Jesús Zamora Bonilla

Argumentación y pragma-dialéctica


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la etapa de argumentación, en la que se plantea la argumentación y se la somete a reacciones críticas; y la etapa de conclusión, en la que se determina el resultado de la discusión. Siguiendo nuestro modelo básico de la distribución de actos verbales, Grootendorst y yo desarrollamos, en nuestro libro Actos verbales en discusiones argumentativas, un procedimiento pragma-dialéctico de discusión que consiste en un sistema de reglas para realizar actos verbales en una discusión crítica (van Eemeren y Grootendorst, 1984).9

      Me concentraré primero en las reglas que se aplican cuando se pone en cuestión el contenido proposicional de una argumentación (o parte de él). Al hacer esto, el antagonista crea un nuevo punto en disputa. Puesto que el protagonista ha aducido la argumentación en apoyo de un punto de vista inicial, estará comprometido con respecto a la proposición que se ha puesto en cuestión, y estará obligado (en virtud de algunas otras reglas de discusión) a defenderla. Aparte de la disputa inicial, que tiene que ver con el punto de vista inicial del protagonista, surge entonces una sub-disputa que tiene que ver con este sub-punto de vista positivo. Toda una cadena de sub-disputas, sub-sub-disputas, etc., pueden surgir de esta manera. En tal caso la argumentación requerida del protagonista es compuesta y subordinada.

      Los interlocutores de una discusión que ocupan los papeles de protagonista y antagonista tienen que estar de acuerdo en la etapa de apertura acerca de cómo decidirán si son aceptables las proposiciones del protagonista en su argumentación. En el modelo teórico de un intercambio plenamente externalizado, los interlocutores de una discusión deben para ello establecer cuáles proposiciones aceptan ambos en la discusión y cómo decidirán juntos si las demás proposiciones son aceptables. En la práctica, las proposiciones en la lista no suelen ser explícitamente acordadas, y sin embargo funcionan como un punto de partida mutuamente presupuesto y compartido. Si el antagonista pone en cuestión una proposición que es parte de la argumentación, el protagonista puede lograr defender dicha proposición contra el ataque del antagonista haciendo ver que la proposición que se pretende cuestionar está incluida en la lista acordada. A este método de defensa por el cual se determina si las proposiciones cuestionadas están en la lista de proposiciones aceptadas lo llamamos Procedimiento de Identificación Intersubjetiva. Si la aplicación de este procedimiento produce un resultado positivo, el antagonista está obligado a aceptar la proposición involucrada en la argumentación que ha planteado el protagonista.

      Regla 7

      a. El protagonista ha logrado defender el contenido proposicional de un complejo acto verbal de argumentación contra un ataque del antagonista si se produce un resultado positivo al aplicar el Procedimiento de Identificación Intersubjetiva, o bien si el contenido proposicional es aceptado en segunda instancia por ambas partes como resultado de una sub-discusión en la que el protagonista ha logrado defender un sub-punto de vista positivo con respecto a este contenido proposicional.

      b. El antagonista ha logrado atacar el contenido proposicional de un complejo acto verbal de argumentación si produce un resultado negativo al aplicar el Procedimiento de Identificación Intersubjetiva y el protagonista no ha logrado defender, en una sub-discusión, un sub-punto de vista positivo con respecto a este contenido proposicional.

      El antagonista puede cuestionar una argumentación no solamente por su contenido proposicional, sino también por la fuerza con la que justifica o refuta una conclusión. Si el protagonista adopta un punto de vista positivo, entonces se puede plantear la pregunta de si el razonamiento ‘de A se sigue P’ es válido como está, donde ‘A’ es el contenido proposicional de la argumentación y ‘P’ es la proposición asociada al punto de vista. Paralelamente, si el protagonista adopta un punto de vista negativo, entonces es necesario determinar la validez del razonamiento ‘de A no se sigue P’. La validez del razonamiento en la argumentación necesita juzgarse solamente si externalizamos este razonamiento completamente y podemos considerar que el protagonista está comprometido con la aseveración de que la corrección de la argumentación depende de su validez lógica. Verificar si los argumentos del protagonista son lógicamente válidos exige reglas lógicas —tales como las reglas dialógicas de la Escuela de Erlangen— que permitan evaluar si los argumentos son válidos mediante un examen de la defensibilidad de la proposición en disputa relativamente a las premisas (vistas como concesiones) que constituyen la argumentación. Puesto que verificar la validez de los argumentos es un asunto de determinar si las inferencias del protagonista son aceptables, llamamos a esto el Procedimiento de Inferencia Intersubjetiva.