Cuando elegimos la argumentación como nuestro tema de investigación, lo que de hecho nos motivaba era el deseo de dedicarnos a una empresa académica que superara los (en ese entonces) estrechos límites disciplinarios de la lingüística (van Eemeren) y la comunicación verbal (Grootendorst) así como nuestro común interés en estimular la participación amplia y razonable en las diversas prácticas argumentativas que son importantes para una sociedad abierta y democrática.
2 Véase van Eemeren, Grootendorst y Kruiger (1978, 1981, 1986a, así como sus equivalentes en inglés, 1984b, 1987).
3 Una diferencia de opinión existe cuando el punto de vista de alguien no es compartido con alguien más y se requiere de argumentación para resolver la diferencia de opinión de una manera razonable. Una diferencia de opinión no implica necesariamente dos puntos de vista opuestos; basta que un punto de vista se vea confrontado con una duda.
4 La doble dimensión de proceso [el argumentar] y producto [el argumento] constituye en nuestra opinión una característica fundamental de la argumentación (van Eemeren et al., 2014: 3-4). El enfoque procedimental que une las dimensiones de proceso y producto es formal en el sentido de que trata la argmuntación como sujeta a regulación o regimentación (según van Eemeren et al., 2014: 303, esto significa “formal en el sentido 3”).
5 En una conferencia inaugural que di en Estados Unidos en 1987 explicaba yo que el reconciliar las preocupaciones descriptivas y normativas es en mi opinión el principal desafío de la teoría de la argumentación (van Eemeren, 1987). En el programa de investigación que necesita llevarse a cabo para lograr este fin distinguía yo cinco componentes: el filosófico, el teórico, el analítico, el empírico y el práctico [véase cap. 3 de este libro]. Los investigadores en pragma-dialéctica regularmente se concentran en componentes específicos.
6 Los puntos de partida meta-teóricos de la pragma-dialéctica, que sirven como sus premisas metodológicas, pueden de hecho verse como respuestas constructivas frente a las principales desventajas de otros enfoques (van Eemeren & Grootendorst, 1984: 4-18; van Eemeren et al., 2014: 523-527).
7 [Nota del traductor: En lo que sigue no traduzco la frase effectiveness through reasonableness literalmente como “efectividad mediante razonabilidad”, que resulta complicada y difícil de procesar, sino por “efectividad razonable”, cuya mayor llaneza parece conservar todas las connotaciones del original.]
8 Una discusión crítica refleja el ideal dialéctico socrático de poner a prueba de forma racional cualquier convicción, no solamente aserciones sino también juicios de valor y puntos de vista prácticos sobre acciones.
9 El hecho de que las reglas de discusión crítica sean instrumentos para distinguir tales jugadas argumentativas contraproducentes demuestra su “validez respecto del problema” en cuanto código de conducta del discurso argumentativo (van Eemeren & Grootendorst, 1988a). Para que en una práctica argumentativa estas reglas sirvan como herramientas para resolver diferencias de opinión mediante argumentos, es menester además que sean aceptadas intersubjetivamente, de forma que posean “validez convencional” (van Eemeren, Garssen & Meuffels, 2009). [Nota del traductor: En la teoría de la argumentación en general y en la pragma-dialéctica en particular se busca siempre que los modelos propuestos sean válidos tanto “objetivamente” (o “con respecto al problema”, problem-validity) como “subjetivamente” o mejor dicho “intersubjetivamente” (o “de forma convencional”, conventional validity). Vale decir que el modelo debe, por un lado, resolver efectivamente la tarea misma atribuida a la argumentación (en pragma-dialéctica, resolver una diferencia de opinión), y por otro lado ser tal que los propios argumentadores humanos aceptarían la caracterización que da el modelo de lo que hacen y buscan cuando argumentan.]
10 Aunque ambos habíamos leído más allá de nuestras especialidades, yo venía primariamente de la lingüística y la filosofía del lenguaje mientras que Rob venía de los estudios de comunicación verbal. En esa época yo enseñaba pragmática y sociolingüística mientras que Rob se especializaba en escritura académica y lectura crítica. Ambos habíamos también desarrollado un interés por la lógica.
11 Dependiendo del tipo de operación analítica implicado, podemos distinguir cuatro tipos de transformación: “omisión”, “adición”, “permutación” y “substitución” (van Eemeren & Grootendorst, 1990; van Eemeren et al., 1993: 61-86; van Eemeren & Grootendorst, 2004: 100-110). [Nota del traductor: Se trata de las cuatro operaciones clásicas de la retórica antigua que Quintiliano agrupará luego como quadripartita ratio o método cuatripartita para la identificación de errores en el discurso (Institutiones oratoriae, libro I, cap. 5). Todo parece indicar que el método tiene su origen en una doctrina aristotélica o post-aristotélica sobre los modos de corrupción (cf. Filón de Alejandría, De aeternitate mundi, cap. 22).]
12 Esta monografía se basa de hecho en publicaciones previas en holandés (van Eemeren, Grootendorst & Kruiger, 1983, 1984a, 1986b). Para términos y conceptos relevantes véase también van Eemeren, Grootendorst and Snoeck Henkemans (2002).
13 Van Eemeren y Houtlosser (2007), quienes introdujeron el concepto normativo de perfil dialéctico, lo definieron como una visión de conjunto de los patrones secuenciales de jugadas (rutas dialécticas) que los discutidores están autorizados (u obligados) a hacer en una cierta etapa o sub-etapa de una discusión crítica a fin de resolver una diferencia de opinión con base en los méritos de los argumentos ofrecidos. En la investigación empírica cualitativa un perfil dialéctico puede ser un diseño heurístico para (1) capturar las jugadas argumentativas que sean analíticamente relevantes —es decir, potencialmente relevantes para resolver la diferencia de opinión— en un punto particular de una etapa particular de una discusión y luego (2) para identificar las expresiones indicativas de tales jugadas.
14 En algunos casos se llevaron a cabo réplicas del estudio, a veces para apoyar interpretaciones, a veces para excluir explicaciones alternativas y de esa manera garantizar la validez interna, a veces para optimizar la validez externa. [Nota del traductor: La validez interna de un experimento se comprueba variando los observables asociados a los conceptos de interés (en este caso, los ítems del test), la externa utilizando muestras de poblaciones diferentes. En el caso de estos experimentos, era muy importante, para la validez externa, replicar los experimentos con poblaciones culturalmente diferentes a la original holandesa. Para un ejemplo, véase cap. 9 de este libro.]
15 El dar cuenta del diseño estratégico como parte integrante de la teoría debe también ayudar a desarrollar métodos más sofisticados para mejorar la producción oral y escrita de discurso argumentativo.
16 El acercamiento entre enfoques dialécticos y retóricos a la argumentación se ve también estimulado, aunque no siempre de la misma manera, por estudiosos de la comunicación como Wenzel (1990) y por lógicos informales como Tindale (2004). Recibe también apoyo por parte de las políticas de la Sociedad Internacional para el Estudio de la Argumentación (ISSA [con sede en Holanda]), por parte de las revistas Argumentation, Informal Logic, Argumentation and Advocacy, y por parte de