y no lo consiento;
Mas si me lo toma á trueco
De mis males, soy contento.
Señora, ved lo que ordena
Este Amor tan falso nuestro!
Por pagar á costa agena,
Manda que de un mirar vuestro
Haga el premio de mi pena.
Mas vos, para que veais
Tan engañosa intencion,
Aunque muerto me sintais,
No mireis, que si mirais,
Ya no espero galardon.
Pues que premio (me direis)
Esperas que será bueno?
Sabed, sino lo sabeis,
Que es lo mas de lo que peno
Lo menos que mereceis.
Quien hace al mal tan ufano,
Y tan libre al sentimiento?
El deseo? No, que es vano.
El amor? No, que es tirano.
Pues? Vuestro merecimiento.
No pudiendo Amor robarme
De mis tan caros despojos,
Aunque fué por mas honrarme,
Vos sola para matarme
Le prestastes vuestros ojos.
Matáranme ambos á dos;
Mas á vos con mas razon
Debe el la satisfaccion;
Que á mi por él, y por vos,
Satisfizo mi pasion.
Todo es poco lo posible.
Ved que engaño señorea
Nuestro juicio tan loco,
Que por mucho que se crea,
Todo el bien, que se desea,
Alcanzado, queda poco.
Un bien de cualquiera grado,
Si de haberse es imposible,
Queda mucho deseado.
Mas para mucho, alcanzado,
Todo es poco lo posible.
Posible es á mi cuidado
Poderme hacer satisfecho,
Si fuera posible al hado
Hacer no hecho lo hecho,
Y futuro lo pasado.
Si olvido pudiera haber,
Fuera remedio sufrible;
Mas ya que no puede ser,
Para contento me hacer,
Todo es poco lo posible.
Vos teneis mi corazon.
Mi corazon me han robado;
Y Amor viendo mis enojos,
Me dijo: Fuéte llevado
Por los mas hermosos ojos,
Que desque vivo he mirado.
Gracias sobrenaturales
Te lo tienen en prision.
Y si Amor tiene razon,
Señora, por las señales,
Vos teneis mi corazon.
Qué veré que me contente?
Desque una vez yo miré,
Señora, vuestra beldad,
Jamas por mi voluntad
Los ojos de vos quité.
Pues sin vos placer no siente
Mi vida, ni lo desea,
Si no quereis que yo os vea,
Qué veré que me contente?
Sem vós, e com meu cuidado.
Querendo Amor esconder-vos
Em parte que vos não visse,
Co'o extremo de querer-vos
Cegou-me os olhos com ver-vos,
Levou-vos, sem que vos visse.
Eu cego, mas atinado,
Quando vi que vos não via,
Do mesmo Amor indignado,
Ja vêdes qual ficaria
Sem vós e com meu cuidado.
Retrato, vós não sois meu;
Retratárão-vos mui mal;
Que a serdes meu natural,
Foreis mofino como eu.
Indaqu'em vós a arte vença
O que o natural tẽe dado,
Não fostes bem retratado;
Que ha em vós mais differença,
Que no vivo do pintado.
Se o lugar se considera
Do alto estado, que vos deu
A sorte, qu'eu mais quizera;
Se he qu'eu sou quem d'antes era,
Retrato, vós não sois meu.
Vós na vossa glória pôsto,
Eu na minha sepultura,
Vós com bens, eu com desgôsto;
Pareceis-vos ao meu rosto,
E não ja á minha ventura.
E pois nella e vós errarão
O qu'em mi he principal,
Muito em ambos s'enganárão.
Se por mi vós retratárão,
Retratárão-vos mui mal.
Mas se esse rosto fingido
Quizerão representar,
E houverão por bom partido
Dar-vos a alma do sentido
Para a glória do lugar;
Víreis, pôsto nessa alteza,
Que vos não ha cousa igual;
E que nem a maior mal
Podeis vir, nem mor baixeza,
Que a serdes meu natural.
Por isso não confesseis
Serdes meu, qu'he desatino,
Com que o lugar perdereis:
Se conservar-vos quereis,
Blazonae que sois divino.
Que se nesta occasião
Conhecessem qu'ereis meu,
Por meu vos derão de mão,
....
Fôreis mofino, como eu.
Foi-se