Valeria Armas

When she was Obsessed


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de darte justo ahora...—giro de inmediato y busco sus bellos ojos. Los encuentros, pero están opacados bajo unas cejas rectas muy densas y negras que le dan un gesto de odio profundo. Si la mirada matara, Loann ya me hubiera descuartizado, quemado y arrojado a un acantilado.

      —Si claro, Defne. No creo que un poco tiempo logres que esa mirada cambie a una de amor. Despierta, rubia. Él te odia.

      ¿Qué es el odio? ¿No es acaso un sentimiento igual de apasionado que el amor?

      —Ya sabes lo que dicen de las personas que se odian y discuten todo el tiempo.

      —Sí, yo creo que te desea… pero te desea ver muerta, mujer ¿acaso estás ciega?

      Y bueno... Loann no parece estar interesado en mí sexualmente. Veo en Loann una cierta antipatía muy mínima hacia mi persona. Y lo comprendo, hace unas horas generé una pequeña riña entre él y la cucarachita de su novia.

      —Mira Defnecita, no quiero ser pesimista, pero... Oh por todos los cielos, ese es JC Ojitos de cielo —susurra Larry en mi oído.

      Javier Collie, o más conocido por Larry como JC “Ojitos de cielo”, uno de mis ex novios y el amor platónico de mi mejor amigo. Lo conocí a tan solo una semana de ingresar a la facultad. Él en ese entonces lucía demasiado ardiente y deseable para mí, ya saben el chico más atractivo del aula. Asistimos a una fiesta organizada en casa de una chica de mi grupo, nos besamos e intentó tocarme el trasero, pero no lo dejé. Después de eso, tuvimos un par de citas y finalmente decidí ser su novia. Solo estuvimos un mes y luego terminé la relación porque no podía quitar sus manos de mis pechos y siempre quería tocar mi entrepierna. Asqueroso.

      JC entra a clase sin siquiera pedir permiso al profesor River. Muy a diferencia de Loann, él si posee una gran educación y buen comportamiento con las personas mayores como maestros y trabajadores de la universidad, pero mi ex novio dista mucho de saber lo que es un “por favor” y “gracias”.

      —Parece que tenemos al primer voluntario en la actividad de hoy —amenaza el profesor River.

      Me siento muy derecha y cruzo las piernas con la esperanza de que Loann gire para verlas. No lo hace. Muy al contrario de eso, obtengo que JC me lance una mirada lasciva desde su asiento y que el profesor River se acerque a mí.

      —Señorita Prinsloo —me regaña—. Me impresionaría más ver sus buenas calificaciones en mi taller.

      Me acomodo en el asiento.

      No lo hacía por usted, ridículo.

      —Eso sonó tan gay y ten en cuenta que lo digo yo —susurra Larry en mi oído.

      —Y parece que tenemos otro voluntario más —amenaza River.

      Mierda, este tipo es la venganza hecha persona.

      El profesor River inicia la clase con algún tipo de charla acerca de lo que tratará este taller. Todos puntos muy humanistas y con gran sentido de amor por la carrera. Me agradan. Pero lo que no me agrada en absoluto, es ver a Loann mirando cada diez minutos hacia el último pupitre de su fila. Y sé muy bien por qué lo hace.

      Lilian Disney.

      Lilian Disney, la clásica chica nerd de cabello castaño que lee libros y goza de una aparente sensibilidad y dulzura. Le tiene miedo a los “ratones”, no bebe, no fuma y viste con pantalones de mezclilla y suéteres rosados o de colores pasteles. Además de eso, es animalista, ecologista y muy fiel seguidora de las buenas y morales costumbres.

      —¿Señorita Defne?

      La voz de River me desconecta.

      —¿Sí?

      —¿Qué acabo de preguntarle?

      Mierda.

      —¿Podría repetirme la pregunta?

      Sube una ceja y toma un poco de aire por su enorme nariz. Puedo ver su bigote canoso subir y bajar.

      —Parece que tenemos otra voluntaria más.

      Oh, maldita sea.

      Te odio, Disney.

      ***

      Veinte minutos antes de que culmine nuestra clase, el profesor nos hace escribir a todos en pequeños papeles nuestros nombres y apellidos. Estoy muy segura que esta una especie de sorteo para formar los grupos que nos acompañarán hasta el término del taller. Así que, en muestra de mi gran fe, he rodeado mi nombre de muchas cruces y elementos celestiales solo para atraer las buenas vibras a mi vida. Nada más y nada menos que pertenecer al mismo equipo que Loann.

      Giro para enseñarle la gran obra a Larry cuando, sobre su pupitre, leo el nombre de JC.

      —¿Por qué escribiste el nombre de JC en tus notas? —cuestiono.

      —Verás, mi nombre irá junto al de JC muy estratégicamente doblados en cuatro. Cuando el profesor haga el sorteo y forme los grupos, tendrá dos nombres en un equipo. Por lo tanto, tengo al menos un chance de que elija dejarnos juntos para que formemos una familia feliz en el futuro, o arruinarme la vida y separarnos para siempre. De esta clase y de esta vida.

      —Por Dios, sí, eres idiota —concluyo.

      —No más que tus intentos fallidos por conquistar a Cooper.

      —Ni siquiera lo he intentado.

      Larry hace un gesto jocoso y luego imita mis palabras.

      —Bien alumnos, dejen sus papeles sobre la mesa —indica el profesor.

      Como primera de la fila, camino rápido hacia el escritorio del profesor River y dejo mi papel. Vuelvo a mi asiento y observo como Loann deja cuidadosamente el suyo. Mi vista se clava en sus manos grandes y delgados dedos que las hacen más atractivas.

      —Manos grandes y dedos largos, voy a darle un punto por eso —comenta Larry desde atrás.

      Sonrío con malicia y me imagino estas sobre mi cintura y recorriendo cada centímetro de mi… ¡¿qué?!

      Me alarmo en cuanto leo mi nombre escrito en la pizarra.

      Defne = Cerda.

      Mis compañeros se burlan otra vez. Giro hacia la carpeta de Loann y lo veo sonreír con malicia. Ni siquiera se carcajea como un ser humano común y corriente, solo tiene una curvatura en la esquina de su boca.

      —Esto no es motivo de burla, jóvenes. La señorita Defne tendrá como mascota encargada a un cerdo de un mes de nacido. Ella es la líder del equipo y su grupo estará conformado por cuatro personas. Cada pareja tendrá el animal por un tiempo de cuatro semanas y luego pasará a la siguiente pareja.

      Mi inconformidad aumenta cuando veo el nombre de Lilian junto a la palabra: Ratón.

      —¿Qué significa eso? —cuestiono.

      —Significa que en este taller aprenderán a desarrollar fortaleza, coraje, desprendimiento, entereza y sobre todo vocación. Todo esto a través del cuidado y responsabilidad de un ser vivo. No puedo asignarles una persona —ríe, como si fuese un chiste genial y luego se acomoda la corbata—. Es por eso que elegí un animal doméstico.

      —¿Y por qué el animal más sucio? —vuelvo a cuestionar.

      —El cerdo es un animal muy limpio si lo trata con los cuidados suficientes. Además, usted, señorita Prinsloo, es de primer año de carrera. Es necesario darle una tarea un poco más difícil para que pueda comprender más a fondo el tema de esta clase —se acerca unos pasos hacia mí—. Y recuerde, no debe encariñarse con el animal.

      ¿Por qué me encariñaría con un cerdo?

      River escribe el nombre del tercer equipo, encabezando la lista está JC con la palabra “Serpiente”.

      Le queda bien.

      —Todos los animales que estoy colocando a cada equipo serán recogidos de una granja. Les daré la dirección y deberán ir en grupo por