Jorge Carlos Adame Goddard

Historia de Jesús de Nazaret


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dará el trono de David, que reinará eternamente sobre la casa de Jacob y que su reino no tendrá fin. En este anuncio se aúnan dos títulos de Jesús, el de Hijo de Dios (“Hijo del Altísimo”) y el de hijo de David, a quien llama “su padre”.El mensaje se entiende en la perspectiva de la promesa que el profeta Natán había comunicado a David: “Tu casa y tu reino permanecerán para siempre en mi presencia y tu trono será firme también para siempre”.[29]3. La respuesta de María. Se da en tres fases. Su primera reacción es de asombro e inquietud; ella no duda, pero reflexiona sobre el significado del saludo. La segunda inquietud es cuestionarse sobre cómo ella va a concebir si no conoce varón. Es una pregunta desconcertante, porque ella estaba “desposada”, esto es, comprometida con José, por lo que era natural que pensara que concebiría por obra de José. San Agustín dio la explicación de que ambos habían hecho un voto de virginidad, pero esto no era una práctica en el mundo judío de entonces; recientemente se ha dado esta explicación: María entiende que concebirá de forma inmediata, y José aún no la ha recibido. Pero no es explicación convincente porque la convivencia sería próxima. Puede ser que María, al oír que el hijo que concebirá se llamará “Hijo del Altísimo”, entiende que ha de concebir sin concurso de varón, y por eso pregunta cómo ha de ser.Luego, ante el desconcierto de María sobre cómo concebirá, el ángel le explica que el Espíritu Santo vendrá sobre ella, que la fuerza del Altísimo la cubrirá con su sombra, es decir, que va a concebir gracias al amor y al poder de Dios y, por eso, el que va a nacer será llamado Hijo de Dios.Enseguida viene la tercera reacción de María, su respuesta: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra”.[30] Es una manifestación de la libertad humana, que el mismo Dios respeta: no podía redimir el mundo sin la voluntad de María. Algunos autores han entendido que con su respuesta María se hace madre de todos los hombres, en cuanto les abre la posibilidad de ser hijos de Dios. Entonces, el ángel la deja y ella queda sola y concibe a Jesús por obra del Espíritu Santo.Algunos autores han pensado que el relato de la concepción virginal de Jesús es una especie de adaptación de algunos mitos existentes en las culturas antiguas, en los que se habla de hombres engendrados por los dioses, como se decía de los faraones egipcios o como se decía de Hércules, en la mitología griega, que había nacido de la unión sexual entre Zeus y Alcmena. Pero en todos estos mitos se habla de una unión física, por la que el dios varón se une con una mujer y procrea.En cambio, tanto Lucas como Mateo afirman que María concibió sin unión física, por obra del Espíritu Santo, de modo que es algo radicalmente nuevo y no cabe entenderlo como una “adaptación” de un mito preexistente, porque afirma algo muy diferente y contrario de la experiencia de los pueblos. Es interesante que ambos relatos, aunque son independientes y cada uno tiene sus propias fuentes, afirmen lo mismo, lo cual significa que era ya algo sabido y difundido en la comunidad cristiana primitiva.[31]Mateo, como prueba de la credibilidad de su relato, afirma que eso sucedió “para que se cumpliera lo que dijo el Señor por medio del profeta”, esto es, por el profeta Isaías: que una virgen concebirá y dará a luz un hijo;[32] fue una profecía dicha en el año 733 a. C., y en toda la historia posterior de Israel, nadie había afirmado que se había cumplido.Los testimonios de Mateo y Lucas son claros al afirmar la concepción virginal de Jesús. Son dos testimonios coincidentes e independientes, pero aceptar que verdaderamente sucedió lo que afirman requiere aceptar que Dios, omnipotente, actúa por medio de los hombres. En la historia de Jesús de Nazaret hay dos momentos en que la acción de Dios interviene directa y decisivamente en la historia: en la concepción y nacimiento de Jesús y en su resurrección de entre los muertos.C. La visitación de María a IsabelLucas continúa su relato y narra el viaje de María a un lugar en las montañas de Judea, donde vivía su pariente Isabel.[33] Narra los saludos que se dan, luego el nacimiento de Juan el Bautista y la recuperación del habla por Zacarías. El lugar se ha identificado como la actual Ain Karim. Con el encuentro de ambas mujeres se unen las historias de Juan y de Jesús, desde antes de su nacimiento, que luego confluirán en el inicio de la vida pública de Jesús.Lucas afirma que, pasados tres meses con su parienta Isabel, María regresa a Nazaret. Se ha conjeturado si lo hizo antes o después del nacimiento de Juan y algunos, por ejemplo sor María de Jesús de Agreda,[34] afirma que María se quedó para ayudar a Isabel en el parto y en los siguientes días.D. El nacimiento de Jesús[35]Lucas comienza el relato del nacimiento con una referencia histórica que permite encuadrar el nacimiento de Cristo en la historia universal. El emperador Octavio Augusto promulgó un edicto para que se empadronase todo el mundo. El imperio era entonces una comunidad universal que gozaba de paz, que tenía una lengua común, el griego, y que era un ambiente propicio para un mensaje de salvación universal. Agrega Lucas que dicho empadronamiento o censo ocurrió cuando Quirino era el gobernador de Siria, de la cual dependía Palestina. Todos los varones debían acudir a su ciudad de origen a empadronarse. Por esa causa, José, que era descendiente de David, salió de Nazaret, con su esposa encinta, para ir a Belén, la ciudad de David. Continúa Lucas que, estando ahí, le llegó el tiempo a María y dio a luz a su hijo primogénito, “lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no hubo lugar para ellos en la posada”.Lucas dice que María dio a luz a su “hijo primogénito”. ¿Qué quiere decir con esto? No puede entenderse en el sentido de que fue el primero de varios. La palabra primogénito en esa frase aparece como una anticipación de lo que posteriormente relatará Lucas, la presentación en el templo y el pago por el rescate del hijo primogénito. La teología paulina desarrollará el significado de esa palabra al decir que Jesús resucitado es “el primogénito de muchos hermanos”,[36] es decir, el primero que resucita de todos los que resucitarán para ver a Dios.1. Tiempo. El relato permite ubicar históricamente el acontecimiento en un tiempo determinado, el del censo ordenado por Octavio Augusto y ejecutado por Quirino.Como no se ha tenido noticia segura del año en que pudo practicarse el censo ordenado por Augusto en Palestina,[37] el año del nacimiento se ha calculado mejor tomando en cuenta la vida y muerte del rey Herodes.[38] Tanto Lucas como Mateo coinciden en que Jesús nació cuando reinaba Herodes, del que se sabe con seguridad que murió en los primeros meses del año 750 de la fundación de Roma, que equivale al año 4 antes de Cristo. Por un error de cálculo, Dionisio el Exiguo, en el siglo vi, fechó el nacimiento de Jesús a finales del año 753 y el comienzo de la era cristiana en el año 754. Dado que Jesús nació cuando reinaba Herodes, su nacimiento debió ocurrir antes del año de la muerte de Herodes, es decir, antes del año 4 a. C.; considerando que Herodes, cuando decidió matar al Niño Jesús, ordenó que se diera muerte a los niños de dos años y menores, se ha tenido como lo más probable que Jesús nació dos años antes de que muriera Herodes, esto es, el año 748 de la fundación de Roma, que equivale al año 6 antes de Cristo, según la cuenta actual. Ese año sexto antes de Cristo coincide con las noticias cronológicas que da Lucas: Octavio Augusto era el emperador y Quirino tenía mando en Siria.En cuanto al día del nacimiento, no puede precisarse por fuentes documentales, pero hay una antigua tradición, en la iglesia latina, reconocida por san Agustín, que refiere que los cristianos celebraban la Natividad el 25 de diciembre, y a esa tradición se unió la Iglesia de Oriente en el siglo cuarto.2. Lugar. Del relato se desprende que Jesús nació en Belén, la ciudad de David, de donde era oriundo José. En cuanto al lugar preciso del nacimiento, desde el siglo ii se sabía en Palestina que Jesús había nacido en una gruta, como lo demuestra el diálogo de san Justino (oriundo de Palestina) con Trifón.[39] Las grutas son abundantes en los alrededores de Belén y, por la configuración del suelo calcáreo, son refugios socorridos para el ganado. Santa Elena hizo construir, entre 327 y 333, una basílica encima de la gruta, la cual, después de varias restauraciones, aún se conserva y preserva el lugar donde nació Jesús.El Evangelio de Lucas nada dice de la presencia del buey y del asno, que la iconografía cristiana incluyó en sus representaciones de la gruta desde los primeros tiempos. Puede ser que haya influido una profecía de Isaías[40] que dice: “Conoce el buey conoce a su amo, y el asno el pesebre de su dueño. Pero Israel no conoce, mi pueblo no discierne”. La supuesta presencia de los dos animales se ha interpretado como una metáfora que se refiere a los dos pueblos, los judíos y los gentiles, de los cuales sólo unos pocos reconocieron a Jesús. La venerable María de Jesús de Agreda, que transmite la tradición franciscana sobre la infancia de Jesús, que oyó en las homilías y consejos de sus confesores, dice, con sentido común, que el asno fue el que usaron María y José para su viaje de Nazaret a Belén y que el buey era uno que vagaba por ahí y entró atraído por el lugar.[41]3. Anuncio