esfera invisible de 22 metros de diámetro se materializará a 18 km de la Tierra. Su poder se manifestará de forma extraña ya que torcerá los ejes del tiempo y del espacio permitiendo a los matemáticos una tercera alternativa entre la geometría euclidea y la no euclidea.
Una alternativa semejante a las capacidades extrañas del sánscrito.
J: Eric dice que ciertas palabras sánscritas actúan sobre el objeto energético que designan. Él es el único que lo dice, lo verifiqué. Y agrega que ese alfabeto fue construido “desde” las energías y por eso actúa “sobre” las mismas.
Descubriremos que una ecuación «puede generar» un nuevo espacio en lugar de simplemente describirlo.
R: ¿No es lo que pasa con los algoritmos de inteligencia artificial que usan las grandes redes informáticas?
Una persona por cada millón se verá beneficiada por la capacidad generada por esta esfera: el poder de leer y escribir esas ecuaciones. En un lenguaje antiguo diríamos que los ideogramas, (que llamamos ecuaciones), serán como hieroglifos que, canalizando el poder del 4to ojo de esas personas, les permitirá materializar espacios diferentes. Estos privilegiados recibirán muchas iniciaciones que les enseñarán cómo tapizar las paredes internas de su chakra central, que une el perineo con la coronilla.
J: Eric descubrió este chakra haciendo experiencias con la moksa del ombligo. Fue su extremada capacidad de percepción energética que se lo reveló. Luego construyó ejercicios específicos para lograr navegar voluntariamente en él. Presenta este chakra longitudinal como el “ascensor de la conciencia”.
Como todas las transmisiones de poderes, las llamadas «Iniciaciones» sólo pueden ser recibidas durante el sueño para poder incorporarse en nuestro ser bioenergético, el cual se despierta apenas pierde conciencia el hombre neuronal.
C: En la TAK aprendemos que el hombre bioenergético, a diferencia del hombre neuronal, se desempeña en un nivel de micro energías y se mueve a velocidades supra lumínicas. Por eso sólo el sueño paradójico puede soportar tales variables.
Esta capacidad permitirá acceder al vacío que existe en los átomos entre neutrones y electrones. Por este resquicio pasan las otras dimensiones demostrándonos que todo vacío está lleno de algo que ya actuaba antes de ser comprendido por la conciencia. De allí, los bendecidos con este poder tendrán la capacidad de distorsionar las propiedades moleculares y descubrirán los fundamentos de la alquimia.
C: Y sí, a la alquimia teníamos que llegar. Eric, en su libro “Alquimia de la Nueva Era”, enseña técnicas sobre esto. El Solve y Coagula, es decir, limpiar y renovar, deshacer lo viejo para construir nuevas estructuras.
R: Carlos por favor, no te pongas como tus colegas del medioevo. No empieces a hablar en latín.
Algunos miembros de esta nueva casta de poderosos, disgustados por la inercia mundial todavía imperante, decidirán instalarse para siempre en alguna de estas otras dimensiones. Comprenderemos entonces el fenómeno de los cuerpos imputrescibles post mortem de los santos.
R: A esto soy particularmente sensible. Soy creyente y orgulloso de serlo, pero no comprendía el origen de la no putrefacción.
C: Raúl, espera que leamos lo que sigue y veremos si quieres ser excomulgado. A Barone no le importa.
Si el cuerpo de personas de gran poder espiritual fue descubierto intacto, varios siglos después de su muerte, es porque sencillamente... no había muerto. No decimos que fueron enterrados vivos, sino que su conciencia quedó voluntariamente en esos espacios interatómicos desde los cuales continuaron ayudando a las personas, prolongando así la misión de su vida.
Este fenómeno, reportado varias veces a lo largo de milenios, justifica la devoción mundial que todas las religiones manifiestan a sus antepasados, a las reliquias y justifica que ciertos cultos hayan nacido de esa capacidad de escribir ecuaciones del universo, que fue desarrollada en la especie humana hace ya 82.000 años.
C: Y ¡bang!. Ahora Eric se pone también a los historiadores en contra. Aparte de la hoguera, recibirá la excomunión, pero lo peor de todo, será la venganza de los historiadores.
R: Carlos, a Barone, el pasado no le importa. Un día llegó con una cara espantosa, angustiada, desencajada. Yo me preocupé y, angustiado, le pregunté: ¿qué pasó?, y él me dijo: ¡estoy preocupado porque leí que el universo habrá desaparecido dentro de veinte mil millones de años!
Tardé tres segundos en reaccionar y explotar de risa con él. Sabía que a él sólo le importa el presente, el aquí y ahora. Siempre dice que “nuestros grandes futuros son el producto de micro decisiones del presente” y que sólo debe importarnos tomar el control del presente porque es lo único que podemos controlar verdaderamente.
J: Así es. El pasado ya no existe y el futuro todavía no es.
C: Sí, hay muchas personas que toman antidepresivos porque recuerdan ciertos sufrimientos del pasado, los proyectan sobre su futuro y así sufren tres veces en lugar de una sola vez.
Podemos aventurar que éste ha sido el mayor tema de estudio que los guías/experimentadores trabajaron en nuestra humanidad.
R: Yo le dejo a Eric asumir la responsabilidad de sus palabras. Él dice que “parece’’ que nuestra humanidad es un laboratorio donde inteligencias superiores experimentan.
Es obvio que los que tendrán esta capacidad en el futuro próximo serán verdaderos superhombres en el sentido que le atribuimos en nuestra época, pero no serán reconocidos como dioses ni como grandes maestros sino como mutantes, ya que nuestra humanidad no estará más dispuesta a inventarse nuevos dioses.
J: Aquí se refiere a dos conceptos importantes, “los egrégores”, esos seres invisibles que el hombre crea con su “cuarto ojo”, y el poder especial de ese ojo espiritual que sólo la TAK revela, entrena y utiliza: cómo crear “campos akáshicos de excepción”.
Durante 187 años no se notará la distorsión de espacio/ tiempo, pero desde el año 2239 se podrán observar los cambios siguientes:
C: Hay una frase ingeniosa de Barone que siempre me hace sonreír. Dice a sus lectores que no deben pensar resignados: ‘‘bah!, en esa época no estaré más aquí’’ sino, más bien: “¡yo seré mis descendientes!”. Esa frase hace referencia a la reencarnación, la suya, la nuestra, la de todos.
- Primero se notará en las moléculas de agua. El agua del planeta se volverá mucho más consciente y nuestra inteligencia bioenergética que siempre apoyó su desempeño sobre este líquido que ocupa el 80% de nuestro cuerpo, aumentará 3000 veces su propia densidad. Podremos decir que «pensaremos desde cada molécula de agua de nuestro cuerpo».
El inconveniente, (aunque no es seguro que lo sea), será que el agua de mar, de ríos y lagos también habrá aumentado su conciencia provocando que gran parte de la humanidad sienta la polución de los mares como propia.
A las personas les parecerá que su conciencia está «sucia» y tendrán razón, ya que esa polución será la penosa herencia de nuestras generaciones. Treinta millones de personas se asociarán para limpiar los mares del mundo y purificar el agua en forma general, conscientes de que lo estarán haciendo simultáneamente en los mares y en el inconsciente colectivo de toda la humanidad presente y por venir. Habrán redescubierto la interdependencia del hombre y de la naturaleza, a través del agua como puente de la vida.
R: ¡Viva el ecologismo bien comprendido!
- El elemento aire cambiará sutilmente de densidad, no de composición molecular sino de comportamiento físico.
A nuestros descendientes el aire les parecerá muy «áspero» y la dificultad para respirar que provocará, obligará a una modificación genética de los pulmones y del sistema respiratorio. Se realizará en menos de tres generaciones.
- El elemento fuego parecerá cada vez más frío. No será porque las leyes físicas hayan cambiado sino porque la energía interna del hombre se habrá vuelta tan consciente que no