del músculo, y, por eso, los estabilizadores actúan anclando el hueso o la parte del cuerpo para que eso así suceda. Por ejemplo, en una elevación al frente (grand battement), los músculos estabilizadores (músculos abdominales) actúan previniendo que la inserción proximal del músculo psoasilíaco (un flexor de la cadera que se inserta proximalmente en la porción inferior de la columna) arquee la región lumbar mientras la inserción distal del psoasilíaco en el fémur genera la acción deseada de elevar el muslo (flexión de cadera).
Un ejemplo en que la gravedad es el factor principal son las flexiones de brazos. Los músculos abdominales se contraen para estabilizar la pelvis y la columna, y prevenir así la tendencia de la región lumbar a arquearse y la del cuerpo a hundirse por efecto de la gravedad. Un ejemplo en que las restricciones de los tejidos blandos son instrumentales ocurre al elevar una pierna hacia la espalda en una attitude paralela. Al llevar la pierna hacia atrás, los flexores de la cadera ofrecen resistencia pasiva mientras se estiran y tiran de la pelvis en anteversión, arqueando la región lumbar, a menos que los músculos abdominales estabilicen la pelvis, como se ve en la figura 2.14. La sincronización apropiada y la magnitud de la estabilización son elementos importantes para el virtuosismo en la danza, y se precisan posturas y movimientos muy específicos de muchas articulaciones.
Los músculos como pares de fuerzas
La definición técnica de un par de fuerzas es la de dos fuerzas de la misma magnitud y en direcciones opuestas que se localizan a cierta distancia del eje, de modo que generan rotación. Un ejemplo de un par de fuerzas es el uso de las manos sobre el volante del coche para hacerlo girar, como se ve en la figura 2.15A. En danza, un par de fuerzas es el formado por los pies, que generan rotación del cuerpo para giros como una pirouette. Cuando nos referimos a los músculos del cuerpo, los «pares de fuerzas» se usan para referirse a músculos localizados en distintas posiciones respecto a un eje articular, pero que actúan juntos generando rotación en la misma dirección. En el caso de estos pares de fuerzas anatómicos, las líneas de tracción de los músculos no se dirigen necesariamente en direcciones opuestas ni son de la misma magnitud. Ejemplos de pares de fuerzas que se usan cuando se elevan los brazos por encima de la cabeza se muestra en la figura 2.15B. La porción superior del trapecio y el serrato anterior, así como las porciones superior e inferior del trapecio, pueden trabajar como pares de fuerzas para generar la rotación externa escapular necesaria para levantar los brazos por encima de la cabeza (véase Ritmo escapulohumeral, pág. 397 para una exposición más detallada sobre la función de estos músculos concretos).
FIGURA 2.15. Pares de fuerzas. (A) Manos sobre un volante, y (B) músculos escapulares (vista posterior).
FIGURA 2.16. Número de articulaciones que cruzan los músculos. (A) Músculo uniarticular (vista posterolateral); (B) músculos biarticulares (vista anterior); (C) músculo multiarticular (vista posterior).
Consideraciones especiales sobre los músculos multiarticulares
Los músculos pueden cruzar una o múltiples articulaciones, y el número de articulaciones cruzadas influye mucho en la contribución de los músculos al movimiento. Como sus nombres sugieren, según la ilustración de la figura 2.16, un músculo uniarticular cruza sólo una articulación, mientras que un músculo biarticular cruza dos y un músculo multiarticular cruza dos o más articulaciones. Un músculo uniarticular sólo genera movimiento en la articulación que cruza. Por ejemplo, el músculo glúteo menor, que aparece en la figura 2.16A, cruza sólo la articulación coxofemoral y por eso sólo genera movimiento en dicha articulación. En contraste, un músculo multiarticular puede generar movimiento en todas las articulaciones que cruza. En el caso de un músculo biarticular, sus tendones experimentan tracción no selectiva hacia el vientre muscular, lo que resulta en una tendencia a que se muevan ambas articulaciones. Esto puede ser ventajoso desde el punto de vista de la eficacia cuando ambas acciones se desean al mismo tiempo, como cuando ambas funciones (flexión coxofemoral y extensión de rodilla) (figura 2.16B) del recto femoral (biarticular) se requieren para dar una patada.
El empleo simultáneo de una función del músculo concéntricamente y de la otra excéntricamente también supone una ventaja para los músculos biarticulares. Por ejemplo, durante la locomoción, cuando las piernas inician la oscilación (flexión concéntrica de la cadera), la rodilla a menudo está flexionada (mediante el trabajo excéntrico de los extensores de la rodilla). Esta combinación estira el músculo recto femoral sobre la rodilla al tiempo que se produce su acortamiento sobre la cadera. En esencia, esto mejora la eficacia del músculo al mantenerlo en una longitud en la que puede generar más tensión muscular, así como más fuerza por el uso del ciclo de estiramiento-acortamiento. Otros ejemplos de músculos que cruzan dos articulaciones o más –es decir, músculos multiarticulares– son el sartorio, el tensor de la fascia lata (figura 2.16B), los isquiotibiales, los gastrocnemios, el bíceps braquial, la cabeza larga del tríceps braquial y muchos músculos de la mano y el pie, como el flexor largo de los dedos, que aparece en la figura 2.16C.
Insuficiencia activa y pasiva
No obstante, a pesar de esta ventaja en términos de eficacia, los músculos multiarticulares tienen la desventaja de no alcanzar el grado máximo de movilidad activa o pasiva en dos o más articulaciones al mismo tiempo. La insuficiencia activa ocurre cuando la contracción activa del músculo no consigue producir la misma amplitud de movimiento que produciría una fuerza externa (p. ej., la gravedad, la inercia, otra parte del cuerpo, otra persona). Esta limitación se debe a que la mayoría de las fibras musculares sólo se acortan la mitad de su longitud en reposo, y este límite de acortamiento se alcanza fácilmente cuando un músculo se acorta sobre dos o más articulaciones a la vez. Además, el músculo tiene dificultad para generar una fuerza contráctil elevada cuando está muy acortado (relación de longitud-tensión), por lo que la fuerza de ese músculo influirá en el grado de movilidad alcanzable. La insuficiencia activa se pone en evidencia al practicar simultáneamente las dos acciones de un músculo biarticular, como flexión de cadera y extensión de rodilla en el caso del músculo recto femoral, como se ve en la figura 2.17A.
DEMOSTRACIÓN DE CONCEPTOS 2.4
Insuficiencia activa
• Establecimiento de la insuficiencia activa. Crea una insuficiencia activa de los músculos isquiotibiales practicando sus dos acciones articulares (flexión de rodilla y extensión de cadera) a la vez. En monopedestación sobre el pie izquierdo, levanta el derecho del suelo y flexiona la rodilla todo lo posible. Entonces con la rodilla completamente flexionada, intenta elevar la pierna al máximo hacia la espalda (hiperextensión de la cadera) como si adoptaras una attitude en arrière paralela.
• Ángulo de flexión de la rodilla.
– Descubrirás que comienza un calambre en alguno de los isquiotibiales o que la rodilla comienza a reducir su grado de flexión cuando el muslo se eleva cada vez más hacia el techo. ¿Por