que “[e]l número de teorías y definiciones del humor rebasa el millar”27. Y, como si eso fuera poco, los especialistas afirman que a pesar de tantas teorías, “seguimos sin entender cómo funciona este curioso mecanismo” del humor28.
Como en todos los campos de la investigación, no es extraño encontrar que un autor piense que los modelos anteriores a él son inadecuados para explicar el humor. En este libro me propongo analizar el humor en el Antiguo Testamento con la ayuda de las teorías más importantes.
Entre tantas definiciones y teorías, los especialistas lograron identificar cinco escuelas principales en el estudio del humor29. Es importante aclarar que estos modelos no siempre se contradicen entre sí. Lo que hacen es más bien enfocarse en un aspecto sea mirando la psiquis en la producción del humor, o el análisis de lo cómico en sí, o los contextos y relaciones en los que ocurre. Presentamos a continuación los modelos más aceptados por los especialistas.
Catarsis30
Esta teoría fue propuesta por Herbert Spencer en el siglo xix: La risa es “la liberación de energía nerviosa represada”. En 1905 Freud añadió en su libro sobre el chiste31 que esa energía liberada en la risa “produce placer porque supuestamente economiza la energía que de otra manera se necesitaría para contener o reprimir esa actividad psíquica”.
Este es el humor que se hace a expensas de aquellas cosas y temas que producen cierta inseguridad o incomodidad, con el propósito de liberar esos sentimientos de moderada tensión. Cuando la tensión es demasiado fuerte, lo que de otra forma sería humorístico, crea más bien frustración y se convierte en ofensa. Por ejemplo, los chistes tipo “batalla de los sexos” que hace dos o tres décadas resultaban divertidos, hoy en día en vez de divertidos se consideran hostiles, agresivos.
Dos ejemplos para ilustrar, uno antiguo y otro reciente: 1) El presidente de Colombia bajo cuyo gobierno se separó Panamá y se creó una nueva nación dijo a sus críticos: “¿De qué se quejan los colombianos? Me entregaron un país y les devolví dos”. 2) Durante los diálogos de paz entre las farc y el gobierno de Pastrana en Colombia, una prestigiosa revista cuenta que un día cuando empezaba a anochecer, Tirofijo32 dijo: “Me voy antes que oscurezca, porque por aquí hay mucha guerrilla”. Habrá que ver cuánta energía se libera aquí y de quién. Los ejemplos sirven para mostrar las bondades y limitaciones del modelo catarsis.
Superioridad/agresión
Así concibieron el humor Platón y Aristóteles: una forma de agresión por parte de alguien que es o se siente superior al objeto del humor. En la era moderna, se le atribuye a Thomas Hobbes la explicación del humor como una manifestación de un sentido de superioridad ante la inferioridad de otros33. En este modelo hay dos corrientes: los que piensan que no puede haber humor donde hay agresión, y los que afirman que no puede haber humor sin agresión. De lo primero se ha afirmado que: “el humor nada tiene que ver con una conducta agresiva […]” y que por lo tanto “ni la sátira, ni el sarcasmo ni cualquier otro género de burla tienen algo que ver con el humor”34. El presupuesto aquí es que el humor no puede herir a nadie. Pero si así fuera, muy poco humor quedaría en el mundo. Esa es una visión demasiado reducida del humor35. En el segundo grupo, Griffith y Marks dicen que en la teoría del humor representada por Platón, Aristóteles, Quintiliano y luego Hobbes, “nos reímos desde los sentimientos de superioridad que tenemos sobre otras personas, de esa repentina gloria que surge de una repentina concepción de alguna eminencia en nosotros, en comparación con las debilidades de otros”36. Esta teoría de la superioridad es la que “domina la tradición filosófica hasta el siglo dieciocho”37.
Incongruencia y la solución de la incongruencia
La teoría de la incongruencia fue propuesta en 1750 por Francis Hutcheson en sus Reflexiones sobre la risa. Entre sus seguidores se cuentan Hazlitt, Kant, Shopenhauer y Kierkegaard38. Esta es la teoría más popular sobre el humor39. Kant, quien también tuvo tiempo para el tema del humor, explicó la risa como la emoción que se produce cuando lo que se espera queda repentinamente reducido a nada. Los sucesos toman un giro sorpresivo y lo esperado se transforma, produciendo una descarga de energía psíquica40. A este asunto se refirió también Blas Pascal: “Nada produce más risa que una sorpresiva desproporción entre aquello que uno espera y aquello que uno ve”41. Madame de Staël definió el humor como “la percepción de la semejanza entre los contrarios y la diferencia entre los parecidos”42. Pero, si la incongruencia no se resuelve, lo que debió ser humorístico se queda en el sinsentido43. Ambos movimientos deben ocurrir con la rapidez necesaria para hacer al humor más divertido todavía.
En algunos casos esta forma de humor debe analizarse como una metáfora: el humor “es el producto de la diferencia entre la expresión explícita (lo que se dice en palabras) y la impresión implícita (lo que se esconde en lo que se dice)”44. Como hemos dicho, este modelo es uno de los más aceptados, ya que abarca muchas realidades de la vida, y es naturalmente favorito para la elaboración de historias cómicas y chistes. También incluye los chistes e historias escatológicas (desafortunada homonimia para excrementos o lo coprológico).
Podríamos decir, entonces, que el humor se produce por una discrepancia entre la forma real de las cosas y la forma como se representan en un chiste o un relato, entre expectativa y realidad. El humor desbarata nuestras expectativas al producir una realidad novedosa; tan pronto como se descubre esa discrepancia, se produce el humor45.
Por último, un ejemplo de alguien más conocido. En una revista colombiana sale una breve noticia: “Chávez, el zar de la prensa: Contrario a lo que suele creerse de que Hugo Chávez es un enemigo de los medios de comunicación, al Presidente de Venezuela le encantan. Prueba de ello es la cantidad de canales de radio y televisión que hoy están a su servicio”46. Esta forma de expresar opiniones, en literatura se llama ironía.
Crítica/mofa/burla
Esta ha sido la contribución de Henri Bergson a la discusión del tema. Cuando esta forma del humor se hace de actores en el orden social, podría servir para provocar cambios. Así que yendo más allá de la simple burla, los chistes se pueden ver como “pequeños ensayos antropológicos: La antropología comparte con el humor la estrategia básica de la desfamiliarización: se desacomoda el sentido común, se evoca lo inesperado, los temas familiares se trasladan a contextos desconocidos y hasta molestos, con el fin de hacer al público o a los lectores conscientes de sus presupuestos culturales”47. Reconociendo este valor del humor en la sociedad, un autor se quejaba hace unas décadas de que la literatura sobre el humor de su época no se diera cuenta