Elkin Emilio Villegas Mesa

De Cicerón a nuestros días


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ético, efecto de un bien decir, ligado a lo sublime, al deseo y al Eros creador.

      Parece ser que en el engaño con la palabra se esconde una de las maneras predilectas de gozar del hombre. Por ello se podría decir, bajo la antorcha de Lacan, que Cicerón sospechaba que el hombre hablando goza (es decir, experimenta malestar y satisface sus impulsos agresivos) y, al tiempo, por el mismo acto de hablar, procura reducir sus formas primarias de gozar. Con el discurso y la palabra el hombre se aliena y se libera. Catilina es un buen ejemplo de ello, un sujeto atravesado y comandado por el goce, el cual se asocia con la perversión, esto es, con la compulsión repetitiva y loca movilizada por la pulsión de muerte, impulso destructivo que Cicerón advirtió, y sigue siendo, muy probablemente entre nosotros, el obstáculo principal de la tranquilidad del alma, los derechos humanos y la paz social. Ahora, seguramente la habilidad lingüística suscitó en Cicerón grandes sentimientos de culpabilidad con relación a su padre, ya que

      en él estaban siempre vivos aquellos sentimientos de culpabilidad y exasperación cada vez que le mencionaban a su padre […] Para él resultaba muy doloroso analizar sus propias emociones con respecto a Tulio, porque entonces recordaba los tiempos en que su padre se le había aparecido como un dios pálido y delgado, de ojos iluminados, mano tierna y voz llena de cariño y comprensión (Caldwell, 2011, pp. 611-612).

      Consagró su vida en defensa de la libertad, de la República, ahondando en la corriente Estoica, cuya teoría de Derecho Natural reside en la razón que rige todo el universo, subrayando la dignidad humana y propugnando una comunidad de todos los hombres como tales, ello basado en la Libertad e Igualdad Universal, a favor de la dignidad— se insiste— que corresponde a cada individuo (2004, p. 9).

      No como en la actualidad, en la que el derecho parece estar cada vez más del lado de los intereses oscuros, de las mentes corruptas y, obviamente, de la rentabilidad.