Amy Blankenship

El Corazón Del Tiempo


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protegiendo".

      Sintiendo un hormigueo por toda su piel, él frunció su ceño y volvió su mirada lentamente hacia la chica que estaba de pie en la puerta, "Ahem, parece que tenemos un visitante".

      Kyoko observó como la chica llamada Suki se ruborizó mirando a su oponente para después alejarse de él y caminar hacia ella con una gran sonrisa.

      "Hombres", ella volteó los ojos antes de darle la mano de forma amistosa, "Hola, yo soy Suki, y esta pobre excusa de hombre es Shinbe", apuntando con el pulgar al hombre que estaba detrás de ella, aún sonriendo.

      "Suki" exclamó el joven llamado Shinbe. "Me heriste hasta la médula", mientras colocaba ambas manos en su corazón.

      Suki frunció su ceño, "Shinbe, si pudiera herirte tu cerebro ya gotearía por tus orejas de todos los golpes que te habría dado".

      Shinbe movió sus cejas, "Sabes que me encanta el amor severo que me brindas".

      "Te mostraré amor severo aquí en un minuto pero no quiero asustar a la nueva chica" le respondió Suki.

      Kyoko ya le agradaba la chica y sonriendo le tomó la mano en un fuerte saludo. "Hola, yo soy Kyoko Hogo, pero por favor dime Kyoko".

      Ella miró al chico parado detrás de Suki. "Un placer conocerlos a ambos" Había algo en sus ojos que llamó la atención de Kyoko. Eran sorprendentemente amatista y muy impresionantes. Su cabello le llegaba un poco más abajo de sus hombros y era muy oscuro con reflejos azules. Él le recordaba a un cantante de una de esas bandas de rock de los 80's.

      Suki sonrió de oreja a oreja. "Hola, yo he escuchado de ti. Si, yo sabía que vendrías hoy. Iba a ir a buscarte en un rato para darte un tour". De repente ella ajustó la mirada y volteó la cabeza hacia un lado para mirar a Shinbe con una mirada gélida, "Yo no haría eso si fuera tú".

      Kyoko inclinó la cabeza para mirar. Efectivamente la mano del chico se había detenido a mitad de camino casi tocando el trasero de Suki, y estaba sonriendo con una mirada estrellada.

      Shinbe suspiró y dejó caer su mano, "Un día descubriré como lo sabes, incluso cuando no estás mirando".

      Suki solo murmuró, "¡Solo lo sé, es todo!" Sonriéndole a Kyoko amablemente dijo, "Ven conmigo, me cambiaré muy rápido" Ella tomó a Kyoko de la mano y la llevó afuera.

      Kyoko le dio una mirada a Shinbe para ver como se despedía. "Estos dos van a ser muy divertidos" pensó para sí misma mientras era llevada al vestidor de damas.

      Suki ya podía decir que le agradaba Kyoko, y por alguna razón, sentía que ya la conocía. "Kyoko, cuéntame sobre ti mientras me cambio", Dijo mientras caminaba detrás de la pared divisoria.

      Kyoko se sentó sintiéndose completamente cómoda con Suki. "Bueno, vengo de un pequeño pueblo del otro lado de la ciudad. Y por algún motivo, de la nada, recibí una carta diciendo que tenía una beca para venir aquí". Kyoko podía oír un "sip" de Suki, entonces ella prosiguió: "Realmente no sé cómo recibí una beca por la que ni siquiera apliqué".

      Suki pudo escuchar la pregunta en ese argumento y sonrió, asomando la cabeza por la esquina. "No te preocupes por eso, viniste aquí del mismo modo que yo". Ella desapareció detrás del divisor otra vez y añadió, "Yo nunca apliqué para acá tampoco".

      Kyoko frunció su ceño, "Pero ¿Por qué? Tiene que haber una razón. ¿Sabes cuál es?"

      Suki salió ya vestida. Se sentó para ponerse sus tenis. "Sí, Lo he descubierto, bueno, algo de eso sé igual. El chico que es dueño de esta escuela busca a personas con..." Suki hizo una pausa, inclinando un poco la cabeza, "habilidades únicas". Ella se encogió de hombros añadiendo, "Tal vez tengas mucho a que acostumbrarte cuando conozcas a los demás que viven aquí". Ella sonrió, sabiendo que tenía razón.

      De repente, Suki se puso de pie y lanzó un zapato a la puerta del vestuario, sonriendo triunfante cuando escuchó suaves insultos en el otro lado. Recuperó el zapato y se sentó otra vez para volvérselo a poner. "Entonces, ¿Qué habilidad tienes?"

      El aliento de Kyoko parece detenerse mientras su mente empieza a trabajar. No había forma de que alguien aquí supiera que ella era una sacerdotisa. Ella frunció el ceño ante la culpabilidad de Suki y rápidamente miró hacia otro lado mientras ella contestó, "ninguna que yo sepa".

      Suki levantó una ceja pero se encogió de hombros sabiendo que lo iba a averiguar tarde o temprano. "Vamos. Shinbe está probablemente esperándonos de todas formas". Ella abrió la puerta y efectivamente, Shinbe estaba ahí parado suficientemente cerca como para haber estado escuchando lo que habían hablado. Él sonrió inocentemente, retrocediendo todo el tiempo.

      Suki cerró la puerta detrás de ellos y señaló al cartel de la puerta. "Shinbe, ¿no sabes leer? Ahí dice Vestuario de Damas. Ella le da una mirada de advertencia.

      Shinbe se encogió de hombros, "Si, por eso estaba parado cerca". Él rápidamente salió del camino cuando ella intentó golpearlo con la mano. "Suki... soy un hombre... necesito afecto. ¿Y qué mejor forma de obtenerlo que aprendiendo como funciona la mente femenina?"

      "Puedes hacer tu investigación en la biblioteca”, dijo Suki entre dientes fuertemente.

      Shinbe sonrió. "Querida Suki, cada libro acerca de la mente femenina está vacío".

      Suki sonrió también, "Eso es porque todos eso libros en la biblioteca fueron escritos por hombres".

      Moviendo su ceja con asombro, Shinbe se acercó, "Exactamente. Planeo en ser el primero en escribir uno que tenga sentido para aquellos como nosotros que poseen testosterona".

      Suki le dio a Kyoko una mirada de derrota, luego miró su reloj. "Oye, ¿Tienes hambre? Vamos al restaurante estudiantil para comer primero".

      Kyoko asintió con la cabeza. Ella había estado muy nerviosa para comer esta mañana, pero con ellos se sentía como en casa y ahora estaba hambrienta.

      Shinbe agitó su mano en frente de él, "¡Damas primero!" Gritó cuando Suki le dio otro golpe en la parte trasera de la cabeza.

      "Yo no fui tan lenta aquella vez ¿verdad? Ahora guía el camino" Suki lo miró como si lo estuviese acusando. Una vez que Shinbe caminaba a salvo en frente de ellas, ella se acercó a Kyoko con risa burlona, "Solo recuerda mantenerlo en frete de ti si no quieres que te manosee".

      Kyoko no lo pudo evitar. Ella empezó a reírse y no se detuvo hasta entrar a la cafetería, que para ella se veía más como una fuente de soda. Sus ojos se agrandaban a medida que se acercaba a Suki. "Sabes, cada vez que doy la vuelta en este lugar, siento que estoy en el lugar equivocado".

      Shinbe las guió a una mesa cerca de la parte trasera del lugar. Suki y Kyoko se sentaron en una banca y Shinbe se sentó del otro lado, lucía como el hombre más inocente del mundo. "Sabes, es difícil acostumbrarse a este lugar". Él le sonrió a Kyoko haciendo que se iluminarán sus ojos amatistas. "He estado aquí un año completo y todavía no lo descifro".

      Suki empujó el hombro de Kyoko, "Él llegó aquí de la misma forma que tú y yo. Por una invitación abierta". Ella encogió los hombros como para decirle a Kyoko que solo lo aceptara y lo disfrutara.

      Kyoko se inclinó hacia adelante con la mirada confundida, "No lo entiendo. ¿Por qué alguien haría eso?"

      Shinbe asintió con la cabeza sabiendo que alguien tenía que decirle la verdad. "Yo tengo algunas habilidades y Suki también”. Él encogió los ojos guiñándole un ojo. "Todos lo que tienen una beca aquí la tienen”.