Elkin Emilio Villegas Mesa

De Cicerón a nuestros días


Скачать книгу

cual la guerra es el padre de todas las cosas” (Obras completas, XVI, 1979, p. 224), afirmación con la cual Cicerón, como pacifista de la antigüedad, también habría estado de acuerdo.

      13 Lucio Sergio Catilina “fue un destacado político romano de la era tardo republicana, perteneciente a la facción de los populares. Catilina ha pasado a la historia por ser el protagonista de la llamada conjuración de Catilina, una conspiración que, según las acusaciones formuladas por Marco Tulio Cicerón, habría consistido en destruir la República romana. Las dos fuentes principales de información sobre Catilina son precisamente las más hostiles al personaje. Marco Tulio Cicerón, su mayor enemigo político, no ahorró ninguna denuncia contra él, especialmente en sus discursos llamados Catilinarias, mientras Cayo Salustio Crispo le atribuyó algunos de los más viles crímenes en su monografía moralista Bellum Catilinae. A pesar de ello, la ‘Conjuración de Catilina’ sigue siendo uno de los más famosos y turbulentos hechos de las últimas décadas de la República romana” (Wikipedia, s. f.).

      14 Tanto en los pensadores griegos como en el discurso y la oratoria de Cicerón, es posible rastrear e identificar distintas formas y relaciones entre lo imaginario, lo simbólico y lo real. Categorías o registros que probablemente el psicoanalista francés Jacques Lacan construyó, elaboró y resignificó a partir de aquellos. Según Lacan, el sujeto está constituido por esos tres registros y antecedido por el lenguaje, de donde se sigue que el lenguaje también está compuesto y atravesado por esas mismas categorías. Tres formas del pensamiento que se articulan y se expresan en el lenguaje y la cultura humanos, dando lugar (en el caso de Cicerón) a la creación de un vademécum moral que podría permitir los pactos simbólicos para vivir en relativa paz.

      15 En cuanto a los derechos humanos, digamos que son humanos porque son del hombre, de la esencia de lo humano, y es el hombre el único destinatario de ellos, razón por la que tales derechos demandan reconocimiento, respeto, tutela y promoción de parte nuestra, y en especial de las autoridades, las cuales, como en la época de Cicerón, tienden a desconocerlos, al no primar en ellas una postura democrática, sino la simpatía por el dinero y el poder.

      16 En esta onda de pensamiento, se esboza una intertextualidad entre los deberes de Cicerón y la noción de prudencia entre los griegos, en especial en Aristóteles, desde la óptica del texto intitulado La prudencia en Aristóteles del filósofo Pierre Aubenque (1999), quien concentra su elaboración en las tres éticas que nos han llegado del estagirita: la Ética a Eudemo, la Ética a Nicómaco y los Magna Moralia. Se podría decir que la prudencia en Aubenque es la síntesis de todas las virtudes: es el buen juicio, el arte de la medida y de la oportunidad en el obrar. Prudencia para el autor implica valor, templanza, justicia y sabiduría práctica. Factores todos ellos necesarios para esbozar, elaborar y edificar la lógica de los derechos humanos.

      17 La obra sobre los deberes (De officiis) de Cicerón ejerció una “especial influencia en los padres de la Iglesia, sobre todo en San Ambrosio” (Cicerón, 1984a, p. XII). Ahora, la palabra plena de la que aquí hablamos se asemeja a lo que Cicerón dice de su maestro Catón el Viejo, quien usaba el lenguaje con regla y medida al hablar. Un pensador en el que la vida estaba en “perfecta armonía con las palabras” (Cicerón, 1992, p. 49). Sin embargo, tal palabra no está desprovista totalmente de deseos, ilusiones y factores imaginarios.

      18 Noción por la que el filósofo y psicoanalista Jacques-Alain Miller, según AME, propone reemplazar en la actualidad el concepto freudiano de inconsciente, argumentando que la idea lacaniana del parlêtre está en relación más íntima con los conceptos de letra, palabra y ser que el de inconsciente; conceptos que a su vez podrían estar en relación lógica con la tríada de lo real, lo simbólico y lo imaginario.

      19 Milán, 15 de marzo de 1738-28 de noviembre de 1794.

      20 Sobre la justicia transicional ver: https://www.ictj.org/sites/default/files/ICTJ-Global-Transitional-Justice-2009-Spanish.pdf y http://www.razonpublica.com/index.php/politica-y-gobierno-temas-27/7075-justicia-transicional-sus-cinco-retos-en-colombia.html.

      21 Título a partir del cual, quien aquí escribe, le preguntó: “si lo ‘del verano’ podría ser una gran metáfora, justamente doscientos años después del nacimiento en Occidente de la leyenda del vampiro y de Frankenstein, un ser viviente compuesto con fragmentos de cadáveres, ‘de la paz’ en Colombia”. A lo que dijo, parafraseando su respuesta, que “quizá, pero de manera inconsciente” (lanzamiento de la novela realizado en Medellín, en el contexto de la 9ª Fiesta del Libro y la Cultura. Leer la vida). De hecho, manifestó, como dato curioso, no haberse desconectado nunca de la realidad social de nuestro país; incluso, a los tres años de haber iniciado la novela, tuvo que hacer un alto en el camino para escribir el ensayo sociológico titulado Pa’ que se acabe la vaina. Ahora bien, parece ser que las expectativas de paz en Roma, en la perspectiva de Marco Tulio Cicerón, fueron tan utópicas como lo son en nuestro medio. En cuanto a la utopía, nos dice el autor griego Yannis Stavrakaki: “La ‘utopía’ capitalista es principalmente una ‘utopía’ virtual. Ya sabemos que la armonía prometida por el fantasma publicitario no puede hacerse realidad” (2010, p. 271). Recordemos que la función del fantasma consiste en satisfacer el deseo, así ello sea imposible.

      22 Y a propósito de grupos guerrilleros y de subversión, es oportuno recordar que el pasado 6 de noviembre de 2015 se conmemoraron en Colombia los treinta años de la sangrienta toma (con noventa y ocho muertos) del Palacio de Justicia, por un comando de guerrilleros del Movimiento 19 de abril (M-19) (Wikipedia, s. f.).

      23 Tal como lo dice Juan David Nasio, nos dice Yannis Stavrakakis: “La fórmula de Lacan, ‘no hay relación sexual’, es precisamente un intento de delinear lo real, de localizar o cercar la falta del significante del sexo en el inconsciente” (2010, p. 31). Aunque nunca podemos simbolizar plenamente lo real de la experiencia en sí, es posible delinear (incluso de forma metafórica) los límites que impone a la significación y la representación, los límites que impone a nuestras teorías.

      24 La monarquía es asociada con un dios único, creador y director del mundo por medio de unas admirables reglas de la razón en autores como Platón, Aristóteles, Antístenes, Tales, Pitágoras, Anaxímenes y en estoicos como Cleanto, Crisipo y Zenón o entre los romanos Séneca, Marco Aurelio y Cicerón.

      25 Pensamos que tanto Cicerón con su oratoria como el discurso psicoanalítico operan como instancias de reivindicación del sujeto, mientras que el consumismo actual funciona en la dirección del caos, del goce y de la destitución de la sensibilidad subjetiva.

      26 “La obra fue escrita entre el año 55 a. C. y el 51 a. C. Se desarrolla (con fundamento en La república de Platón) también en forma de diálogo (hipotético) en el año 129 a. C. entre Escipión Emiliano, que moriría pocos días después, Lelio y otros personajes menores, en la villa suburbana del mismo Emiliano. En el escrito se analizan las formas de gobierno y sus degeneraciones (de monarquía a tiranía, de aristocracia a oligarquía, de democracia a oclocracia o gobierno de la muchedumbre y la vuelta a la monarquía). De los seis libros que la componían quedaron completos solo los primeros, además de lo transmitido por otros autores, como Macrobio, Lactancio, Nonio y san Agustín. Se tienen, además, fragmentos