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Autorretrato de un idioma


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perdudos los fechos della. por los libros que se perdieron & fueron destroydos en el mudamiento de los sennorios. assi que apenas puede seer sabudo el comienço de los que la poblaron.

      E por end nos don alffonsso por la gracia de dios. Rey de Castiella. de Toledo de Leon. de Gallizia. de Seuilla. de Cordaua. de Murcia. de Iahen. & dell Algarue. ffijo del muy noble rey don ffernando. & de la Reyna donna Beatriz. Mandamos ayuntar quantos libros pudimos auer de Jstorias en que alguna cosa contasse de los fechos despanna. & tomamos de la cronica dell arçobispo don Rodrigo que fizo por mandado del Rey don ffernando nuestro padre. & de la de Maestre luchas obispo de Tuy. &…de dion que escriuio uerdadera la estoria de los Godos…& compusiemos este libro de todos lo[s] fechos que fallar se pudieron della; desdel tiempo de Noe fasta este nuestro. & esto fiziemos por que fuesse sabudo el comienço de los espannoles. & de quales yentes fuera espanna maltrecha. & que sopiessen las batallas que hercoles de grecia fizo contra los espannoles. Y las mortandades que los romanos fizieron en ellos & los destruymientos que les fizieron otrossi los vbandalos & los Silingos & los alanos & los Sueuos. & los aduxieron a seer pocos. & por mostrar la nobleza de los godos. & como fueron uiniendo de tierra en tierra uenciendo muchas batallas & conquiriendo muchas tierras fasta que llegaron a espanna & echaron ende a todas las otras yentes. & fueron ellos sennores della. & como por el desacuerdo que ouieron los godos con so sennor el rey Rodrigo. & por la traycion que urdio el conde don Jllan & ell arçobispo oppa. passaron los daffrica & ganaron todo lo demas despanna. & como fueron los xpristianos despues cobrando la tierra; & del danno que uino en ella por partir los regnos. por que se non pudo cobrar tan ayna. & despues cuemo la ayunto dios & por quales maneras. & en qual tiempo & quales reyes ganaron la tierra fasta en el mar mediterraneo. & que obras fizo cada uno assi cuemo uinieron unos empos otros fastal nuestro tiempo.

       Texto C: Espéculo (1255), fragmento del Libro I (Título 1, Ley 2 «Quales deuen sseer las leys») 4

      Conplidas dezimos que deuen sseer las leyes, e muy cuydadas e muy catadas, por que ssean derechas et prouechossas conplidamjente a todos. Et deuen sseer llanas et paladinas por que todo omne las pueda entender et aprovechar sse dellas a ssu derecho. Et deuen sseer ssin escatima e ssin punto por que non pueda venjr ssobrellas disputaçion njn contienda.

       Texto D: General estoria (1270-1280), fragmento de la historia de Moisés 5

      Dell escriuir destas palabras auedes oydo enel començamiento deste capitulo como dixo nuestro sennor que el las escriuirie. & aqui dize en el xxxiiijo capitulo dell exodo que las mando escriuir a Moysen. & auredes otrossi en el libro que a nombre Deuteronomio que es el postrimero destos .v. libros de Moysen o se cuentan de cabo todas estas Leyes que diz que nuestro sennor que el mismo las escriuio. & semeia que son contrallas estas razones. & sobresta contralla fabla Maestre pedro & departe la desta guisa. Diz que todo es bien dicho et que podemos entender & dezir que compuso nuestro sennor las razones delos mandados. & que ouo ell auctoridad & el nombre dend por que las mando escriuir. Mas que las escriuio Moysen assi como dixiemos nos muchas uezes. El Rey faze un libro. non por quel[o] el escriua con sus manos. mas por que compone las razones del & las emienda et yegua & enderesça & muestra la manera de como se deuen fazer. & desi escriue las qui el manda. Pero dezimos por esta razon que el Rey faze el libro.

       Texto E: Libro de la ochava esfera (1256), prólogo de la segunda versión de 1276 6

      En nombre de Dios amén. Este es el libro de las figuras de las estrellas fixas que son en ell ochauo cielo, que mandó trasladar de caldeo et de arábigo en lenguage castellano el Rey don Alfonso, fijo del muy noble Rey Don Fernando et de la noble Reyna Donna Beatryz, Sennor de Castiella, de Toledo, de León, de Gallizia, de Seuilla, de Córdoba, de Murcia, de Jahén et dell Algarbe. Et trasladólo por su mandado Yhudá el Coheneso su alphaquín et Guillén Arremón Daspa so clérigo. Et fue fecho en el quarto anno que reynó este Rey sobredicho que andaua la era de César en mil et doszientos et nouenta et quatro annos.

      Et después lo endereçó et lo mandó componer este Rey sobredicho, et tolló las razones que entendió eran sobejanas et dobladas et que non eran en castellano derecho. et puso las otras que entendió que conplían. et quanto en el lenguaje endereçólo él por sí. Et en los otros saberes ouo por ayuntadores. a maestre Joan de Mesina. et a maestre Juan de Cremona. et a Yhudá el sobredicho. et a Samuel: et esto fue fecho en el anno .XXV. del su reynado. et andaua la era de César en .M. et .CCC. et XIIII. annos. et la de nuestro Sennor Jesu Xpo. en .M. et .CC. et .LXX. et .VI. annos.

      …

      Alfonso X «el Sabio» (1221-1284), con sus colaboradores, ocupa un lugar primordial en la historia glotopolítica de España gracias a la ingente producción textual que patrocinó en su scriptorium y cancillería. Por medio de los textos, escritos casi todos en castellano, Alfonso definió y divulgó su visión política, regularizando el uso del castellano como lengua de poder y administración y convirtiéndolo en símbolo de la autoridad unificadora del rey. Aunque es evidente que Alfonso veía en el castellano escrito un elemento clave de su proyecto político, no existe una exposición unitaria de su visión del idioma. Por tanto, aquí se presentan citas de obras del scriptorium alfonsí que ilustran aspectos fundamentales del pensamiento glotopolítico del rey.

      Si consideramos el mundo político de Alfonso, debemos recordar que su padre, Fernando III, heredó los reinos de Castilla (1217) y de León (1230) y luego se dedicó a la conquista de Murcia y la Andalucía bética, llegando a tomar la ciudad de Sevilla en 1248. El joven Alfonso participó en estas actividades bélicas y otras administrativas al mismo tiempo que iba preparándose intelectualmente para sus futuras responsabilidades como rey. En 1252, heredó de su padre el estado más grande y poderoso de la península ibérica, pero también un estado fragmentado e inestable de reciente formación que se enfrentaba a graves problemas de defensa, repoblación y administración. Estos se debían al conflicto con los reinos musulmanes de Granada y Marruecos, la presencia de poblaciones musulmanas rebeldes, la falta de población cristiana y de capacidad defensiva en las zonas conquistadas, y la general resistencia a la creciente autoridad real presentada por las ciudades, la Iglesia y, sobre todo, los nobles.

      Alfonso también heredó y cultivó una gran ambición: la de conseguir la unidad de Hispania/España y la hegemonía sobre ella (ver Texto B), concebida como «recuperación» de la monarquía visigoda peninsular «perdida» al llegar los «moros» en 711. Como señala González Jiménez,7 Alfonso se veía capaz, autorizado y destinado a la realización de este sueño. Al heredar Castilla, León y los territorios recién reconquistados, Alfonso se convirtió en monarca de la primera potencia peninsular, rey y casi emperador —según la concepción medieval— de múltiples reinos (Textos B y E: «rey de Castilla, de León, de Toledo…»), capaz de reunificar España y superar el daño causado por su división (Texto B). Castilla servía como base demográfica y económica de su poder y, como tal, centro hegemónico de la España imaginada. Castilla y León le proporcionaban legitimidad dinástica: Castilla poseía la ciudad de Toledo, antigua capital visigoda, mientras que los reyes leoneses se creían descendientes directos de los reyes godos. Gracias a esto, en 1135, su antepasado Alfonso VII ya había llegado a coronarse Imperator totius Hispaniae. Alfonso poseía una ventaja más: su madre Beatriz de Suabia era descendiente tanto de emperadores germánicos del Sacro Imperio Romano como de emperadores bizantinos. Gracias a su linaje imperial, Alfonso pudo ser elegido candidato para emperador germánico en 1257. El rey perseguiría ese título asiduamente hasta 1275, en parte porque su obtención habría reforzado su reclamación del título de emperador de España, frente a la oposición del rey Jaime I de Aragón y el Papado.

      Alfonso heredó también concepciones del estado y de la autoridad real de diversas fuentes, como las tradiciones jurídicas peninsulares, el derecho romano recién recuperado por los legistas italianos y el pensamiento