Romanus Cessario

Tomás y los tomistas


Скачать книгу

consideraba profesoral en cuanto que el púlpito ofrecía el lugar óptimo para la comunicación de la verdad divina. Este arreglo no surgió de un espíritu de elitismo, sino que, al contrario, generalmente se pensaba que la ignorancia del predicador no debía comprometer su autoridad.

      Al igual que los otros maestros universitarios, Tomás se dedicó a estas responsabilidades profesionales. Aunque a menudo pasa desapercibido, el monje dominico cumplió su cometido mientras vivía bajo el gobierno de los monarcas franceses. Por su parte, el rey Luis IX favoreció a los dominicos con grandes beneficios que les permitieron construir los edificios que acogieron a Tomás durante su primera regencia parisina (término reservado para describir el periodo en que un maestro trabaja en un puesto universitario oficial) y nuevamente durante la segunda.

      Los arqueros reales se posicionaros estratégicamente frente al priorato dominico de Saint-Jacques para algo más que garantizar el control de la muchedumbre; los revoltosos representaban la cara pública de algunos desafíos serios a la legitimidad de las nuevas órdenes mendicantes que operaban dentro del entorno universitario. El clero católico existe en dos formas de servicio a la Iglesia: un grupo debe su lealtad al obispo local y sirve las necesidades pastorales de la iglesia local; el otro grupo (monjes, frailes, etc.) puebla los diversos institutos religiosos que se han desarrollado a lo largo de los siglos. Aún en nuestros días la diferencia en los arreglos financieros que existe entre ambos grupos permanece un factor relevante para las «disputas anti-mendicantes». Los sacerdotes seculares y los clérigos administran sus propios recursos financieros y retienen la capacidad de poseer propiedades, mientras que el monje o religioso hace un voto de pobreza en el contexto de una vida común y, por lo tanto, renuncia al derecho de poseer bienes como propios. A mediados del siglo XIII, no todos en París entendieron que las órdenes mendicantes recién formadas (del latín mendigar, mendicare) proponían ganarse la vida pidiendo limosnas. Este modo de abastecimiento para la vida diaria supuso una desviación de la forma en que las órdenes monásticas más antiguas satisfacían sus necesidades. Tradicionalmente, los monjes, según el mandato emblemático de san Benito, ora et labora, dividían su tiempo entre oración y trabajo, este último destinado a generar ingresos para apoyar a la comunidad monástica.

      La asistencia a esta reunión resultó en que Tomás diera forma a un plan que garantizaría la formación intelectual adecuada de los futuros miembros de la Orden Dominica. El programa contemplaba un progreso ordenado en los estudios, adaptados a las habilidades de cada dominico, y, además, diseñados para continuar durante toda la vida del miembro. Es fácil imaginar que Tomás tuvo una gran influencia en el desarrollo de este programa, sabiendo que fomentaría en sus compañeros dominicos cualidades favorables tanto para el conocimiento adquirido de la verdad sagrada como para el establecimiento de ritmos de paz evangélica. Un estudio adecuado permitiría a los dominicos cumplir su misión como atletas bien entrenados al servicio de Cristo arqueros expertos, podríamos decir.

      Tomás despliega ingeniosamente una metáfora prestada del tiro con arco en su comentario a Job 42, 2: «reconozco que lo puedes todo, que ningún proyecto te resulta imposible». El Doctor Común afirma que este versículo «puede referirse a la infalibilidad de la operación divina». Luego, continúa comentando:

      En síntesis, Tomás deseaba que los jóvenes dominicos se hicieran como arqueros inteligentes, cuyas flechas siempre dan en el blanco.

      16. W. Shakespeare, Enrique V, acto 4, escena 3..

      17. Para una visión general de la historia de este convento, cf. B. Beaumont y G. Bedouelle, Guide des Lieux Dominicains: France, Belgique sud, Suisse romande (París: Edition Horay, 2004), 122–23.

      18. Cf. N. Lemaître, Saint Pie V (París: Fayard, 1994), 168.

      19. La biografía y los datos históricos de la vida de santo Tomás de Aquino dependen de la biografía más extensa y reciente, escrita por J.-P. Torrell, Initiation à saint Thomas d’Aquin. Sa personne et son œuvre. Nouvelle édition profondément remaniée et enrichie d’une bibliographie mise à jour (Paris: Cerf, 2015). Existe una traducción en español de la versión antigua: J.-P. Torrell, Iniciación a Tomás de Aquino. Su persona y su obra, trad. Ana Corzo Santamaría (EUNSA: Pamplona, 2002).

      20.