Luz Sanfeliu Gimeno

Republicanas


Скачать книгу

una función afirmativa y distintiva, puesto que, a través de los papeles genéricos y de las relaciones entre los sexos, se negociaba también la hegemonía de un determinado grupo social, con efectos de poder y control sobre el resto de grupos.

      III. REPRESENTACIONES Y PRÁCTICAS DE LA IDENTIDAD MASCULINA

      En la construcción de este nuevo ámbito simbólico, que progresivamente fue privilegiando imágenes y comportamientos adecuados para hombres y mujeres, y relegando los que resultaban inoperativos e incómodos para el modelo de sociedad que los blasquistas pretendían crear, resulta interesante retomar las tesis de Reig y evaluar la importancia que para la construcción de las identidades genéricas tuvieron las tentativas populistas de reagrupamiento sociopolítico.

      Pero cuando intentamos relacionar esa totalización abstracta que construye la idea de pueblo y los papeles que socialmente se atribuyen a las mujeres, surge inevitablemente la pregunta de hasta qué punto las mujeres se sentían parte de ese pueblo soberano que los blasquistas nombraban en sus escritos, y significaban marginado de las tramas de poder, explotado económicamente y sin derechos. ¿Eran ellas también parte de ese pueblo y, por tanto, podían sentir comprendidas sus reclamaciones particulares, o sentir como propias las reclamaciones generales? Ese partido de todo el pueblo que el blasquismo pretendía ser ¿supo representar realmente los intereses femeninos y fue un cauce adecuado a través del cual las mujeres pudieron plantear sus demandas? O, al contrario, ¿utilizó el partido a las mujeres para gozar de cierto poder en la ciudad?