de diversas situaciones en la vida15.
Quienes se han atrevido a dar definiciones se enfrentan a muchos contradictores. Por eso Pirandello dice que “el humorismo16 tiene infinitas variedades y tantas características que, al querer describirlo en general, se corre siempre el riesgo de olvidarse de alguna”. Pero, añade Pirandello, si bien tales procesos no se pueden definir, sí es posible representar, cosa que hacen los artistas y los literatos todo el tiempo17.
Pero bueno, ¿cuál es la definición de humor? Luigi Pirandello, en su ensayo clásico titulado El humorismo, dice:
Si quisiéramos tener en cuenta todas las respuestas que se han dado a esta pregunta, todas las definiciones que han propuesto autores y críticos, podríamos llenar bastantes páginas y, probablemente, al final, confundidos entre tantos pareceres, no conseguiríamos otra cosa que repetir la pregunta:
—Pero, en resumen, ¿qué es el humorismo?
Y continúa diciendo:
Características más comunes, y, sin embargo, más generalmente observadas, son la “contradicción” fundamental, cuya causa primera suele considerarse el desacuerdo que el sentimiento y la meditación descubren o bien entre la vida real y el ideal humano o bien entre nuestras aspiraciones y nuestras debilidades y miserias, y cuyo principal efecto es una especie de perplejidad entre el llanto y la risa; luego, el escepticismo, que colorea toda observación, toda pintura humorística, y, finalmente, el modo de proceder del humorismo minuciosa y maliciosamente analítico18.
Así las cosas, nos vemos obligados a concluir lo que otros ya concluyeron: “Los estudiosos del humor que comienzan por la búsqueda de una definición se ven en la necesidad de acabar confesando la imposibilidad de tal empeño”. La razón principal es que como tema es tan complejo como cambiante; y como rasgo, “trasciende y engloba todo [sic] forma literaria, además de otras formas de expresión escrita o impresa”19. Pero podemos empezar a vislumbrar que el humor, aunque difícil de definir, es un asunto muy serio.
Nos queda todavía la tarea de, si no definir, por lo menos diferenciar algunos términos y conceptos. Pirandello hace algunas precisiones muy útiles para los propósitos de este libro:
Veo a una anciana señora, con los cabellos teñidos, untados de no se sabe bien qué horrible grasa, y luego burdamente pintada y vestida con ropas juveniles. Me echo a reír. Advierto que esa anciana señora es lo contrario de lo que una anciana y respetable señora tendría que ser. Así puedo, de buenas a primeras y superficialmente, detenerme en esta impresión cómica. Lo cómico es precisamente un advertir lo contrario. Pero si ahora en mí interviene la reflexión y me sugiere que aquella anciana señora tal vez no encuentra ningún placer en vestirse como un loro, sino que tal vez sufre a causa de ello y lo hace sólo porque se engaña piadosamente y piensa que, vestida así, escondiendo sus arrugas y sus canas, conseguirá retener el amor de su marido, mucho más joven que ella, entonces yo ya no puedo reírme como antes, porque precisamente la reflexión, trabajando dentro de mí, me ha hecho superar mi primera observación, o más bien, me ha hecho penetrar en ella: de aquella primera observación de lo contrario me ha hecho pasar a este sentimiento de lo contrario. Esta es toda la diferencia que hay entre lo cómico y lo humorístico20.
Según este ejemplo y su explicación, es posible ver solamente lo cómico de las cosas, es decir, quedarse con lo superficial, y perderse de lo humorístico, del sentimiento que surge luego de la reflexión. La risa que produce lo uno y lo otro son diferentes.
La esencia del humor según Pirandello es ésta: existe una permanente contradicción en el ser humano que lo acompaña como la sombra de su cuerpo. Esto lo descubre el humorista por la reflexión “que en todo ve una construcción ilusoria, falsa o ficticia del sentimiento, la cual desmonta y descompone con análisis agudo, sutil y minucioso”21. Siguiendo con su metáfora de la sombra, Pirandello concluye su estudio así:
Resumiendo, el humorismo consiste en el sentimiento de lo contrario, producido por la especial actividad de la reflexión, que no se oculta, que no se convierte, como suele suceder ordinariamente en el arte, en una forma del sentimiento, sino en su contrario, aunque siguiendo paso a paso el sentimiento como la sombra al cuerpo. El artista ordinario se preocupa del cuerpo solamente; el humorista tiene en cuenta el cuerpo y la sombra, y tal vez más la sombra que el cuerpo; se da cuenta de todas las bromas de esta sombra, de como a veces se estira y otras se encoge, como si remedara al cuerpo. Que mientras tanto no la calcula ni se preocupa de ella22.
Para dejar allí el asunto de la definición del humor añadiremos las palabras de Casares “El humor es la interpretación sentimental y trascendente de lo cómico”23. Aunque hay suficientes méritos en las propuestas de Pirandello, reconocemos que no poseemos una definición consensuada del humor. La razón principal es que existen diferentes formas de explicar cómo funciona el humor tanto en la psiquis humana como en la sociedad donde ocurre. Esas diferentes explicaciones, a su vez, han producido escuelas y corrientes, fundadas sea en la filosofía, la psicología, o la sociología. Sin embargo, hay dos términos que surgen una y otra vez: la contradicción y lo ridículo.
Sin necesidad de acudir a los diccionarios ni las enciclopedias, por la experiencia sabemos que el humor es una realidad humana que no precisa ser demostrada. Sin embargo, y para curarnos en salud, Casares afirma que el sólo hecho de intentar definir el humor “prueba ya la carencia del sentido del humor”. Lo que sí hace Casares es diferenciar humor de humorismo; así: el humorismo es un “estilo literario [con manifestaciones objetivas] en el que se hermanan la gracia con la ironía y lo alegre con lo triste”; mientras que el humor es “una disposición de ánimo, algo que no trasciende del sujeto que contempla lo cómico”. Puestos juntos, el humorismo es “la expresión externa del humor, mediante la palabra, el dibujo, la talla, etc”. En otras palabras, el humor es una forma de ver el mundo (Weltanschauung), una actitud frente a la vida24.
Sobre la superioridad del humorismo con respecto a otras ciencias, nuevamente Pirandello dice:
Y mientras el sociólogo describe la vida social tal como resulta de las observaciones exteriores, el humorista, armado de su aguda intuición, demuestra, revela hasta qué punto las apariencias son profundamente diversas del ser íntimo de la conciencia de los asociados. Y, sin embargo, se miente psicológicamente, igual que se miente socialmente. Y ese mentirnos a nosotros mismos, viviendo conscientemente sólo la superficie de nuestro ser psíquico, es un efecto de la mentira social. El alma que se refleja a sí misma es un alma solitaria; pero la soledad interior nunca es tanta que no penetren en la conciencia las sugestiones de la vida en común, con las ficciones y las artes de transfiguración que la caracterizan25.
Además de observar las dificultades de la definición de “humor”, un segundo propósito de estas páginas introductorias es mostrar las formas más importantes de explicar los mecanismos y funciones del humor. Presentamos algunos modelos a continuación para explicar y comprender el humor, no tanto para definirlo.
Modelos
Del humor se han ocupado desde los filósofos griegos clásicos, hasta los más importantes pensadores de los últimos siglos26. Hay varias formas de clasificar el tema, por psicología, por