1939 se produjo su debut como solista en lr3 Radio Belgrano, en la que actuó durante dos años para luego presentarse en audiciones de Radio Mitre.
Arrieta a esta altura de su trayectoria había consolidado ya un estilo muy particular. Fe así que su próximo paso fue la orquesta de Lucio Demare, quien lo incorporó a ella para compartir el rubro de cantores con Juan Carlos Miranda, su primer y por entonces único vocalista.
El debut discográfico de Arrieta con el compositor de Malena se produjo el 14 de abril de 1942, fecha de la grabación de Un tango guapo, perteneciente a Oscar Roma y Roberto del Pino.
A esta grabación siguieron Soy muchacho de la guardia, de Agustín Irusta y Héctor Marco y Canción de rango, tango cuya música pertenece de Raúl Kaplún, con versos de José María Suñé, cuyo estribillo hemos transcripto al inicio de la presentación de este libro.
Al fines de ese año, Arrieta y Miranda se desvincularon de la orquesta siendo reemplazados por Raúl Berón.
Continuó actuando entonces como solista, presentándose nuevamente en Radio Belgrano y en diferentes locales nocturnos, hasta que poco después le llegaría la hora de consagración definitiva a través de su incorporación a la orquesta de Miguel Caló.
Con esta célebre formación hizo su primera grabación el 7 de agosto de 1945, día en el que para el sello Odeon llevó al disco el tango de Juan Polito y Luis Caruso Quedó en venir a las nueve.
En esta formación, a la que veinte años más tarde se bautizara como La Orquesta de las Estrellas, formó rubro de cantores con Raúl Iriarte, conformando el dúo más importante que tuvo la orquesta a lo largo de su trayectoria.
Durante su permanencia con Caló, Arrieta dejó un total de treinta registros discográficos, incluyendo entre ellos cuatro realizados a dúo con Iriarte.
Entre los más recordados pueden mencionarse la primera versión grabada del conocido tango de Héctor Stamponi y Homero Expósito Que me van a hablar de amor, realizada el 8 de marzo de 1946, Tedio, hermoso tango de Miguel Bucino llevado al disco en el mes de octubre de 1944, Una tarde cualquiera, perteneciente a Miguel Puccio y Rodolfo M. Taboada, En secreto, de Vicente Demarco y Alfredo Roldán, A la gran muñeca, en una de las pocas versiones grabadas con letra de este tango de Miguel Osés y Jesús Ventura escrito para una obra teatral en el año 1918, Inútil, del pianista y director Tito Ribero y el letrista Reynaldo Yiso, Cambalache, el emblemático tango de Enrique Santos Discépolo y Sin comprender, tema del pianista y director Miguel Nijenson y Carlos Bahr.
Arrieta se despidió en esta primera etapa de su actuación con Caló, grabando el 23 de septiembre de 1948, los tangos Nunca más y Corazón de papel.
Seguidamente se trasladó a Chile, donde se instaló y permaneció por una larga temporada. Realizó entonces grabaciones con distintas formaciones orquestales.
Luego realizó una gira por distintos países de Latinoamérica, regresando a la Argentina en 1954 cuando, junto a Alberto Podestá, se integró nuevamente a la orquesta de Caló.
El 23 de junio de ese año grabó el tango de Rodolfo Sciammarella Boca Juniors, y en el año siguiente, desvinculado transitoriamente de Caló, se presentó con la orquesta dirigida por Leopoldo Federico en audiciones irradiadas por Radio Argentina.
Posteriormente se presentó en Radio Belgrano y en el Canal 7 de televisión, siendo acompañado en ambos casos por la orquesta dirigida por el bandoneonísta Alfredo Franco.
El 18 de junio de 1957 volvió a grabar con la formación de Miguel Caló, registrando el tango de Julián Plaza y Manuel Barros Cuanta angustia, comenzando luego una extensa gira con la orquesta de Juan Canaro, durante la cual actuó en Brasil y México.
En la oportunidad, la orquesta grabó en este último país un disco larga duración para la filial rca Víctor. El mismo se tituló Canaro en México, e incluyó entre otros temas, la selección en una de sus bandas de varios clásicos de Carlos Gardel y Alfredo Le Pera, como Mi Buenos Aires querido, Amores de estudiante, Volver, Sus ojos se cerraron y El día que me quieras, presentados bajo el título de Evocando a Gardel.
Los temas fueron interpretados por Arrieta junto con la muy joven cancionista Susy Leiva, quien formó rubro de cantores con él. Grabado originalmente en 1958, el disco fue reeditado en 1963.
En 1959, formó parte de un espectáculo en Estados Unidos junto a Astor Piazzolla y los bailarines María Nieves y Juan Carlos Copes. Cuando Astor regresó a Buenos Aires a fin de constituir su recordado quinteto, Arrieta decidió prolongar su estadía en Estados Unidos, donde permaneció cerca de una década. Desde allí realizó giras a varios países del continente durante los años sesenta.
De regreso en Buenos Aires, en 1972, junto a Raúl Iriarte grabaron un disco larga duración, invitados por Miguel Caló, interpretando en la ocasión los tangos Tres esperanzas y Todos vuelven y el viejo vals de Scolatti Almedia Mis flores negras, este último a dúo con Iriarte.
Éstas fueron las últimas grabaciones del maestro Caló, quien víctima de un síncope falleció en mayo de ese mismo año.
Con posterioridad Arrieta grabó un disco long–play más para el sello Magenta, acompañado en esta oportunidad por la orquesta dirigida por Jorge Dragrone.
A partir de entonces, sus apariciones se fueron haciendo cada vez más espaciadas hasta su retiro total de la actividad.
Como autor de letras y compositor de melodías dejó también varios temas, algunos de ellas llevados al disco, como es el caso Mil veces feliz, tango cuya música pertenece a Oscar Kinleiner, grabado por Arrieta acompañado por la orquesta de Jorge Dragone; y de Versos para mi madre, escrito en colaboración con Alfredo De Angelis y Alejandro Mariscotti, grabado por el propio De Angelis, con las voces a dúo de Carlos Aguirre y Alberto Cuello.
Otras de sus producciones fueron: Buenos Aires lejano, Fuente de mis recuerdos, Lágrimas de hombre y Sin chance, tema cuya letra escribió Raúl Gramajo, y En lo de Tota, en este caso con versos de Enrique Dizeo. Como autor sólo de la letra le pertenecen Silencio Medellín, con música del pianista Jorge Dragone, Por más lejos que estés, cuya música compuso el violinista Aquiles Roggero y Fue en diciembre e Historia de un viejo rosal ambos con melodía compuesta por el guitarrista José Canet, entre otros.
Falleció el 17 de septiembre de 1978, cinco días después de cumplir 63 años de edad.
17. Artola, Héctor María
Bandoneonista, compositor, director y arreglador, faceta esta última en la que su aporte al género lo ubica entre uno de los más importantes orquestadores, compartiendo con Argentino Galván el mérito de haber contribuido en forma fundamental a la notable evolución técnica operada en la escritura de las orquestas típicas a partir del año 1935.
Había nacido en la ciudad de San José de Mayo, en el Uruguay, el 30 de abril de 1903. Inició sus estudios musicales, alternando el piano con el flautín y el órgano, instrumento este último que ejecutó en la iglesia de su ciudad natal, en la que también integró dúos de piano con un violinista.
En 1919 formó parte, aunque fugazmente, de la orquesta de Eduardo Arolas cuando éste realizaba periódicas presentaciones en Montevideo, actuando como pianista en reemplazo de José María Rizzuti, quien no viajaba a la capital uruguaya en razón de sus compromisos en Buenos Aires.
A partir de 1920 abandonó la ejecución del piano, volcándose decididamente a la interpretación del bandoneón, instrumento con el que debutó integrando un trío con sus compatriotas el violinista Roberto Zerrillo y el pianista Juan Bauer. Años después integró la orquesta de Edgardo Donato y luego la que éste formó con Roberto Zerrillo.
En 1927 Artola emprendió un extenso viaje a Europa, integrando el conjunto de Eduardo Bianco y Bachicha Deambroggio, vinculándose luego a la formación musical que acompañaba al trío Irusta, Fugazot y Demare, que a la sazón actuaba con enorme éxito en Barcelona. En 1929 volvió a París, a fin de colaborar nuevamente con Deambroggio.
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