particular del Evangelio de Juan, el conocido prólogo, en el cual se remonta al Verbo como la Persona que se encarna en Jesús. De esta manera, desde el principio, Juan afirma al lector que Jesús es Dios.A diferencia de los evangelios sinópticos, el de Juan se concentra en lo ocurrido en Judea. Mientras los sinópticos refieren sólo una subida, la última, de Jesús a Jerusalén, Juan narra tres o posiblemente cuatro.Juan fue el discípulo predilecto de Jesús, y lo siguió desde el principio de su vida pública. Después de la muerte de Jesús, Juan aparece acompañando a Pedro en Jerusalén, y en el primer concilio ecuménico en Jerusalén es considerado como “columna” de la Iglesia. De Palestina, marchó a Éfeso, posiblemente después de la muerte de Pablo (año 67) y la guerra de Judea (a. 70), que hizo que muchos cristianos salieran de Palestina. Permaneció en Éfeso, hasta que fue desterrado por el emperador Domiciano a la isla de Patmos (a. 95), donde escribió el Apocalipsis; regresó a Éfeso tras la muerte de Domiciano (a. 96), y murió el año 98, al comienzo del imperio de Trajano.E. La cuestión sinóptica[34]Los tres primeros evangelios, los de Mateo, Marcos y Lucas, tienen muchas coincidencias entre sí acerca de los dichos y actos de Jesús, a veces coincidencias literales, pero también, cada uno tiene noticias propias que no contienen los otros dos o sólo uno de ellos. Las concordancias y diferencias entre ellos se perciben con una sola mirada (sinopsis) si se ponen los textos de estos tres evangelios en columnas paralelas; por eso se les ha denominado “evangelios sinópticos”. Para explicar estas concordancias y discordancias, se han dado varias teorías: i) la teoría de los dos evangelios, que, de acuerdo con la tradición histórica, afirma que primero se escribió el Evangelio arameo de Mateo, luego el de Lucas y finalmente el de Marcos; esto coincide con el testimonio de Clemente de Alejandría, citado por Eusebio de Cesarea, de que los evangelios más antiguos son los que tienen las genealogías de Jesús, pero se le ha objetado que hay partes de los evangelios de Mateo y Lucas que parecen haber sido correcciones al texto de Marcos, lo que hace suponer que el de Marcos fue el más antiguo; ii) la teoría de las dos fuentes, que supone que los tres evangelios se derivan de dos documentos: el primero, es el Evangelio de Marcos, que aportó el esquema histórico narrativo básico de los actos de Jesús, y el segundo es una hipotética colección de dichos de Jesús, que habría servido a Mateo y Lucas para completar sus evangelios, y que se suele denominar Q, cuyo contenido se infiere de las coincidencias que hay entre Mateo y Lucas y que no están en Marcos; esta hipótesis no explica las coincidencias que hay entre Mateo y Lucas, que parecen divergentes de lo que afirma Marcos, el cual sería supuestamente fuente común de Mateo y Lucas. Es una teoría que se basa en la presunción de que existió esa fuente común y que va en contra de la atribución tradicional, desde Papías, de que el primer Evangelio fue el de Mateo; iii) la teoría de los niveles múltiples, que parte del hecho de que los textos antiguos, una vez redactados, no quedaban fijos, sino que tenían correcciones y modificaciones, por lo que pudieron existir “preevangelios” de Mateo, Marcos y Lucas, que se van corrigiendo, de acuerdo con las tradiciones locales y a la vista de los otros evangelios escritos o de la tradición apostólica, hasta que finalmente quedaron fijos, y entran al canon de la Iglesia en el siglo segundo.Ninguna de las tres teorías explica suficientemente cómo fueron redactados los evangelios. Actualmente, la más seguida es la teoría de las dos fuentes, pero hay también partidarios autorizados de la teoría tradicional de los dos evangelios. La tercera teoría puede ser complementaria de las otras dos.[35] En todo caso, la falta de seguridad acerca de cómo se escribieron los evangelios no afecta el hecho de su existencia, ni la posibilidad de entender su contenido.F. La datación de los evangeliosNo se puede datar con exactitud la redacción de cada evangelio, pero sí precisar un margen de tiempo. Cabe afirmar de modo general que los cuatro se escribieron en la segunda mitad del siglo primero.La datación de los evangelios sinópticos depende de la teoría que se siga acerca de su composición. Conforme a la teoría tradicional de los dos evangelios, que es la que me parece mejor, el más antiguo sería el evangelio arameo de Mateo,[36] que habría sido escrito entre los años 45 y 55; luego el de Lucas, entre los años 58 y 62 (terminado antes que la otra obra del mismo Lucas, los Hechos de los Apóstoles, que debió terminarse poco después de la liberación de Pablo de su primera cautividad romana el año de 63) y el de Marcos, entre el 45 y el 65, concluido posiblemente durante el cautiverio de Pedro en Roma o poco después de su muerte, el año 64. Mientras se componían los evangelios de Lucas y Marcos, pudo aparecer la versión griega del Evangelio de Mateo, antes del año 70, porque todavía predice la destrucción de Jerusalén, ocurrida en ese año, como algo por suceder.Conforme a la teoría de las dos fuentes,[37] se considera que el más antiguo fue el de Marcos, hacia al año 70, y que luego siguieron los de Lucas y Mateo, compuestos cada uno por separado, entre los años 80 y 90, a partir de una supuesta colección de dichos de Jesús (Q) y del Evangelio de Marcos. Todos los estudiosos coinciden en que Juan escribió su Evangelio durante los años noventa, posiblemente en Éfeso, y que tenía conocimiento de los evangelios sinópticos, por lo que redacta su Evangelio para dar información complementaria, que no está en ninguno de los otros tres evangelios, y que es una muestra de que Juan tiene otros recuerdos y fuentes distintas de las que usaron los tres evangelistas sinópticos.[38] G. La transmisión textualLos cuatro evangelios, incluyendo la versión revisada de Mateo, fueron escritos en lengua griega, en la modalidad llamada koiné, que era entonces un lenguaje internacional. Los ejemplares autógrafos u originales de los evangelios se han perdido, porque seguramente fueron escritos en papiro, que es un material fácilmente corrompible, salvo en climas muy secos. A partir del siglo ii d. C. se difunde el uso del pergamino, material resistente hecho a base de pieles de animales, pero era muy caro. Los primeros cristianos, en el siglo ii, usaban copias en papiro de los originales, de los cuales se han conservado algunos ejemplares, la mayoría fragmentarios. A partir del siglo iv usaron copias en pergamino, de las cuales se conservan muchas.De acuerdo con datos de 1978 se conservan 88 papiros con textos del Nuevo Testamento. El más antiguo, fechado en el año 60, que aparentemente contiene algunas palabras del Evangelio de Marcos, y otras de la primera epístola de Timoteo. Hay otro papiro, denominado Papiro Roberts o Ryland, datado hacia el año 125, que contiene fragmentos del Evangelio de Juan, cuyo descubrimiento fue muy importante para destruir las hipótesis de que ese Evangelio debía haberse redactado después del año 150. Del año 200 es el papiro denominado Bodmer ii que contiene unos dos tercios del Evangelio de Juan, y otro, llamado Bodmer xiv, que contiene casi todo el Evangelio de Lucas.A partir del siglo iv se conserva una cantidad creciente de códices griegos de los evangelios, que suman ya más de cinco mil. Los más valiosos son el Códice Vaticano o B(03) que contiene toda la Biblia en griego y, aunque faltan los folios del principio y del final, los cuatro evangelios íntegros; es un manuscrito hecho en Egipto que se conserva en la Biblioteca Apostólica Vaticana, y el Códice Sinaítico o S(01), que se considera el segundo en importancia, muy afín al anterior, escrito en el siglo iv o principios del v, contiene toda la Biblia en griego, y le faltan sus primeros y últimos folios; se conserva en el museo Británico.Existen ejemplares de los evangelios y de todo el Nuevo Testamento escritos en otras lenguas antiguas. Suman más de 50 mil. Los más importantes son los latinos, fechados desde el siglo ii, que fueron sustituidos por la Vulgata latina de san Jerónimo, a partir del siglo v. Hay una versión siríaca del siglo v, y versiones coptas de los siglos ii y iii. Hay versiones armenias y etíopes del siglo iv.Además, hay citas de los evangelios en los escritos de los autores cristianos, y las copias conservadas de algunos de estos escritos son más antiguas que los códices griegos en pergamino.En conclusión, se puede afirmar que no hay ningún otro documento de la antigüedad griega o romana que tenga tantas pruebas de su fiel transmisión textual como los evangelios y el Nuevo Testamento.H. Autoridad de los evangelios en la Iglesia de los primeros añosLa Iglesia primitiva reconoció solamente cuatro evangelios, como inspirados por Dios y canónicos, o “auténticos”.[39] Este reconocimiento se basaba en que el contenido de estos evangelios concordaba con la tradición oral de lo que los apóstoles y demás discípulos habían visto, oído o dicho acerca de Jesús. La condición de veracidad histórica fue clave para su reconocimiento. Los hechos que relatan los evangelios eran recientes, se contaba con la tradición oral para contrastarlos y había testigos directos que podían haberlos confirmado o refutado; por otra parte, era totalmente ajeno a la mentalidad de los cristianos de origen judío inventar un mito de un hombre que se igualara con Yahvé.La Iglesia desechó otros muchos “evangelios” atribuidos a algún apóstol, porque no concordaban con la tradición apostólica, aunque su autor hubiera tenido alguna