escondidos en su contexto original. Sin embargo, terminada esta labor, el video resulta asfixiado por los límites y la atmósfera diferente de la vanguardia artística, e inofensivamente confinado, no solo metafóricamente, en un museo. El resultado es que el video pierde su fuerza, que consiste, después de todo, en su naturaleza de medio de comunicación masivo. En suma, el circuito del arte culto, que ya no tiene el poder de comunicar, vuelve automáticamente mudo todo lo que se incorpora en sus procesos:
Estímulos de escasa intensidad semántica cancelan el carácter de transgresión que pertenece al arte y subrayan la distancia entre sujeto y mundo externo (...). Por eso la ilusión referencial, que anula la distancia entre ficción y realidad, es una razón estética tranquilizante pero falsa.18
Entonces, si las tentativas de incorporar los medios masivos dentro del arte se revelan fundamentalmente inútiles, el truco de las vanguardias consiste en transformar el arte en un fenómeno mediático. Por eso el arte contemporáneo no tiene sentido fuera de la industria cultural. El valor de los artistas en el mercado depende, en efecto, de la visibilidad (dirigida por la industria cultural) de cada uno de ellos en las revistas, la televisión y las exhibiciones internacionales.
Estas dinámicas evidencian un conflicto entre mundos que se han vuelto respectivamente ajenos: el arte, la comunicación y la investigación teórica y estética. Sin embargo, la tecnología digital podría ser el nuevo factor que ofrece la posibilidad de una salida inesperada. En efecto, el digital es un contexto que permite, por sus características inmateriales, la reconciliación de las funciones de medio de comunicación, propia de los medios masivos, y de investigación estética, propia de las vanguardias y de la investigación teórica. Los aspectos que permitirían sustentar esta hipótesis son la interactividad, las interfaces, el software e Internet; recuperaremos este tema más adelante, porque primero será necesario determinar algunos fundamentos estéticos y analizar la naturaleza de las herramientas digitales que son parte esencial de estos procesos.
La difusión de lo artístico: Diseño gráfico y diseño industrial
Los medios masivos producen, como hemos visto, la difusión del arte en cuanto elemento de la comunicación audiovisual globalizada. Sin embargo, esta difusión, que la crítica mediática identifica como responsable de la disolución de la realidad en los simulacros, tiene un aspecto diferente cuando se desarrolla en los procesos de la producción industrial. Con los avances tecnológicos en la maquinaria y en la tecnología de los materiales, aparecen en Europa, para luego difundirse mundialmente, nuevas prácticas artísticas, como el diseño gráfico y el diseño industrial.19
El design es una de las expresiones positivas y concretas del arte contemporáneo y se propone, no solo en la práctica sino también en el ámbito teórico, como camino alternativo al laberinto sin salida del arte contemporáneo de vanguardia. Según Bruno Munari,20 quizás una de las figuras de artistas y designer que ha enfrentado con mayor solvencia teórica y profesional estos temas, el arte es un resultado que se logra cuando existe coherencia entre la forma, la función y la economía de un objeto. Para el designer, pues, el acto creativo no es arbitrario, sino un proceso armónico entre las diferentes competencias que el diseño necesita. Lo mismo se puede decir para el diseñador gráfico; como se ve, son conceptos muy ajenos al punto de vista del artista de vanguardia.
El diseño gráfico y el diseño industrial son los principales factores de la difusión de lo artístico en las sociedades económicamente avanzadas, y han terminado el proceso, actuando paralelamente a través de los medios masivos, de quitar a la pintura y a la escultura las últimas posibilidades de su función práctica y social. El único arte que guarda coherencia estructural entre la función puramente estética y el aspecto funcional es la arquitectura, por lo que podemos considerarlo como el único arte que mantiene una continuidad con su tradición histórica. Ahora bien, las artes gráficas, el design y la arquitectura colaboran en el diseño de la realidad virtual y de sus interfaces, que modelan estética y funcionalmente el ciberespacio. Como veremos a través del análisis del arte de Gadamer, hay una estrecha relación entre la arquitectura y el entorno problemático de la virtualidad, de ahí que exista el riesgo de regresar a los mecanismos autorreferenciales del sistema del arte de vanguardia.
Globalización, identidad y tecnología
Uno de los problemas más sentidos de la globalización, impuesta por los medios de comunicación y por los flujos migratorios desde el Tercer Mundo hacia los países desarrollados, es la conservación de la identidad social y cultural. Este problema se manifiesta de varias maneras: actitudes xenófobas, nuevas formas de racismo, exasperación de las proclamas de autonomía en el ámbito local en todas las principales naciones industrializadas. En muchos países estos fenómenos causan grandes problemas sociales, culturales y educativos, y la exigencia de promover diálogos interculturales es una prioridad que tanto los artistas como los educadores deberían tomar en cuenta con urgencia.
En lo que se refiere a la identidad cultural, la tecnología es percibida como un factor negativo, porque la producción tecnológica, particularmente en la informática, es monopolio de pocas naciones, a pesar de que actualmente algunos países en vías de desarrollo están tomando un rol importante en este sector, como la India, que es hoy uno de los principales centros de desarrollo de software en el mundo. Cabe señalar que en la sociedad de la información el software es el factor globalizador, porque su naturaleza es cultural y opera como un medio de comunicación.
Volviendo al tema del collage, el software hace que la identidad globalizada se convierta en estructura primaria de la obra de arte: su identidad desaparece ya sea en la sobreproducción, como hemos visto, o en la fragmentación de las identidades culturales, perdiendo así su función de medio intercultural. Para aproximarse a estos aspectos conviene revisar, por lo menos de manera general, la relación entre arte y tecnología.
Aspectos generales de la relación entre artes visuales y tecnología
Para los artistas, la tecnología y los aspectos teóricos y científicos de la producción artística han sido siempre importantes, como enseñan los numerosos tratados renacentistas de anatomía, de geometría y perspectiva y de óptica, y los manuales del oficio que los mismos artistas dejaron para beneficio de sus alumnos y colegas.21 Pero es curioso observar, entre los estudios de historia del arte, el sitio marginal que ocupa el problema tecnológico y científico. Las principales teorías históricas del arte han visto los aspectos técnicos y materiales del arte como un factor secundario, y privilegiándose las interpretaciones biográficas, estilísticas, iconográficas, sociales, políticas o perceptivas. Considerando, además, la dirección teórica y filosófica que el arte ha tomado a partir de las vanguardias históricas, es como si la tecnología constituyera un impedimento para la comprensión del arte. Y efectivamente, parece que el sistema del arte, desde la aparición de la fotografía, ha tomado distancia de la tecnología y, a pesar de las apariencias, ha renunciado a comprenderla realmente.
El caso de la fotografía
La relación entre el arte, la ciencia y la tecnología se vuelve problemática a partir de la fotografía. No fueron pocos los que vieron en la fotografía un ataque mortal a la pintura. Sin embargo, los primeros que usaron comercialmente la fotografía fueron los pintores, que la utilizaron como apoyo para el dibujo, como ya habían hecho Canaletto y Bellotto con la camera obscura.22 Por esta razón el pictorialismo fue el primer estilo de la fotografía. Gracias a la llegada de las primeras Leica y de emulsiones más rápidas, que permitieron la fotografía instantánea, empieza a desarrollarse un lenguaje fotográfico autónomo, que es difundido masivamente mediante la introducción de medios de impresión más eficientes y baratos: “Si la industrialización permitió las aplicaciones sociales del trabajo del fotógrafo, las reacciones a estas aplicaciones reforzaron la instancia de la fotografía como arte”.23
Son estos acontecimientos