trípodes de bronce, pinturas antiguas, libros de poemas… Pero lo que más le gustó fue el carmín y el talco derramado, y las huellas de saliva de las bordadoras bajo la ventana [25] . De la pared colgaba este pareado:
Tierra donde el paisaje es tranquilo y prodigioso,
Cielo en el que nadie puede hacer nada.
Perdido entre tanta admiración por cuanto le rodeaba, preguntó los nombres de las hadas. La diosa las presentó como Hada de los Sueños Amorosos, Gran Señora de la Pasión, Dorada Doncella Portadora del Dolor e Iluminada del Dolor Transmitido.
Al cabo de un momento unas niñas trajeron mesas y sillas, y dispusieron el licor y los manjares. Las copas de vidrio rebosaban de néctar y las tazas de ámbar estaban colmadas de ambrosía. Baoyu preguntó qué le daba al licor su extraordinario aroma.
—Este licor está hecho fermentando los estambres de cien flores y la savia de diez mil árboles, y mezclándolo luego con médula de unicornio y leche de fénix —respondió la diosa—. Lo llamamos Diez Mil Suavidades en una Misma Copa.
Mientras Baoyu sorbía el licor, doce jóvenes danzarinas se acercaron a preguntar qué debían interpretar.
—Las doce nuevas canciones llamadas Sueño en el Pabellón Rojo —ordenó Desencanto.
Las bailarinas empezaron a tocar suavemente sus crótalos de sándalo y a pulsar delicadamente las cuerdas de sus liras de plata. Y cantaron:
¿Quién plantó las semillas del amor…?
Pero la diosa las interrumpió para advertirle a Baoyu:
—Las canciones que vas a escuchar no se parecen a esas que interpretan en las obras de teatro de tu polvoriento mundo, que siempre corresponden a distintos personajes: eruditos, muchachas, guerreros, viejos o payasos; y que se distinguen según los nueve modos establecidos para el sur o el norte. Nuestras canciones son lamentos espontáneos por una persona o por un suceso, y son fáciles de acompañar con instrumentos de viento o de cuerda; pero ningún ser ajeno a este mundo puede apreciar sus calidades, y dudo por tanto que puedas llegar a calar realmente su sentido. Si no vas leyendo el texto al mismo tiempo, te parecerán insípidas como cera masticada.
Sueño en el Pabellón Rojo.
Anónimo de la dinastía Qing (edición de 1815).
Dicho lo cual, ordenó a una doncella que trajera las letras de las canciones de Sueño en el Pabellón Rojo. Entregó el manuscrito a Baoyu, que fue siguiendo el texto mientras escuchaba.
CANCIÓN PRIMERA
PRÓLOGO A UN SUEÑO EN EL PABELLÓN ROJO
¿Quién plantó las semillas del amor
en la primera hora del mundo?
Llegaron de la pasión desbordada,
desde la brisa y la luz de la luna.
Días de desconsuelo y soledad.
En esta tierra de dulces anhelos
quiero cantar secretos dolorosos,
triste elegía del jade y el oro:
quiero contar mi Sueño en el Pabellón Rojo.
CANCIÓN SEGUNDA
UNA VIDA MALGASTADA
Dicen que el oro y el jade se emparejan,
pero yo sólo quisiera cumplir
la promesa de la planta y la piedra.
Diferente me siento a la ermitaña
que vive sola en la límpida nieve,
y echo de menos al hada preciosa
que en los bosques umbrosos habitaba.
Lástima que no exista lo perfecto:
dicen que forman pareja feliz,
pero en ellos anida el desconsuelo [26] .
CANCIÓN TERCERA
VANO ANHELO
Ella es flor inmortal.
Él es jade perfecto.
¿Por qué habrán de verse en esta vida
si así no está escrito?
Mas si en verdad es ése su destino,
¿por qué ha de impedirse su amor?
En vano una suspira,
el otro anhela en vano.
Ella es reflejo de luna en el agua;
él es apenas flor en un espejo.
¡Sus ojos los anegan tantas lágrimas!
Pueden correr del otoño al invierno,
desde la primavera al verano [27] .
Baoyu no captó el valor de estos cantos quebrados y crípticos, pero la lastimera música que los acompañaba envenenó sus sentidos. Sin preguntar por su origen ni indagar acerca de su significado, siguió escuchando para pasar el tiempo.
CANCIÓN CUARTA
FUGACIDAD DE LA VIDA
A la cima del honor sube a buscarla la muerte:
ella verá con sus ojos que ya perdió cuanto tuvo.
La incertidumbre marchita su corazón perfumado.
A la casa de sus padres, más allá de las montañas,
en sueños manda un recado: que su hija ya se fue
a las Fuentes Amarillas: que se recojan temprano [28] .
CANCIÓN QUINTA
SEPARACIÓN DE LOS SERES QUERIDOS
Entre la lluvia y el viento recorrerá tres mil li
lejos de su hogar y de la sangre de su sangre.
Pero teme entristecer en la vejez a sus padres
y por eso les avisa: «No lloréis por vuestra niña.
Siempre estuvieron escritas la buena y la mala suerte;
es el sino, que gobierna los encuentros y partidas.
De este día en adelante viviremos separados;
que cada uno se cuide fiado en su propia mano.
Me despido, no lloréis por vuestra pequeña indigna» [29] .
CANCIÓN SEXTA
DOLOR EN EL JÚBILO
Todavía está en la cuna, y ya sus padres han muerto;
aunque el lujo la rodea, ¿alguien habrá que la quiera?
Por suerte nació mujer tan sincera y tan valiente
que nunca consideró los halagos de los hombres.
Ella, frescor de la brisa, parece luna brillando
sobre aposentos de jade donde ha pasado la lluvia.
Con un hombre inteligente y muy apuesto
podrá vivir largos años; podrá tomar la revancha
de su infancia desdichada.
Pero las nubes se esfuman