Bernhard E. Bürdek

Diseño


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fueron algunos de los primeros profesores de la escuela.

      1956-1958. Esta fase se caracterizó por la inclusión de nuevas disciplinas científicas en el plan de estudios propuesto por Aicher, Maldonado, Gugelot y Zeischegg que señalaron las estrechas relaciones entre el diseño, la ciencia y la tecnología. Max Bill dejó su puesto de director en 1957 en desacuerdo con la orientación pedagógica que empezaba a tomar la escuela. Estos años estuvieron también marcados por la preparación de un nuevo modelo educativo que Maldonado refrendó en 1958 con una nítida declaración: “Como puede verse, no hemos escatimado esfuerzos para asentar el trabajo de la escuela sobre unos sólidos cimientos”. (Spitz, 2001).

      1958-1962. Ciertas disciplinas como la ergonomía, las técnicas matemáticas, la economía, la física, la política, la psicología, la semiótica, la sociología o la teoría de la ciencia crecieron en importancia en el plan de estudios. De este modo, la Hochschule für Gestaltung se situó claramente en la tradición del racionalismo alemán, tratando de demostrar, como hizo, su “carácter científico”, en particular con la aplicación de métodos matemáticos. Al mismo tiempo, esa selección de las disciplinas que darían forma al plan de estudios, se vio fuertemente condicionada por los profesores visitantes que impartían clase de manera eventual y, en consecuencia, rara vez tenían la necesaria continuidad. En última instancia, a pesar de la defensa de su orientación vanguardista, de sus pretensiones intelectuales, la escuela no tuvo éxito en la elaboración de un trabajo teórico riguroso. Por esta razón me parece discutible la afirmación de Michael Erlhoff de que fue allí donde se formuló el último concepto de diseño bien fundado (1987). En realidad, lo que se discutía en Ulm, y lo que integraba su enseñanza o su investigación, no era otra cosa que fragmentos teóricos aislados y hallazgos fortuitos (Bürdek, 2003). Del mismo modo, las ideas de alumnos como Reinhart Butter, Richard Fischer y Klaus Krippendorff sentaron las bases de lo que más tarde sería la semántica de producto.

      Walter Zeischegg, Horst Rittel, Herbert Lindinger y Gui Bonsiepe se incorporaron como docentes al departamento de diseño de producto en un momento en que se haría especial hincapié en la metodología. En consecuencia, el diseño modular y el diseño de sistemas adquirieron un mayor protagonismo como instrumentos efectivos en la concepción de nuevos proyectos.

      1962-1966. Durante esta fase se alcanzó un cierto equilibrio entre las disciplinas teóricas y prácticas en un plan de estudios muy formalizado, que se convertiría en un modelo de referencia para otras escuelas en el mundo entero. Por otra parte, se hizo más frecuente la gestión de proyectos para clientes industriales a través de los denominados “grupos de desarrollo” que funcionaban como institutos independientes al margen de los departamentos. Al mismo tiempo, el interés de la industria en la explotación del diseño para sus propios fines quedó cada vez más claro. Las empresas alemanas se apresuraron a reconocer que los principios aplicados en Ulm podrían utilizarse para llevar a cabo conceptos racionales adaptados a las tecnologías productivas de la época.

      Sin embargo, la escuela no llegó nunca a ser considerada una institución de nivel universitario en términos de investigación y desarrollo, y en consecuencia, con el pretexto de que “sin investigación, no hay financiación”, tanto el gobierno federal como el de Baden-Wurtemberg dejaron de apoyarla económicamente (Spitz, 2001).

      1967-1968. Durante los dos últimos años, los intentos por preservar la autonomía de la HfG llevaron a buscar estructuras institucionales alternativas que, sin embargo, nunca llegaron a materializarse. Las demandas del parlamento del estado de Baden-Württemberg no se cumplieron, entre otras cosas, por los desacuerdos internos entre el personal y los estudiantes, que no eran menores, y en consecuencia la Hochschule für Gestaltung cerró sus puertas a finales de 1968 (Spitz, 2001).

      Nick Roericht. Vajilla apilable TC 100 (1958-1959), proyecto final de carrera en la Hochschule für Gestaltung de Ulm, 1958-59. fabricado por Rosenthal entre 1961 y 2008, y por HoGaKa desde 2010

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      Klaus Krippendorff. Proyecto final de carrera en la Hochschule fúr Gestaltung de Ulm, 1960

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      Al margen de las razones políticas frecuentemente citadas, la Hochschule für Gestaltung también fracasó porque a partir de la segunda mitad de la década de los sesenta fue incapaz de generar conceptos e ideas modernas. La crítica al funcionalismo que surgió por entonces, así como las preocupaciones ecológicas que aparecieron poco después, no llegaron a los oídos sordos que habitaban en la escuela. Los institutos que daban cobertura a los grupos de desarrollo, en particular, se habían comercializado de tal manera con los proyectos industriales, que muchos profesores no tenían ni la independencia suficiente ni la distancia crítica necesaria para llevar a cabo la docencia. Una vez que el estilo de Ulm terminara siendo aceptado, era imposible resistirse a la tentación de recoger los frutos de la industria. Esta compleja situación hizo imposible dar con soluciones que hubieran podido satisfacer las enormes demandas hechas por los estudiantes en aquella época: para ellos el trabajo debía ser socialmente relevante, y las escuelas y universidades tenían que mantener la necesaria independencia académica respecto a los intereses comerciales.

      El Institut für Umweltplanung de Ulm. En 1969 la Universidad de Stuttgart abrió el Institut für Umweltplanung en los mismos edificios que habían acogido a la antigua HfG. La intención era continuar la labor de la escuela predecesora, pero también ampliar la estrecha definición de diseño. El Instituto se dedicó cada vez más a los problemas sociales y políticos con los que el movimiento estudiantil de 1967 y 1968 había despertado la conciencia de los diseñadores (Klar, 1968; Kuby, 1969). La pérdida de su libertad como escuela superior autónoma había dejado a la HfG en manos de la Universidad de Stuttgart que cerraría finalmente el Instituto en 1972. Debe mencionarse, sin embargo, que durante aquel periodo uno de los “grupos de trabajo” esbozó las bases para una reorientación de la teoría del diseño.

      Gerhard Curdes, graduado en la etapa anterior, fue nombrado profesor de este Institut für Umweltplanung en 1969. Su Gestaltung oder Planung? (¿Diseño o planificación?, Curdes, 2015) describe los problemas que la escuela atravesó en aquellos años, en particular, el predominio de la planificación sobre el diseño (que se vería desatendido) y pone de relieve el zeitgeist, el espíritu de la época, que caracterizó aquellos primeros años setenta.

      Los departamentos en la Hochschule für Gestaltung

      Un breve repaso a los distintos departamentos de la escuela muestra en qué aspectos se concentró la labor de cada uno de ellos.

      Curso básico. Al igual que sucedía en la Bauhaus, el curso básico era de gran importancia en Ulm. Su objetivo no era otro que enseñar los fundamentos generales del diseño, el conocimiento teórico y científico, así como preparar a los alumnos para el trabajo práctico (incluyendo la construcción de modelos y las técnicas de representación). Aquí, también, el método de enseñanza tenía como objetivo sensibilizar las facultades del estudiante mediante la experimentación con las herramientas elementales (colores, formas, leyes de forma, materiales, superficies). Aunque en sus inicios dejaba ver una fuerte influencia de la Bauhaus, con el tiempo se desplazó hacia una metodología visual sobre fundamentos matemáticos y geométricos (Lindinger, 1987).

      La intención final del curso básico en Ulm era, sin embargo, lograr una disciplina intelectual mediante la formación de los alumnos en la precisión manual. El pensamiento cartesiano, que daba sentido a la existencia de la teoría científica, se regía por el deseo de racionalidad, por formas y construcciones estrictas. Solo las ciencias “exactas” se aceptaban realmente como materias de referencia. El interés en las disciplinas matemáticas estuvo motivado por sus posibles aplicaciones en el diseño (Maldonado y Bonsiepe, 1964), e incluía una gran variedad de materias:

      Análisis combinatorio (para sistemas modulares y problemas de coordinación dimensional)

      Teoría de grupos (a modo de una teoría sobre la simetría para construir redes y conducciones)

      Teoría de curvas (para el