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Formar-se en psicología


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atribuciones de sentidos más allá de las aulas y cómo nos posicionamos ante dilemas éticos inevitables en contextos fluidos, es decir, en constante transformación.

      Tania: Pasemos a la próxima pregunta: ¿qué reflexiones realizas con respecto a las formas de currículo oculto que atraviesan la formación en psicología?

      Wanda: Para mí es una gran preocupación, un reto y un compromiso. Es preocupación por la sutileza con que se articula ese currículo y la fuerza que parece cobrar cada día. Por ejemplo, el manejo del tema del desarrollo humano, en donde aún dominan teorías que están fuera de contexto e incluso encubren una ideología moderna de la regularidad, desconociendo otras alternativas a las concepciones de desarrollo. En los textos y en las discusiones en clase la diversidad de niveles socioeconómicos, de género, de raza, de etnia, de religión se omite o se margina y prevalecen falsos entendidos de normalidad y de homogeneidad.

      Por ejemplo, en libros de la adolescencia se habla de “un adolescente”, pero, ¿se trata de un adolescente en una favela en Brasil o en una urbanización de clase alta? Otro ejemplo, se habla del matrimonio por amor o de niñas de diez años en Afganistán que las casan con hombres de cincuenta años de edad, ¿de qué propiedad del desarrollo se habla? Para mí es una preocupación fundamental porque está oculto en el currículo. Yo, por ejemplo, tengo fotos de mis nietos de cuatro y cinco años de edad jugando con bloques de plástico –como “Lego”– y tengo fotos de niños de la misma edad en Brasil trabajando en construcción, poniendo bloques de cemento reales. Eso queda oculto en muchas de las formas de enseñanza en la que se estudia el desarrollo humano.

      Este es un señalamiento presente en las formulaciones originales de la pedagogía crítica, como bien argumentara Paulo Freire, y como han elaborado autores contemporáneos en la pedagogía crítica. La problematización, como la entendieron Freire y Martín-Baró, es necesaria para develar dinámicas de lengua, ideología y poder en los discursos académicos. No obstante, hay que plantearse la pregunta de cómo, cuándo y con qué consecuencias se aprende a problematizar, se aprende a leer crítica y reflexivamente.

      Tania: Pienso en el currículo oculto en referencia a los temas que seleccionamos o excluimos en el plan de estudios y la enseñanza; también en los textos escritos, como mencionas. Desde la psicología del trabajo y las organizaciones en Puerto Rico, hemos realizado miradas críticas al campo de la psicología industrial organizacional (PIO). Nos hemos dado cuenta de la selección y exclusión particular, en la medida en que prácticamente en todos los currículos de programas de posgrado de PIO se han importado los núcleos teóricos principales que se han enseñado en Estados Unidos, con sus respectivas metodologías convencionales. Esto es lo que se ha enseñado por décadas en Puerto Rico.

      Wanda: Eso es lo que yo llamo extrapolación irreflexiva. Es una tendencia a extrapolar porque pese a todas las perspectivas críticas que fueron bien fuertes en la psicología social latinoamericana entre los años 1980 y 1990, aún no se ha salido de eso. Igualmente, el problema de la proliferación de escuelas de psicología con demandas comerciales (que las veo así porque se crean programas en términos de qué será lo que emplee más fácilmente) donde los estudiantes exigen que no se les hable de historia, ni de teoría, queriendo aplicar únicamente.

      Tania: Lo anterior presenta también unos intereses particulares en el desarrollo de la disciplina.

      Wanda: Exactamente.

      Tania: Entonces, en tu opinión y de acuerdo con tu experiencia, ¿qué obstáculos y apalancadores emergen en el proceso formativo en psicología?

      Wanda: Creo que el referido currículo oculto es un grave obstáculo y, particularmente, las formas en que entidades acreditadoras de programas de formación o certificadoras de las competencias necesarias para el ejercicio de la práctica configuran y perpetúan un saber normalizado y normalizante. Esto, sumado a las condiciones socioeconómicas y el juego de demanda y oferta por algunas especialidades deriva, tristemente, en sujetos que estudian para aprobar exámenes más que por aprender. Como dije al principio, para mí cualquier proceso formativo tiene implicaciones éticas. Te lo crees y te acomodas o buscas resistirlo propiciando la indagación dialógica, el pensamiento crítico, el desarrollo de argumentos.

      Tania: Exactamente. Si no creamos una argumentación carecemos de voz propia, el mismo sistema nos lleva. En la cuarta parte y como cierre, cuéntanos un poco sobre cómo analizas el porvenir de la psicología, como ciencia y profesión; para ti, ¿cuál es el futuro de la psicología?

      Wanda: Tiene que ver con lo que estábamos hablando. Para mí la psicología tendrá el futuro que construyamos para ella y comienza con la reflexividad histórica y con la formación de una conciencia crítica que sea capaz de criticarse a sí misma. El futuro de la psicología se construye en las aulas y en los bordes de la disciplina. Por supuesto esa construcción está en algunas ocasiones enfrentada, y en otras, más o menos conciliada, con lo que se hace en las universidades y su formato. Pienso que si no se tuviera un grado de esperanza hubiera tirado la toalla hace rato; pero, por el contrario, estos procesos siguen apasionando un buen debate.

      Tania: Esa capacidad de mirarse a sí mismo, a nosotros también, esa capacidad de ser críticos. ¿Qué recomendaciones darías para una apropiada formación de psicólogos?

      Wanda: Por lo dicho, pienso que el conocimiento de la historia y la filosofía son fundamentales y no accesorios como se les trata en algunos currículos. Cada materia debería comenzar a enseñarse planteando preguntas y explorando cuándo, por qué y cómo la misma se convirtió en objeto de estudio en la psicología, qué prácticas se han utilizado para generar conocimiento y de qué formas se ha utilizado el mismo. Esto no se ve con frecuencia. La mayor parte de las veces no se entra en el origen de lo que se enseña, en sus transformaciones y en el estado actual de esa materia.

      Tania: Así me acerco al campo de psicología industrial organizacional. Para mí no hay otra manera.

      Wanda: Somos la minoría.

      Tania: Increíble, a estas alturas del siglo XXI. Vamos a la última pregunta, luego abrimos espacio para comentarios o para profundizar algo más que quieras. ¿Qué recomendaciones darías para una formación apropiada de los docentes de psicología?

      Wanda: Como se desprende de lo dicho, pienso que, tanto para el docente como para el estudiante, el estudio de la historia de la disciplina y, en el caso específico del docente, su relación con la cultura, la historia en general y la filosofía de la ciencia son fundamentales para una perspectiva no reduccionista de la psicología. Igualmente pienso que se deben nutrir los espacios de intercambio académico y profesional al interior de la disciplina y con otras disciplinas. Solo una perspectiva de complejidad permitirá enfrentar los problemas del psicologismo simplista en que se anclan algunas prácticas profesionales. Para mí, un ejemplo donde más claramente se ve este problema es cada vez que hay una masacre y la manera como toda la atención cae sobre la psicología del agresor, examinamos si la persona es esquizofrénica, estaba deprimida, en qué circunstancias de su vida se encontraba, y así todo lo reducimos al individuo. Esa psicología y psiquiatría apoyan dicha decisión, le dan validez científica. En cambio, no se identifican todas las otras circunstancias de vida, las facilidades de acceso, no se cotejan los antecedentes, ambientes de crianza, entre otros asuntos que no pasan a ser objeto de la discusión; eso tiene que ver con la formación. Yo solo he escuchado un panelista que haya dicho que no solo se debe mirar desde esa perspectiva; en cambio, te dan una explicación simplista e individual del problema. Quizás para terminar y recalcar, no es por azar que se desarrolla una mirada más compleja, una que considere la historia, la cultura y las dinámicas sociales que comandan el comportamiento, y que permita entonces una explicación más profunda en la psiquis individual.

      Tania: Desde tu punto de vista y experiencia, ¿la perspectiva históricocultural es una de las que atienden esa complejidad?

      Wanda: Desde mi punto de vista sí.

      Tania: Estamos en el cierre, te agradezco inmensamente tu tiempo y dedicación en esta conversación. Has pensado de forma profunda cada pregunta.