO GESTO DE AMABILIDAD

      Un pequeño gesto amable, y una amiga agradecida

      que se encuentra por azar:

      La buena acción de su madre

      le valió la recompensa.

      Hay que ayudar a los hombres que viven en la miseria,

      y no seguir el ejemplo de su tío desalmado

      o de su primo el ingrato,

      que por amor al dinero

      descuidan a sus parientes.

      La fortuna y la desgracia

      son las sumas y las restas

      que hace el Cielo, tan exactas

      que no se pueden cambiar [35] .

      CANCIÓN DUODÉCIMA

      EL ESPLENDOR LLEGA TARDE

      El amor es la imagen de un espejo;

      fama y rango sólo un sueño;

      belleza y juventud pasan veloces.

      Deja de hablar de cortinas bordadas,

      de las mantas con aves del amor:

      no retrasan la cita con la muerte

      la tiara de perlas, la casaca de fénix.

      No ha de pasar penurias la vejez,

      pero hay que pensar en los hijos y nietos.

      Un tocado oficial alegra a un hombre

      (¡cómo destella su sello dorado!),

      y sube hasta el poder con majestad.

      Pero está cerca el oscuro sendero

      que conduce a las Fuentes Amarillas.

      ¿Dónde están los generales de antaño?,

      ¿dónde los orgullosos estadistas?

      Hoy ya no son sino nombres vacíos

      que admira la posteridad [36] .

      CANCIÓN DECIMOTERCERA

      TODAS LAS COSAS BUENAS SE ACABAN

      La primavera se acaba; de las decoradas vigas

      un polvo fragante cae.

      Galante y bella como la luna,

      ella es la raíz profunda

      del ocaso familiar.

      La antigua tradición decae con Jing,

      y en la casa Ning se apresta la ruina.

      Responsable es la pasión [37] .

      EPÍLOGO