en Jerusalén. 5. Pasión, Muerte y Resurrección.
[33] A esta parte del Evangelio de Lucas se le ha denominado el “gran viaje”, que se entiende en un sentido teológico de predicación y extensión de la Buena Nueva, o también “la gran inserción de Lucas”.
[34] Una exposición breve, pero completa de estas teorías en Casciaro, pp. 145-151.
[35] Combinando ambas teorías acerca de los sinópticos, se me ocurre esta otra: el primer Evangelio es la versión aramea de Mateo, que contiene principalmente dichos de Jesús. Lucas escribe su Evangelio, posiblemente en Acaya, en los años sesenta, y traduce al griego las palabras arameas de Jesús. Esta traducción de Lucas fue tenida en cuenta por quienes hicieron la versión griega de Mateo, y de ahí las coincidencias entre ambos evangelios, a veces literales, que no procederían de la supuesta fuente Q, sino del evangelio arameo de Mateo. Mientras Lucas componía su Evangelio, Marcos hacía lo propio en Roma, y quizá trabajaron sin compartir sus redacciones, lo que explicaría que Lucas no tenga (la “gran omisión”) el pasaje de Mc 6,45 a 8,26, que sería muy adecuado para los lectores de Lucas, y que Marcos no tenga los pasajes de Lucas, llamados la “gran inserción”, que relatan muchos episodios relacionados con el último viaje de Jesús a Jerusalén (Lc 9,51-19,28). Juan, hacia los años 90, redacta su Evangelio conociendo los tres sinópticos, con la finalidad de transmitir su propio testimonio, completar los sinópticos, especialmente con las noticias del ministerio en Judea, aclarar algunos puntos que le parecen oscuros, como el día que tuvo lugar la Última Cena.
[36] Respecto del Evangelio de Mateo, deben considerarse las fechas de redacción de cada una de sus dos versiones; la versión en arameo, que fue la más antigua, y me parece que fue el primero de todos los evangelios, y la versión griega o versión revisada que bien pudo ser posterior a los otros dos sinópticos.
[37] Esa es la opinión común hoy entre los especialistas; véase Meier I, p. 43.
[38] Ibid, p. 44 y Comentario, Introducción a los Santos Evangelios, pp. 968-969.
[39] El Fragmento (o Canon) Muratori, de fines del siglo ii, advierte que hay libros que todos tienen como sagrados e inspirados, entre los cuales cita los cuatro evangelios; otros, que no todos tienen como sagrados o inspirados y no pueden leerse en las iglesias; unos más, que, aunque no son reconocidos como inspirados, pueden leerse privadamente, y otros que la Iglesia rechaza, por ser apócrifos o agnósticos.
[40] John Meier I, p. 122.
[41] Meier, op. cit., p. 124, quien refiere que Cristopher Tuckett (Nag Hammadi and the Gospel Tradition. Studies of the New Testament and Its World, Edinburgo, Clark, 1986) después de analizar este material, concluye que, salvo el Evangelio de Tomás, nada de este material muestra una fuente independiente de los sinópticos.
[42] Ibid., p. 127. Analiza también las opiniones de otros autores que llegan a afirmar que tal Evangelio de Tomás da muestras de poseer fuentes de los dichos de Jesús, independientes de los evangelios sinópticos, y previas a ellos, pero Meier considera que no pueden probar sus afirmaciones, pp. 128 a 131.
[43] Ibid., pp. 139-140.
[44] Se puede ver una descripción del país de Jesús, así como de la sociedad en que vivió en Fillion I, pp. 31-110.
[45] Gen 13,15-16.
[46] Casciaro, pp. 83-85.
Capítulo 2
Origen y nacimiento de Jesús
Sumario. I. El origen de Jesús. A. La genealogía de Mateo. B. La genealogía de Lucas. C. La explicación de Juan. II. Los relatos sobre el nacimiento de Jesús. III. El relato de Lucas. A. La anunciación a Zacarías (Lc 1,5-25). B. La anunciación a María y la concepción virginal de Jesús (Lc 1,26-38): 1. El saludo del Ángel, 2. El mensaje. 3. La respuesta de María. C. La visitación de María a Isabel. D. El nacimiento de Jesús en Belén. 1.Tiempo. 2. Lugar. 3. Anuncio y adoración de los pastores. 4. La circuncisión del Niño. 5. La purificación de María en el templo, la presentación del Niño y el pago del rescate. IV. El relato de Mateo. A. El anuncio a José. B. El nacimiento. C. La llegada de los magos: 1 Quiénes eran los magos. 2. La estrella. 3. La previsión de Herodes. 4. La adoración de los magos. D. La huida a Egipto, la matanza de los inocentes y el retorno a Nazaret. 1. La matanza de los inocentes. 2. La huida. 3. El regreso.
1 El origen de JesúsCon Jesús se presenta el problema de su origen de manera muy especial. Es, a la vez, conocido y misterioso. Es conocido, porque todos saben que es hijo de María y José, que viene de Nazaret, donde vivió la mayor parte de su vida y también sus familiares. A veces, este origen “pueblerino” se aducirá como una prueba contra su autoridad como maestro. Por otra parte, la gente afirma que, a diferencia de Moisés de quien sabían que Dios hablaba con él, de Jesús no se sabe de dónde viene, y eso mismo le pregunta Pilatos en el interrogatorio previo a su condena a muerte: ¿De dónde eres tú?Los evangelios dan respuesta a esta pregunta. Ese es el sentido que tienen las genealogías de Jesús que ofrecen Mateo, al principio del Evangelio, y Lucas, al narrar los inicios de la vida pública. Juan, en cambio, ofrece una reflexión sobre su origen eterno.A. La genealogía de MateoLa genealogía de Mateo[1] comienza con el nombre de Abraham, a quien Dios había hecho la promesa de que de su descendencia vendría una bendición para todos los pueblos. Está dividida en tres grupos, cada uno de catorce generaciones: de Abraham a David; de Salomón al exilio en Babilonia, y del exilio a Jesús. David, a quien se le había hecho la promesa de un descendiente que reinaría eternamente, es un nombre crucial en esta genealogía. Toda ella es un argumento de que Jesús es descendiente de Abraham y de David, conforme a las promesas que Dios había hecho a Israel. Jesús es, como la gente le dirá, el Hijo de David.La genealogía muestra también el misterio del origen de Jesús. De todas las generaciones se dice que un varón engendró un hijo en una mujer (“Abraham engendró a Isaac) pero al llegar a la generación de Jesús se corta ese esquema y se dice: “Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo”. José no engendró a Jesús, por lo que en María se da un nuevo comienzo, pues su hijo, Jesús, no proviene de hombre alguno.En ningún lugar de los evangelios se afirma que María fuera descendiente de David, Lucas[2] sólo dice que era pariente de Isabel, la madre de Juan el Bautista, y que ésta era descendiente de la tribu de Aarón; de ahí podría suponerse que María también era descendiente de esa tribu.Para la mentalidad de los judíos, la ascendencia de una persona se determinaba por vía paterna, independientemente de que el padre fuera padre biológico o padre legal. Esto supone una concepción de la paternidad más amplia que la sola concepción biológica: padre es el que sustenta, protege, educa, como lo hizo José con Jesús. Por eso, hay varios lugares en los evangelios y en las cartas paulinas que afirman que Jesús era hijo de David.[3]Si Jesús fuera descendiente biológico de David no podría afirmarse que fuera Dios. El mismo Jesús hizo notar esto a sus adversarios poco antes de que lo apresaran les preguntó[4] de quién es hijo el Mesías, y ellos respondieron “de David”, y él les replica: “Entonces, ¿cómo David, movido por el Espíritu, le llama Señor al decir [Salmo 110,1]: Dijo el Señor a mi Señor: ‘siéntate a mi derecha, hasta que ponga a tus enemigos bajo tus pies’? Por lo tanto, si David le llama ‘Señor’, ¿cómo va a ser hijo suyo?”. Los tres evangelios sinópticos hacen este relato que afirma implícitamente la divinidad de Jesús, que Juan hará explícita.B. La genealogía de LucasLucas procede de modo inverso a Mateo, pues en vez de empezar por el progenitor más antiguo y terminar con Jesús, comienza con Jesús que “se pensaba hijo de José”, y se remonta a los progenitores previos hasta llegar a Adán, de quien afirma que es “hijo de Dios”.[5] Llama la atención que no hay coincidencia de muchos nombres en las dos genealogías, y ni siquiera concuerdan en el nombre del padre de José; es evidente que cada evangelista ha usado una fuente propia para construir su genealogía, y que lo que les interesa transmitir, no es la sucesión de generaciones, sino el mensaje que contiene la estructura de cada genealogía. Así como