Fabiola Cabra Torres

Pensamiento educativo en la universidad


Скачать книгу

sabía bien que para ser maestro hay que amar en verdad la docencia y hacer que en ella florezca el afecto. Porque tanto para enseñar como para aprender, se necesita un maestro y un alumno, que unidos por el amor a la verdad, caminen juntos por el sendero de la vida. Y por eso aprendí a admirarlo, a respetarlo, y también a consentirlo, ¡a quererlo!... Sí, mi querido profesor, ¡siempre lo vamos a extrañar!”.

      Usted, doctor Luis Felipe, hizo de su vida un canto a la docencia. Usted sabía bien que para ser maestro hay que amar en verdad la docencia y hacer que en ella florezca el afecto.

      TRAYECTORIA ACADÉMICA

      • 1910

      Nació en Bogotá, el 10 de agosto.

      • 1920

      Falleció su tío, el sabio Julio Garavito Armero.

      • 1935

      Ingresó como miembro del Ejército Nacional.

      • 1939

      Recibió el título de ingeniero civil en la Universidad Nacional de Colombia.

      • 1951

      Por invitación del rector de la Pontificia Universidad Javeriana, fechada el 13 de febrero, se vinculó como profesor de la Facultad de Ingeniería Civil.

      • 1955

      Fue designado profesor titular.

      • 1959

      Fue recibido como Comendador de la Orden Universidad Javeriana.

      • 1970

      Fue gerente de ISEA Ltda., cargo que desempeñó hasta 1976.

      • 1973

      Se publicó la tercera edición de su libro Diseño de acueductos y alcantarillados. Fue profesor en la Universidad de Santo Tomás.

      • 1975

      Se publicó su libro Diseño de plantas de purificación y la cuarta edición de Diseño de acueductos y alcantarillados.

      • 1979

      La Organización Panamericana de la Salud reconoció su labor académica y solicitó su autorización para utilizar algunos capítulos de su libro Diseño de acueductos y alcantarillados en cursos ofrecidos por esa entidad.

      • 1980

      Fue ascendido al grado de Cruz de Plata en la Orden Universidad Javeriana.

      • 1982

      Se publicó la octava edición de su libro Diseño de acueductos y alcantarillados.

      • 1983

      Falleció en Bogotá, el 18 de agosto. En forma póstuma fue proclamado profesor emérito de la Pontificia Universidad Javeriana. En Anales de Ingeniería n.º 820, (cuarto trimestre), apareció el obituario; y en la revista El Ingeniero Javeriano n.º 5 (octubre), se le rindió homenaje a quien había sido el “profesor fundador de la Facultad”.

      • 1984

      La Asociación de Ingenieros Javerianos, al conmemorarse seis meses de su muerte, colocó una placa en su honor en el patio de la Facultad de Ingeniería de la Javeriana. Hoy en la Javeriana n.º 845, del 5 de marzo, registró el homenaje.

      • 2011

      Con motivo del centenario de su natalicio, se descubrió un bronce que su hijo, Germán Silva, entregara a la Pontificia Universidad Javeriana.

       Educación y pedagogía

      Simeón

      Moreno Ortiz

      En conversación con

      Jaime Hernando Sarmiento Lozano

image

      PRESENTACIÓN

      Simeón Moreno Ortiz es sociólogo de la Universidad Cooperativa de Colombia y magíster en Literatura de la Pontificia Universidad Javeriana. Se vinculó como profesor del Centro Universidad Abierta en 1989 y ha sido docente de pregrado y posgrado por casi treinta años en esta universidad. Por su compromiso con la formación integral de maestros y maestras en el país, su pasión por la lectura y su carisma de servicio ha recibido reconocimiento y admiración por sus colegas y estudiantes.

      El profesor Simeón Moreno Ortiz se vinculó al área de Sociología e impartió clases en los programas de Licenciatura en Básica Primaria, Educación de Adultos, Pedagogía Social y Comunitaria. Con la reapertura de la Facultad de Educación, en 1994, consagró su docencia en la Licenciatura en Pedagogía Infantil con asignaturas del componente humanístico tales como Familia, escuela y comunidad; Historia de la infancia; Literatura infantil; Cultura, educación y desarrollo; y Antropología educativa, entre otras.

      Fue miembro del campo de investigación en Infancias, cultura y educación, cuyo objetivo principal es explorar las concepciones acerca de la infancia en diferentes contextos culturales y momentos históricos y las implicaciones de las diferentes interpretaciones sobre infancia y desarrollo en las prácticas educativas y sociales.

      Para el profesor Simeón Moreno Ortiz la formación de nuevos maestros en el país debe aportar al desarrollo humano del maestro, de su humanidad, su capacidad de convocar a nuevas generaciones desde el conocimiento del país y, sobre todo, desde una imaginación narrativa y la literatura que combine lo mejor de la visión universal con el conocimiento local. Considera que ser maestro es un llamado del alma, más que una profesión.

      EDUCACIÓN Y PEDAGOGÍA

      Jaime Hernando Sarmiento (JS): Simeón, muchas gracias por compartir este espacio con nosotros. Es maravilloso tener esta oportunidad de poder conversar con usted en esta entrevista. Quisiéramos empezar aproximándonos a sus orígenes, dónde nació y cómo fue su infancia y su primera escolaridad.

      Simeón Moreno Ortiz (SM): Nací en una finca panelera de propiedad de mis padres cercana a la población de Villeta, Cundinamarca, y hoy siento que fue una fortuna haber nacido allí, porque el recuerdo que tengo de mi primera infancia es totalmente campestre, con montañas, caminos, quebradas, ríos, cantos de aves, animales domésticos y trabajo, todo en un aroma de naturaleza. Para un niño de seis años, este ambiente se convierte en el primer referente que marca el resto de su existencia.

      Fuimos una familia numerosa compuesta por nueve hermanos y hermanas. Soy el menor. Mientras yo crecía, los mayores ya habían formado sus familias y salido de la casa. Había otro grupo intermedio de hermanos que estaban en búsquedas, por lo cual la interacción se dio más con los hermanos menores que estaban por encima de mi edad. Con ellos sí había bastante cercanía, sobre todo en los juegos propios de los niños campesinos que suelen aprovechar todos los elementos que la naturaleza ofrece.

      Hoy, cuando adelanto estudios académicos de música, he recordado que uno de nuestros juegos infantiles consistía en elaborar guitarras en guadua. La madera se cortaba y se modelaba dejando un segmento hueco para la caja y el siguiente para el diapasón, luego se le acondicionaban las cuerdas usando crines de caballos. Ese fue mi primer instrumento musical. Era una manera de acceder a la música, en un ambiente en el que las emisoras eran solo para escuchar noticias, pues en casa, el radio era monopolio de mi padre en un mundo donde las alternativas de información eran muy limitadas, diferente a la vida de hoy que resulta difícil de entender sin los medios de comunicación.

      El primer año de primaria transcurrió en un ambiente idílico, en el centro educativo llamado Escuela Rural de Minipí con la profesora Graciela, entregada a sus alumnos; fue con quien aprendí a leer y a escribir. Esta es la primera persona externa al grupo familiar, que se acerca con la intencionalidad de formar a un niño en un ambiente físico diferente al de su hogar, y esa imagen se queda en la mente y en la sensibilidad de todo niño, constituyendo el segundo referente que marca la infancia.

      Luego de vivir los primeros siete