por las mentes inteligentes”. Ella le expresó a Uriah Smith su disgusto por la demora del trabajo de revisión, quien había sido reticente en el asunto (Ct 11, 1884, en MS 3:112-114). Para 1885, el trabajo editorial estaba terminado y se publicaron los Testimonios en cuatro tomos, como se había propuesto.
Congresos campestres en el este
Durante el verano de 1884, Elena recibió “muchos llamados urgentes” para visitar congresos campestres en el este de los Estados Unidos. Los organizadores arreglaban las reuniones y las responsabilidades de Elena en cuanto a conferencias para que ella “pudiera ir de un [congreso] al otro sin pérdida de tiempo”. Sin embargo, ella no estaba muy contenta con este arreglo y le escribió a G. I. Butler y a S. N. Haskell: “Un congreso se superpone con el otro y no admiro su juicio en este arreglo. Es mejor tener una serie de congresos campestres a lo largo del año, en lugares elegidos; y después, al año siguiente, en los lugares que quedaron [donde no se hicieron el año anterior]; y que todos estén bien organizados y manejados en detalle todos los aspectos. [...] Pero, si asisto a sus congresos, recuerdo que tengo 56 años, no 25 o 35, y no se ha hecho provisión para que yo descanse, sino para que corra de uno [congreso campestre] a otro tan rápido como los trenes me puedan llevar. No pienso que sus planes sean muy halagadores para mí. Todavía no soy inmortal, y tengo razones para recordarlo cada día de mi vida. Si quieren liquidarme este año, creo que lo han planificado de manera excelente. Creo que lo mejor para mí es quedarme en California y no confiarme a sus misericordias” (Ct 21, 1884, en MR 9:136).
Por lo tanto, aunque Elena era bienvenida como oradora en congresos campestres y en otras convenciones de la iglesia, también se la consideraba una oradora inconveniente porque ella hablaba cuando estaba convencida de que era necesario. Los líderes de la iglesia estaban felices cuando llegaban consejos muy necesarios, pero no estaban tan contentos cuando recibían correcciones respecto de alguna dirección que ellos querían tomar.
La obra misionera en Europa
El 31 de mayo de 1884, el Consejo Misionero Europeo extendió a Elena de White “una invitación cordial y urgente” a visitar varios campos europeos; y su hijo William C. White fue invitado a “proporcionar [...] ayuda en la obra de las publicaciones” en Europa.187 La invitación fue renovada por un memorándum que el Consejo envió a los delegados del Congreso de la Asociación General de 1884.188 Se necesitaba la presencia de Elena de White en Europa no solo por el consejo que pudiera dar, sino también para que los nuevos creyentes pudieran conocerla personalmente, algo que no se podría lograr solamente por medio de sus escritos. Aunque ella estaba muy interesada en la obra en Europa, el campo misionero adventista más grande del momento, a ella no le entusiasmaba el largo viaje a Europa.189 Para ese tiempo, Elena había cruzado los Estados Unidos de Este a Oeste unas 24 veces por tren, pero el viaje al “viejo mundo” sería aun más difícil (Ms 16, 1885).190 Al final, en el verano de 1885, ella decidió, al menos “prepararse para el viaje”, confiando en el “juicio de los hermanos”. Durante el viaje desde California hasta el este de Estados Unidos, se hizo visible una transformación en su actitud: cambió “de depresión y duda sobre la sabiduría del viaje a un estado de satisfacción perfecta y de absoluta certeza” (ibíd.).191
El viernes 7 de agosto de 1885, Elena y su grupo abordaron un barco en Boston; y desembarcaron en Liverpool, Inglaterra, la tarde del martes 18 de agosto (HS 159-173). Al principio, ella pensó que su estadía en Europa solo duraría unos pocos meses, pero terminó quedándose casi dos años. Aunque hizo base en la sede adventista en Basilea, Suiza, también viajó mucho al noroeste de Italia (48 días). Además, estuvo en Escandinavia: tres veces a Noruega (47 días), en Suecia (30 días) y en Dinamarca (26 días), respectivamente.192 Durante sus visitas a Italia, ella estuvo principalmente en los valles valdenses.193 Como la obra adventista en Francia y en Alemania recién comenzaba, es entendible que ella pasara solo 18 días en Francia, y cinco días en Alemania.194 A su vez, llegó a Inglaterra y partió desde allí; y permaneció en ese país por casi un mes en 1886 (estuvo 53 días en total) (EGWEur 13-15).
Cuando Elena visitaba los sitios históricos de la Reforma Protestante, recordaba muchas cosas que ya había visto en visión y decidió agregar todo el material posible a su próxima actualización de The Spirit of Prophecy, tomo 4, a fin de hacerlo más convincente para la gente de esos países. El cuarto tomo ya había sido publicado en septiembre de 1884 y completaba la serie The Spirit of Prophecy, que fue la primera gran expansión de Spiritual Gifts, tomo 1. Fue el primer libro ilustrado de Elena que vendieron los colportores. La edición que se utilizó para el colportaje entre 1884 y 1888 primero se tituló The Great Controversy. Hubo diez ediciones y se hicieron 50.000 ejemplares en esos años (ver Ct 57, 1911).195
Otro proyecto editorial importante llevado a cabo por Elena mientras estaba en Europa fue una edición adaptada de los tomos 2 y 3 de The Spirit of Prophecy, publicados en un tomo bajo el nuevo título de The Life of Christ. Entre 1885 y fines de la década de 1890, se publicó en danés-noruego, sueco, alemán, francés y finlandés. En este libro, Elena presentó, con mayor precisión que antes, la relación entre la justificación y la santificación, la obra de Cristo por nosotros y la obra de Cristo en nosotros. Su ministerio en Europa enfatizó fuertemente tanto la Ley como el Evangelio, tanto la base objetiva de la salvación como el cambio subjetivo en las vidas de los que creen. De este modo, ella también combinó un gran énfasis en la unidad y el amor, frutos de la fe, que surgen cuando personas de diferentes nacionalidades, lenguas y culturas dejan de lado el orgullo étnico y la voluntad propia, y acceden a que llene su vida el único ser humano perfecto: Jesucristo. Algunos ejemplos muestran su énfasis en la salvación por medio de Jesús.
El 3 de noviembre de 1885, la invitaron a hablar en la ciudad de Drammen, Noruega. El mejor lugar que se pudo encontrar fue un salón que se usaba para fiestas y conciertos. Como no había púlpito, se juntaron seis mesas para tomar cerveza, que había en una habitación contigua, para hacer una plataforma. Elena comentó después: “Dudamos de que el salón o las mesas para tomar cerveza hayan tenido un uso tan bueno antes. La gente llegó, y ocupó los asientos, las galerías y todo el espacio para estar de pie; y escuchó con la mayor atención mientras yo les hablaba del amor de Cristo y de su vida de sacrificio” (HS 207).
Durante su último año en Europa, Elena visitó dos iglesias en Alemania: en Vohwinkel y en Gladbach (27-31/5/1887). El viernes de noche, soñó que estaba observando una congregación cuando un desconocido entraba al salón sin ser notado. Había un ambiente de desacuerdo y de conflicto entre los feligreses; había falta del verdadero amor cristiano. Antes del final de la reunión, el desconocido se levantó y abordó directamente esa falta. Cuando terminó con sus admoniciones, todos reconocieron que era Jesucristo. Cada uno confesó sus pecados a Dios y a su prójimo. Elena describió los resultados de la siguiente manera: “Hubo llantos, porque los corazones fueron quebrantados, y hubo gozo; el salón se llenó de la suave luz del cielo. La armoniosa voz de Jesús dijo: ‘Paz a vosotros’. Luego, su paz se mostró” (Ms 32, 1887, en MI 2:120; EGWEur 316-319; Bio 3:364, 365). A la mañana siguiente, ella habló a la congregación de Vohwinkel sobre la necesidad de unidad, armonía, amor, aceptación mutua y perdón. A Ludwig Richard Conradi, el pastor que también hacía de intérprete para ella, le sugirió que introdujera en la iglesia una reunión social, ya que esto daría a los miembros la oportunidad de compartir sus experiencias (EGWEur 319). Ella informó: “Me sentí de buen ánimo, aunque un poco débil por la falta de alimentos que no pude ingerir a causa de mi estómago. El hermano Conradi trabajó fielmente con ellos, y creo que su labor fue muy productiva. Todo iba bien hasta que un hermano abandonó la reunión. El hermano Conradi salió detrás de él y conversaron hasta las dos de la mañana, a fin de que las dificultades quedaran resueltas” (Ms 32, 1887, en MI 2:120).196
Elena ya había empacado todas sus cosas en Basilea antes de salir hacia Alemania. Después, hizo una última gira en la que pasó por Dinamarca, por Noruega y por Suecia; y finalmente, volvió a Inglaterra. Después de unos días, salió de Liverpool; y en una semana, cruzó el océano hasta