Victor Miranda

Ginecología General y Salud de la Mujer


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infectología, salud mental, asistencia social, de acuerdo a cada caso. La terapia psicológica reparadora, tanto a nivel personal como familiar y social, resulta un pilar innegable y debe ser iniciada lo antes posible.

      La derivación debe ser personalizada, informando y explicando las características, dirección, horarios –sugiriendo cuándo puede acudir– del servicio público o privado, centro, organización social, o institución que corresponda.

      La labor de los centros de atención públicos y privados es muy importante en estos casos no solo por la responsabilidad social que conlleva su atención, sino también porque una primera atención de calidad asegura mejores resultados para el proceso investigativo y disminuye la victimización de la persona afectada.

      La creación de un comité interdisciplinario en cada centro promueve la capacitación entre los profesionales y mejora el estándar de atención. El manejo multidisciplinario resulta fundamental para mejorar el pronóstico de estas pacientes a mediano y largo plazo.

       10ª sugerencia. Controles y seguimiento

      El examen de infección de transmisión sexual se puede repetir a las 1-2 semanas de la exposición, ya que los agentes infecciosos adquiridos durante la agresión sexual podrían no detectarse en los exámenes tomados en la primera evaluación. Si el tratamiento profiláctico fue proporcionado, las pruebas deben repetirse si el/la paciente refiere síntomas. Si no se indicó tratamiento profiláctico, el control y exámenes deben realizarse a la semana.

      Si se considera tratar al paciente con terapia retroviral, se debe realizar el control y seguimiento en infectología adulto o infantil, según sea el caso, durante la primera semana luego del inicio. Se recomienda tomar un hemograma previo al comienzo de la terapia retroviral.

      Si los resultados iniciales fueron negativos, las pruebas microbiológicas y serológicas pueden ser repetidas a las 6 semanas, 3 meses y 6 meses.

      Se debe tener claro que el seguimiento en las pacientes víctimas de agresión sexual es difícil, ya que acuden con poca frecuencia a los controles médicos.

       Lecturas recomendadas

      Bennett R et al. Genetic counseling and screening of consanguineous couples and their offspring: Recommendations of the National Society of Genetic Counselrs. J of Genetic Counseling. 2002; 11 (2).

      Braid P, McGillivray B. Children of incest. The Journal of Pediatrics. 1982; 101 (5): 854-857.

      Carole J, James E and Committee on Child Abuse and Neglect. The Evaluation of Children in the Primary Care Setting When Sexual Abuse is Suspected. Pediatrics. 2013; 132: e558.

      CDC Case-control study of HIV seroconversion in health-care workers after percutaneous exposure to HIV-infected blood. France, United Kingdom and United States, January 1988, August 1994. MMWR. 1995; 44: 929-933.

      Centers for Disease Control and Prevention (CDC). HPV Vaccination. http://www.cdc.gov/vaccines/vpd-vac/hpv/default.htm

      González E, Montero A, Martínez V et al. Características y consecuencias de las agresiones sexuales en adolescentes consultantes en un centro de salud sexual y reproductiva. Rev Chil Obstet Gonecol. 2012; 77(6): 413-422.

      Infección por VIH. Comisión Nacional del SIDA, Ministerio de Salud, 2000.

      Instituto de Salud Pública. Ministerio de Salud. Folleto de Información al profesional. Vacuna.

      Instituto de Salud Pública. Ministerio de Salud. Resultados confirmación de infección por VIH, Chile 2009-2012. Boletín Vol. 2, N° 6, Mayo 2012.

      Ministerio de Salud. Informe Hepatitis B. 2011.

      Molly C, Adam J, Kathi L et al. Has this prepubertal girl been sexually abused? JAMA. 2008; 300 (23): 2779-2792.

      Montoya D, Díaz R, Reyes F et al. Documento: Peritaje médico legal en delitos sexuales: una pauta práctica para su correcta realización. Rev Chil Obstet Ginecol. 2004; 69 (1): 55-59.

      Norma de Manejo Post Exposición Laboral a Sangre en el Contexto de la Prevención de la infección VIH.

      Normativa Técnica Pericial Agresiones Sexuales. Diario Oficial. Noviembre 2010.

      Sinclair K, Woods Ch and Sinal S. Venereal Warts in Children Pediatrics in Review. 2011; 32; 115.

      Tetravalente Anti Virus Papiloma Humano. http://www.ispch.cl/sites/default/files/u7/B-1970-07_0.pdf

      Wilcox A et al. Likelihood of conception with a single act of intercourse: providing benchmark rates for assessment of post-coital contraceptives. Contraception. 2001; 63 (4): 211-215.

       TRASTORNOS DEL ÁNIMO ESPECÍFICOS DE LA MUJER

      LUIGI ACCATINO S., SOFÍA IHLE S. Y MATÍAS GONZÁLEZ T.

       DEPRESIÓN POSTPARTO

      La depresión es dos veces más frecuente en mujeres, y es la etapa reproductiva (25-45 años) el período de mayor vulnerabilidad para el inicio o recurrencia de trastornos del ánimo. La depresión postparto (DPP), como lo dice su nombre, se define por presentar un episodio depresivo en después del parto, el cual ocurre de manera temporal durante los 12 primeros meses posteriores a aquel. A pesar de que la maternidad ha sido mitificada como un período de bienestar emocional, el conjunto de trastornos anímicos postparto representan su principal causa de morbilidad.

      La depresión postparto parece ser una condición universal, con cifras de prevalencia similares en diferentes países. En un metaanálisis de 59 estudios encontraron una prevalencia general de depresión postparto del 13% (IC 12,3-13,4). En Chile, se ha reportado una prevalencia de 10,2%, pero en un estudio prospectivo realizado en nuestro centro 28,7% de las puérperas presentó puntajes elevados en la escala de Edimburgo entre las 8 y 32 semanas de postparto.

      Al igual que la depresión mayor, la depresión postparto genera un sufrimiento y una limitación funcional importante en la mujer; además, ocurre en un momento en que esta tiene gran responsabilidad al cuidado del lactante, gene-rando consecuencias muy complejas. A nivel de parentalidad, una revisión sistemática sugiere un impacto negativo de la en la lactancia materna con menores tasas de iniciación, continuación y exclusividad. Las madres con síntomas depresivos tienen menor asistencia a controles del niño e inmunizaciones, y se ha asociado a mayor riesgo de cometer negligencias y abusos hacia sus hijos. En relación a las consecuencias para el bebé, la depresión postparto se ha asociado a un mayor riesgo de psicopatología y a nivel cognitivo está bien establecido que predice un menor desarrollo del lenguaje y coeficiente intelectual. La temporalidad y duración parecen ser críticos en el impacto en estas áreas, lo que destaca la importancia de la detección precoz y un tratamiento oportuno. Una revisión de 20 estudios publicados entre 1982 y 2002, mostró que entre 30% y 54% de las mujeres con depresión postparto continuaba deprimida a los 6 meses y 13% después de 2 años. A pesar de estas evidencias y de que existen tratamientos farmacológicos y psicológicos eficaces, la proporción de mujeres embarazadas y puérperas remitidas para evaluación y tratamiento psiquiátrico no alcanza el 20% de las afectadas. Además del sufrimiento generado a la madre y las consecuencias negativas para el desarrollo del niño, el costo de la atención madre e hijo en la depresión postparto se incrementa en 120%.

      Se han descrito y agrupado según fuerza de asociación factores de riesgo específicos para el desarrollo de la depresión postparto. Con una moderada a alta, se encuentra la historia personal de depresión, ansiedad y depresión durante el embarazo, neuroticismo, eventos vitales estresantes (incluyendo aquellos relacionados con la maternidad), bajo apoyo social y dificultades maritales. Con una asociación leve, se halla el nivel socioeconómico, estar soltera, embarazo no