asunto del lugar que tienen los Diez Mandamientos en la enseñanza de las Sagradas Escrituras, examinaremos la Biblia en tres frentes: 1. Los Diez Mandamientos y el Antiguo Pacto; 2. Los Diez Mandamientos y el Nuevo Pacto; y 3. Los Diez Mandamientos y la ley moral.
1. Los Diez Mandamientos y el Antiguo Pacto
El lugar particular que los diez Mandamientos tienen bajo el Antiguo Pacto es un hecho que no puede ser discutido. Algunas breves observaciones ilustrarán este punto. Primero, los Diez Mandamientos son presentados como una unidad en dos textos del Antiguo Testamento (Éxodo 20:2-17 y Deuteronomio 5:6-21).19 El Antiguo Testamento asume claramente que los Diez Mandamientos funcionan como una unidad en otros lugares también (Éxodo 25:16; 31:18; 34:27, 28; Deuteronomio 5:22; 9:9-11; 9:15; 10:1-5; etc.). Queda claro que el Antiguo Testamento contempla los Diez Mandamientos como una unidad de ley dada por Dios. Es interesante notar que la forma de los Diez Mandamientos es modificada un poco en Deuteronomio, aunque la sustancia y la función es básicamente la misma. ¿Pero qué hay del cambio de palabras? Esto requiere un poco de exploración.
Al comparar estos dos pasajes que contienen los Diez Mandamientos como una unidad, es obvio que no son formalmente idénticos. Si a esto añadimos la declaración de Deuteronomio 5:22, parece que tenemos una dificultad insuperable. En Deuteronomio 5:22 leemos:
Estas Palabras habló Jehová a toda vuestra congregación en el monte, de en medio del fuego, de la nube y de la oscuridad, a gran voz; y no añadió más. Y las escribió en dos tablas de piedra, las cuales me dio a mí.
Si esto es así, ¿cómo pueden diferir las dos narraciones de Moisés? La mejor respuesta para quienes sostienen la inspiración verbal y plenaria de la Biblia, es que Dios debió haber escrito los Diez Mandamientos en una forma simple en las tablas de piedra. En otras palabras, las tablas de piedra debieron contener una forma sintetizada de los dos relatos del Decálogo dados a nosotros por medio de Moisés. Moisés debió haber añadido detalles de la redención histórica necesarios para coincidir con las condiciones pactuales en que el Israel del Antiguo Pacto existía. Él adaptó lo que Dios escribió en las tablas de piedra a la vida del Israel del Antiguo Pacto, bajo la inspiración del Espíritu Santo. Hace más de cien años, F.W. Farrar dijo: “Parece claro… que los Diez Mandamientos fueron escritos en su forma más simple y corta en las dos tablas”.20
Esta perspectiva es apoyada por diversas consideraciones. Primero, en otras partes de la Escritura los mandamientos del Decálogo son resumidos en una sola palabra (1 Timoteo 1:9-10). Segundo, tanto Jesús en Mateo 19:18 como Pablo en Romanos 13:9 citaron el noveno mandamiento, sin usar la frase “contra tu prójimo”. Tercero, Pablo hace referencia al décimo mandamiento en Romanos 7:7 y 13:9, mencionando solamente sus elementos esenciales, “No codiciarás”. Esto nos muestra que un mandamiento puede ser reducido a sus elementos esenciales. Finalmente, hay otras partes en donde el Antiguo Testamento es sintetizado en dos mandamientos:
Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas (Mateo 22:36-40 y también Marcos 12:30-31).
Lo que queda claro ahora es que los Diez Mandamientos contienen lo que puede reducirse o ampliarse sin que el mandato esencial cambie. Es la esencia del Decálogo lo que es moralmente obligatorio.
Segundo, los Diez Mandamientos fueron pronunciados por Dios (Éxodo 20:1-17; Deuteronomio 9:10) y escritos por el dedo de Dios en las tablas de piedra (Éxodo 24:12; 31:18; 34:28; y Deuteronomio 9:10). Deuteronomio 9:10 ilustra ambos puntos: “y me dio Jehová las dos tablas de piedra escritas con el dedo de Dios; y en ellas estaba escrito según todas las palabras que os habló Jehová en el monte, de en medio del fuego, el día de la asamblea”. Dios se encargó de pronunciar y escribir el componente central del Antiguo Pacto. Moisés después copió los Diez Mandamientos en los libros de Éxodo y Deuteronomio (Éxodo 20:1-17 y Deuteronomio 5:6-21), adaptándolos a la vida del Israel del Antiguo Pacto.
Tercero , los Diez Mandamientos (es decir, las tablas de piedra) fueron puestos en el Arca del Pacto (Deuteronomio 10:1-5 y 31:24-26). En 2 Crónicas 5:10 leemos: “En el arca no había más que las dos tablas que Moisés había puesto…”. El libro de la ley, que Moisés escribió, fue puesto a un lado del arco del pacto. Los Diez Mandamientos, escritos por Dios en las dos tablas de piedra, fueron puestos dentro del arca. De una forma muy particular, los Diez Mandamientos abarcaron la ley de Dios. Todas las demás leyes del Antiguo Pacto fueron tanto mediadas por Moisés como escritas por él. Los Diez Mandamientos fueron primeramente escritos por Dios y después por Moisés. William J. Dumbrell dice:
Que los Diez Mandamientos no hayan sido mediados y que el resto de la ley (Éxodo 21-23) haya sido transmitido mediante Moisés indica el carácter primario del Decálogo y el carácter secundario del código del pacto.21
El libro de la ley es suplementario al Decálogo, como la Confesión discutida anteriormente. En otra parte, Dumbrell dice:
Los Diez Mandamientos junto a la legislación social que les sigue fueron dados en los capítulos 20-23 [Éxodo]. El texto ciertamente hace distinción entre ambos códigos; a Éxodo 20 se le denomina “palabras” y son entregadas a Israel [por Dios mismo] y los capítulos 21-23 son llamados “ordenanzas” y son deliberadamente transmitidas a través de Moisés.22
Cuarto, los Diez Mandamientos funcionaron como la ley básica y fundamental del Antiguo Pacto y fueron aplicados de esta manera a las condiciones particulares en que Israel existía (ver Éxodo 21-23). Klaus Bockmuehl dice: “Los Diez Mandamientos estaban en el centro de la ética del Antiguo Testamento y eran el estándar para juzgar todos los actos. Eran la base para toda acusación moral y legal”.23 El erudito del Antiguo Testamento, Walter C. Kaiser Jr., concuerda cuando dice:
Es difícil exagerar la importancia y el significado de los Diez Mandamientos para la ética del Antiguo Testamento. Su profundidad puede ser fácilmente percibida en su alcance y la sencillez con la que se expresa. Es el núcleo de un complejo sistema legislativo que le sigue y presenta detalles sobre lo mismo.24
Comentando sobre Deuteronomio 6:4-9, Bockmuehl añade:
Los israelitas cumplieron estos mandatos literalmente: filacterias, o piezas de piel que se usaban en la frente o en el brazo izquierdo, han sido encontradas en Qumran [un famoso descubrimiento arqueológico del siglo XX], conteniendo la Shema y, en ocasiones, todos los Diez Mandamientos escritos en ellas. El Decálogo era el centro del Pacto y ellos continuamente lo leían en los servicios de la sinagoga. En el Israel primitivo, estos eran omnipresentes.25
Tremper Longman, III, señala la centralidad básica de los Diez Mandamientos bajo el Antiguo Pacto:
Los Diez Mandamientos son altamente inusuales en su contexto del antiguo cercano oriente, ya que expresan principios ético-teológicos generales. Un término técnico utilizado a menudo para esto es ley apodíctica.26 La mayoría de las leyes antiguas del cercano oriente (así como la mayoría de las leyes bíblicas) son de jurisprudencia, es decir, leyes que aplican a situaciones específicas.27
De las anteriores observaciones podemos concluir que el Decálogo es considerado una misma unidad o cuerpo de ética, que es una forma particular de la ley de Dios y, finalmente, que es la ley fundamental y básica del Antiguo Pacto.
2. Los Diez Mandamientos y el Nuevo Pacto
Vamos a ver el asunto de los Diez Mandamientos y el Nuevo Pacto bajo dos consideraciones principales: Los Diez Mandamientos y el Nuevo Pacto en la profecía del Antiguo Testamento y Los Diez Mandamientos y el Nuevo Pacto en el cumplimiento del Nuevo Testamento.
I. Los Diez Mandamientos y el Nuevo Pactoen la profecía del Antiguo Testamento
Mientras consideramos los Diez Mandamientos en la profecía del Antiguo Testamento,