John Jairo Torres

Las músicas andinas colombianas en los albores del siglo XXI


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ocurrió un «adormecimiento» tanto en la producción como en la difusión de las músicas “folclóricas” o “tradicionales” y de sus cultores (excepto las músicas del Caribe), causado, en gran medida, por la aparición del rock and roll, y por la invasión de la cultura norteamericana a través de todos los medios de comunicación. Fenómenos como El Club del Clan, que tenía como misión la promoción de los artistas y las músicas juveniles, especialmente el rock and roll y la balada romántica, acapararon la atención de la radio y de la televisión colombianas.

      En los años 80, con la consolidación de los festivales y concursos, como El Mono Núñez y Antioquia le Canta a Colombia, se establecieron las bases de una época que albergaría a una camada de jóvenes inquietos que gestarían una nueva propuesta a partir de los aires tradicionales andinos colombianos. Esta es la época que no está documentada ni ha sido objeto de estudio. Por eso quiero, con este trabajo, presentar testimonios de primera mano de lo que fue la Colombia musical de comienzos del siglo XXI. Para ello, primero los debo poner en contexto.

      Las músicas colombianas vivieron las más grandes transformaciones durante el siglo XX. Las influencias de los poderosos medios de comunicación que trajeron consigo nuevos sonidos, nuevas formas melódicas y armónicas, nuevos lenguajes y nuevas técnicas desde distintas partes del mundo –especialmente de Norteamérica, México, Cuba y Argentina– son notorias. Hoy, nuestros aires están impregnados de elementos foráneos, algunos enriquecedores, otros no tanto. Como ya dijimos, las MAC tienen su origen en las fusiones e hibridaciones ocurridas a partir del “Descubrimiento” de América, fenómenos que no se han detenido y van a continuar. Las influencias seguirán con más fuerza, porque el mundo es cada vez más compacto y más cercano. Nuestras músicas colombianas son resultantes de las influencias que nos trajeron los conquistadores y los esclavos, y esos conquistadores solo han cambiado de lugar y de nombre.

      Los formatos de interpretación de las MAC

      Durante la mayor parte del siglo XX, la conformación instrumental y vocal de las MAC estuvo caracterizada por claras influencias europeas.

      Las liras y las estudiantinas

      La estudiantina es una agrupación musical que en Colombia tiene un carácter vocal e instrumental (como las de Europa, donde fueron muy usuales en los centros educativos. De allí su nombre). El formato de las estudiantinas colombianas de principios del siglo XX era el siguiente: tiple, bandola, guitarra, violín, contrabajo, flauta travesera y percusión menor (chucho, tambora, esterilla, carraca, entre otros). La cantidad de instrumentistas era variable. Las liras son las mismas estudiantinas. Se dice que se les dio ese nombre para diferenciarlas de las estudiantinas, debido a que los integrantes de las liras eran, en su mayoría, músicos académicos.

      Desde finales del siglo XIX existieron varias liras y estudiantinas que se convirtieron en pioneras de la difusión de las MAC en Colombia y en varios países de América. En 1899, la Lira Colombiana –fundada y dirigida por el maestro Pedro Morales Pino– realizó conciertos en varios países de Centroamérica y de Estados Unidos. Esa gira había sido planeada, inicialmente, para visitar varios países de Suramérica, e incluso para realizar presentaciones en Francia, pero una epidemia en Buenaventura frustró el viaje. En 1910 la Lira Antioqueña, que también incluía cantantes en su nómina –fundada y dirigida por el maestro español Jesús Arriola– viajó a Estados Unidos. Allí grabó varios discos en la Columbia Fonograph Corporation. Las producciones discográficas contenían canciones y obras instrumentales de Emilio Murillo, Pedro Morales Pino, Gonzalo Vidal y Jesús Arriola, entre otros. En la década de los años 20 del siglo XX, la Estudiantina Áñez –fundada y dirigida por el maestro Jorge Áñez– viajó a Centroamérica y Estados Unidos, para realizar conciertos y grabaciones fonográficas.

      A continuación, estas breves reseñas de algunas de las más importantes estudiantinas colombianas:

      La Lira Colombiana

      Grupo instrumental y vocal (Bogotá, 1887 – Nueva York, Estados Unidos de Norteamérica, 1908).

      Agrupación fundada y dirigida por el maestro Pedro Morales Pino. La Lira llegó a tener hasta dieciséis integrantes. La primera Lira estuvo compuesta por Temístocles Vargas, como segunda bandola; el maestro Riaño, en la guitarra; Ricardo Acevedo, en el tiple, y Morales, en la primera bandola. Para 1899 los integrantes eran Pedro Morales Pino, Carlos Escamilla, Blas Forero, Antonio Palomo, Gregorio Silva y Carlos Wordsworthy, estos dos últimos cantantes. Los integrantes más destacados fueron, en diferentes épocas, Peregrino Galindo Rivas, intérprete de la bandola y del tiple; Fulgencio García, de la bandola; Gregorio Alvarado, de la guitarra; Carlos ‘el Ciego’ Escamilla, del tiple; William Zikceizen y Julio Valencia, de los chelos; Elías Forero, del violín; Luis Antonio Calvo, del piano; Manuel Salazar, de la guitarra y el tiple; Blas Forero, del violín y la bandola; José María Forero, del tiple; Ignacio Afanador, Jorge Rubiano y Luis María Pinto, de las bandolas; Jorge Áñez, de la guitarra; y Julio Flórez, violinista y vocalista; además de otros destacados músicos de la época. En 1912 y en 1921, en Bogotá, hubo unos intentos por reunir de nuevo a la Lira, pero fueron en vano.

      La Lira Antioqueña

      Grupo instrumental y vocal (Medellín, Antioquia, 1903 – 1911).

      Agrupación fundada por el maestro español Jesús Arriola. Los primeros integrantes fueron Fernando Córdoba, director y primera bandola; Nicolás Torres, segunda bandola; Daniel Restrepo, contrabajo; Eusebio Ochoa y Leonel Calle, guitarras y voces, y Jesús Carcés, tiple y Enrique Gutiérrez ‘Cabecitas’, cantante y tiple. El 8 de julio de 1910 arribaron a Nueva York, y grabaron 150 piezas, que conforman 75 discos de 78 r. p. m. En 1911 el maestro Fernando Córdoba trató de revivirla. Invitó a nuevos músicos como ‘el Brujo’ (no se sabe su nombre) y Hernán Álvarez, en las bandolas; el maestro Ponce, en la guitarra, Jesús Garcés y un maestro de apellido Puerta, en los tiples. Esta nueva agrupación viajó por toda Colombia, Perú, Ecuador y Chile, donde definitivamente se disolvió por la deserción de Córdoba, Ponce y Álvarez. Otros intentos de reorganizar la Lira Antioqueña fueron vanos, pero generaron la aparición de agrupaciones de gran calidad como la Lira Unión y La Rondalla, entre otras.

      Estudiantina Ecos de Colombia

      Grupo instrumental (Bogotá, 1909).

      Siendo muy joven, el maestro Jerónimo Velasco fundó, junto a compañeros del Conservatorio Nacional de Bogotá, una estudiantina con este nombre. A esa agrupación pertenecieron, más adelante, Alejandro Wills, Arturo Patiño, José María Forero y Ernesto Neiro. Luego, en 1960, retomó la idea e invitó a artistas de la talla de Peregrino Galindo Rivas (tiplista y bandolista), Antonio Silva Gómez (tiplista) y Lisandro Varela (bandolista), para refundar la estudiantina.

      Estudiantina Guadalajara

      Grupo instrumental (Buga, Valle del Cauca, 1914).

      Agrupación fundada por Benigno ‘El Mono’ Núñez, bandolista; Pedro María Becerra y Tulio ‘Pescuezo’ Gáez. Otros integrantes fueron Samuel Herrera, Lisandro Rengifo, Ernesto Salcedo, Antonio José Ospina y Manuel Salazar. Tocaba por los pueblos del Valle, en fiestas privadas y en las emisoras de Buga, Tuluá y Cali.

      La Lira Apolo

      Grupo instrumental (Támesis, Antioquia, 1917).

      Agrupación fundada y dirigida por el maestro Hipólito de Jesús Cárdenas Ruiz (hijo). No se tiene mayor información sobre los integrantes, pero se cree que en ella tocaban sus alumnos más sobresalientes y otros discípulos de su padre (homónimo). En 2013, para participar en el Festival Antioquia Vive la Música, la Casa de la Cultura de Támesis invitó a seis jóvenes músicos del municipio para integrar nuevamente la Lira.

      Estudiantina López

      Grupo instrumental (Medellín, Antioquia, 1920).

      Agrupación fundada por el maestro Eliseo López, tiplista y bandolista. No se tiene certeza de los primeros integrantes de la agrupación, lo que sí se sabe es que el maestro preparó a sus hijos y los vinculó a la agrupación. En 1942 estaba integrada por el maestro Eliseo, en la lira (bandola), Alberto, en la guitarra, Guillermo, en el tiple, Jorge, en la segunda