Condicionan las relaciones entre los seres humanos.
(E): Y..., ¿qué tendría que ver esto con tu trabajo?
(PP): En mi trabajo, llevo años preguntándome y cuestionando esos estigmas. Mil veces me pregunto: ¿para qué sirve lo que hago?, ¿dónde van a parar los escritos, las firmas, las citaciones, los oficios, que son el trabajo escrito, lo “textual” que hacemos todos los días?, ¿qué efectos tiene en las personas la tarea que desarrollamos? Me refiero a cosas tan simples como una orden judicial de prohibición de acercamiento, lo que hoy se denomina “perimetral”. Pienso en el valor de una palabra dicha en el justo momento y también pienso en las del “lenguaje jurídico” que, muchas veces, son incomprensibles para toda la gente: “encartado”, “fojas”...; el sentido jurídico de las palabras: “autos”, “vista”, “traslado”, “cargo” [...] Me surgen preguntas como por ejemplo: ¿cuántas veces hice mi firma en estos treinta y nueve años de trabajo en el Ministerio? Mi misión la reconozco clara en esos momentos: quiero que algunas cosas cambien, o por lo menos quiero generar preguntas, transmitirlas, que otros se las hagan también. [...] Ser mujer, madre de una niña, dejar de ser hija y ser madre, quedarme huérfana... La mudanza de mi hijo, primero a Buenos Aires, a los 17 años para estudiar en la Universidad, y hace tres años a Londres, donde vive junto a su pareja… Y cómo es mi relación, la comunicación, con ella; con Flor9 la pareja de mi hijo y también con él, ahora que ambos somos adultos... Cómo fue mutando nuestra comunicación, y la construcción de una distancia “óptima” en las relaciones interpersonales. Transitar esos procesos, vivir esas situaciones..., siempre encontraron un reflejo, un espejo del otro lado del escritorio; han tenido su correlato en lo esencialmente humano de las personas que se sentaron todos estos años de ese otro lado del escritorio…, en la silla del requirente.
(E): Sabemos que no das entrevistas, ¿Cuál fue el motivo por el que accediste a ésta?
(PP): Porqué de este modo puedo dar a conocer, contar acerca del hilo conductor de mi obra y mis proyectos en arte de los últimos años. Esta entrevista es en profundidad. No me gustan las cosas superficiales… Todas las obras que hice en los últimos diez años tienen relación con mi vida, con mi hacer profesional, con mi cotidiano como empleada del Poder Judicial, como psicóloga social o como docente e investigadora de la Universidad. Una especie de cierre y apertura constante, una forma de decir, de no callar. Hoy, próxima a finalizar con mi actividad laboral, pienso en la relación o ausencia de relación entre arte y trabajo real de los artistas en el arte actual, ese es un tema que se toca constantemente, pero finalmente es poco lo que de ello se dice...
(E): Dedicaste gran parte de tu vida profesional y en el Poder Judicial a la investigación..., ¿no es así?
(PP): Si, claro y me interesa el arte también como motivo de análisis, como “asunto para investigar”; me cautiva y apasionan las problemáticas de la escena artística actual... Me remite a lo discutido y producido hace poco tiempo en las Primeras Jornadas de Arte y Estética organizadas por el Departamento de Arte de la Universidad Torcuato Di Tella, en 2015, donde del lado del “ministerio” [...], se apunta al carácter de praxis social de aquello que comúnmente llamamos arte…”
[Se para y se acerca a la biblioteca de su Estudio, toma un libro de color amarillo, vuelve a su asiento y lee en una página marcada:] “...la fijación reciente con la figura del artista profesional, un practicante que actúa estratégicamente y dispone de variadas herramientas retóricas para la construcción de su carrera, tiene una relación necesaria con la reducción del arte a su correlato social, propuesta por la teoría crítica a mediados del siglo pasado y convertida en uno de los basamentos pedagógicos de las Escuelas de Arte y las humanidades. Del lado del “ministerio”, entonces, “el arte es trabajo”: una práctica entre prácticas, y la historia del arte es de por sí una historia social, susceptible de ser anclada en las relaciones de producción. Pero, del lado del “ministerio”, la filosofía responde que aquello que llamamos arte es una galaxia mucho más grande de lo que puede soñar el construccionismo social: una galaxia compuesta de objetos puntuales y brillantes pero parcialmente retraídos: las obras de arte, que a lo largo de la historia han sido comparada con un enigma, un hechizo, un jeroglífico o una “isla de irrealidad rodeada de realidad por todas partes” según la definición de Ortega y Gasset. [Aclara] Desde la perspectiva del idealismo estético, el arte es algo que no se puede conocer y que solo admite la docta ignorancia; por su característica reticencia trasciende la dimensión de la práctica y la comunicación. De ahí que no pueda identificárselo con el trabajo, ni planificarse su crecimiento institucional o económico. Del lado del “ministerio”, el arte es considerado una práctica subjetiva susceptible de ser proyectada y mejorada; del lado del “ministerio”, se lo reconoce sobre todo como un objeto indescifrable, algo que se ofrece parcialmente a los sentidos pero que tiene una existencia independiente, como una mónada, un mineral enterrado o un animal salvaje…”10
[Cierra el libro y lo deja sobre el escritorio]
Y así me encuentro hoy: entre el “Ministerio”...en referencia a mi tarea en el Ministerio de la Defensa Pública y el “Arte”, tratando de representar emociones, preocupaciones, contradicciones; compartiendo preguntas, develando verdades, haciendo pública una historia que nadie conoce, mostrando ese lugar del ser artista y del ser persona... y de lo humano en dos contextos, del control de las emociones como modo de ser en lo profesional y en lo personal; de la tolerancia, tolerancia a la presión familiar, social, del sistema, de lo institucional...; del “resistir”, del “resilir”... En coincidencia con Boris Groys11, digo que la pregunta central que cabe hacerse sobre el arte es: “si es capaz de ser un medio de la verdad...”.
(E): ¿Y la obra actual, de qué va?
(PP): Va por el lado del linaje masculino y también lo familiar. Hay que contrapesar tanto legado femenino [RISAS]. Durante dos mil diecisiete y parte del año dos mil dieciocho, produje las obras de la colección “Casa IV” y el proyecto “Doméstico”, aún inéditas. Eso en cuanto a la obra física. Todo este año, lo dediqué a la escritura, descubrí una nueva pasión en el arte.
(E): ¿Poesía?
(PP): No, no. La investigación y el trabajo de registro y archivo y... una obra autobiográfica que empieza en la página uno de este libro.
[RISAS]
(E): ¿Accederías a un ping–pong de preguntas y respuestas?
(PP): ¡Claro, me divierte!
(E): Si tuvieras que ambientar este lugar, ¿con qué color lo harías?
(PP): Verde jade.
(E): Y..., con qué música?
(PP): Tango electrónico; Gotan Project, Bajo Fondo...
(E): ¿Tendrías una mascota?
(PP): Mmmm, aún me duele la partida de Brigo, mi Schnauzer mini, viejito, enfermo de diabetes y ciego; murió en junio de este año. Tendría un gato, me gustan mucho los felinos...
(E): ¿Una maestra de la escuela primaria que recuerdes?
(PP): La señorita Juanita Di Pauli, mi maestra de primer grado y... la Sra. de Sid, Irma de Sid; quien hace poco visitó una de mis muestras…