Denis Fortin

Enciclopedia de Elena G. de White


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muchas de las cosas que figuraban en las páginas siguientes y otras que ni siquiera estaban en el libro. Ella dijo: ‘Nunca leí sobre esto, pero esa escena me ha sido presentada una y otra vez’ ”. Cuando él le preguntó: “¿Por qué no la pusiste en tu libro [El conflicto de los siglos]?”, ella respondió: “No sabía dónde ponerla”.675 Por estas declaraciones, William White demostró su comprensión de que, mientras el contenido mayoritario de los escritos históricos de Elena de White provenía de visiones, ella dependía de fuentes comunes para las conexiones geográficas y cronológicas.

      Esta carta a Haskell contiene una declaración bastante detallada del entendimiento de William White respecto del uso de Elena de White como una autoridad en historia. Él comen­zó: “Respecto a los escritos de mamá, ella nunca deseó que nuestros hermanos los trataran como una autoridad en historia. Cuando se escribió El conflicto de los siglos, a menudo ella daba una descripción parcial de alguna escena que se le había presentado y, cuando la hermana Davis consultaba sobre el tiempo y el lugar, mamá la refería a lo que ya estaba escrito en los libros [Thoughts on Daniel y Thoughts on Revelation] del pastor [Uriah] Smith, y en historias seculares. Cuando se escribió El conflicto, mamá nunca pensó que los lectores lo tomarían como una autoridad en fechas históricas y que lo usarían para dirimir controversias, y ahora ella no siente que se lo debiera usar de esa manera. Mamá tiene el mayor de los respetos por esos fieles historiadores que dieron su [vida] al estudio del funcionamiento del gran plan de Dios en la historia de este mundo, y por quienes descubrieron en este estudio la correspondencia de la historia con la profecía. [...]

      “Me parece que existe el peligro de poner demasiado énfasis en la cronología. Si hubiera sido esencial para la salvación de los hombres que él [o sea, el ser humano] debiera tener una comprensión clara y armoniosa de la cronología del mundo, el Señor no habría permitido los desacuerdos y las discrepancias que encontramos en los escritos de los historiadores bíblicos; y me parece a mí que, en estos últimos días, no debe haber tanta controversia respecto de fechas. [...]

      En resumen, W. C. White creía que la fuente primaria de los escritos de su madre era la revelación-inspiración divina, y esa creencia era el supuesto para todos sus tratos con los escritos de ella. Aunque él no creía que Dios había revelado en visión directamente cada detalle necesario para hacer una narración histórica conectada, sí creía que Dios la había guiado en la selección de las fuentes históricas que ella usaba para suministrar los detalles que no habían sido dados en visión. Y si bien él creía que los escritos históricos de Elena de White eran inspirados, no sostenía que fueran infalibles. En contra de aquellos que querían atribuir a la revelación cada detalle en las narraciones históricas de su madre, él argumentaba (en una carta con la aprobación de su madre) que ella no había obtenido cada detalle de la revelación y no tenía la intención de que sus escritos fueran usados para probar detalles históricos.

      Por último, aunque W. C. White rehusaba atribuir infalibilidad a los escritos de su madre, también rechazaba el extremo opuesto. Contra la declaración rotunda de que ella no era teóloga ni historiadora, él argumentaba que, en el sentido más amplio de esos términos, ella había escrito mucho de teología e historia prácticas. Él creía que en sus conceptos teológicos y amplios temas históricos en general, Elena de White estaba inspirada y tenía autoridad.

       Lo que sus escritos históricos implican para sus escritos sobre ciencia