Denis Fortin

Enciclopedia de Elena G. de White


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3.500 miembros, y que luego creció y se ha convertido en una iglesia global con más de 20 millones de miembros bautizados.1 Para 2010, era la duodécima organización religiosa más numerosa en todo el mundo, y la sexta más internacional.2

      1 Su infancia y adolescencia (1827-1844).

      2 Una nueva visión: El surgimiento de una iglesia (1844-1863).

      3 La organización de la iglesia y su misión (1863-1881).

      4 La lucha por el evangelio en países extranjeros (1881-1900).

      5 Religiosa experimentada (1900-1915).

      Los puntos de inflexión que definen estos períodos son eventos que generaron cambios importantes, ya sea en su vida personal o en la experiencia de los adventistas del séptimo día: el chasco del 22 de octubre de 1844; la fundación de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, en 1863; el fallecimiento del esposo de Elena de White, James White, en 1881; el regreso de Elena de White de Australia a Norteamérica en 1900; y su fallecimiento en 1915. (Aunque hubo, sin dudas, otros acontecimientos de gran importancia.)

       Su infancia y adolescencia (1827-1844)

      La habilidad de Eunice Harmon para pensar con rapidez y claridad hizo de ella una firme y sabia partidaria de la disciplina. Elena solía recordar que, siendo niña, a veces salía de la habitación mascullando una queja cuando su madre le pedía que hiciera algo. Eunice entonces la llamaba y le pedía que repitiera lo que había dicho. Elena relataba que su madre utilizaba ese comentario para mostrarle que ella “era parte de la familia, parte de la firma; y que [a Elena] le cabía el deber de cumplir con su parte de la responsabilidad tanto como les cabía a sus padres” el deber de cuidar a los hijos. “Yo tenía algunos momentos cada tanto para entretenerme”, contó Elena más tarde, “pero no había ociosidad en mi hogar, y no había acto de desobediencia que no fuera abordado inmediatamente” (Ms 82, 1910, en Bio 1:21). Eunice Harmon tenía ideales elevados para sus hijos, y sabía cómo motivarlos para que los alcanzaran.

       La experiencia religiosa temprana de Elena

      “–¿No es usted Elena Harmon?