o para Su deshonra? Necesitamos iglesias que recuperen la práctica amorosa, regular y sabia de la disciplina eclesial.
En la octava marca examinamos el discipulado y el crecimiento cristianos. La evangelización que no resulta en discipulado no solo es incompleta, también es errónea. La solución no es hacer más evangelización sino hacerla de manera diferente. No necesitamos simplemente acordarnos de decir a las personas que vengan a la iglesia después de haber hecho la oración con ellos; ¡necesitamos decirles que consideren el costo de seguir a Cristo antes de hacer la oración!
Finalmente, la novena marca se enfoca en la necesidad de recuperar una comprensión bíblica del liderazgo eclesial. El liderazgo de la iglesia no debe ser otorgado en respuesta a las capacidades o posición seculares, a las relaciones familiares, o en reconocimiento por el tiempo de servicio a la iglesia. El liderazgo de la iglesia debe ser encargado a aquellos que evidencian en sus propias vidas, y que son capaces de promover en la vida de la congregación, la obra edificante y santificadora del Espíritu Santo.
El fin y propósito de todo esto es glorificar a Dios mientras hacemos que Él sea conocido. A través de la historia, Dios ha deseado darse a conocer. Por eso Él liberó a Israel de Egipto en el éxodo, y por eso volvió a liberarlos del exilio babilónico. Muchos pasajes en la Escritura hablan del deseo de Dios de darse a conocer (por ejemplo, Éxodo 7:5; Deuteronomio 4:34–35; Job 37:6–7; Salmos 22:21–22; 106:8; Isaías 49:22–23; 64:4; Ezequiel 20:34–38; 28:25–26; 36:11; 37:6; Juan 17:26). Él creó el mundo y ha hecho todo lo que ha hecho para Su propia gloria. Y es bueno y correcto que así lo haga.
Calvino solía referirse a este mundo como el teatro del esplendor de Dios. Otros se han referido a la historia como el gran desfile que culmina en la gloria de Dios. Mark Ross lo expresó de esta manera:
Somos una de las principales piezas de evidencia de Dios […] La mayor preocupación de Pablo [en Efesios 4:1–16] es que la iglesia manifieste y despliegue la gloria de Dios, vindicando así el carácter de Dios ante toda la calumnia del reino demoníaco, la calumnia de que no vale la pena vivir para Dios […] Dios ha confiado a Su Iglesia la gloria de Su propio nombre18.
Todos —los que son líderes eclesiales y los que no— hemos sido creados a imagen de Dios. Debemos ser retratos andantes de la naturaleza moral y el carácter justo de Dios, reflejándolo en el universo para que todos lo vean —especialmente en nuestra unión con Dios a través de Cristo. Esto es a lo que Dios nos llama y la razón por la cual nos llama. Nos llama a unirnos a Él, y a unirnos en nuestras congregaciones, no para nuestra gloria sino para Su gloria.
ESTE LIBRO
Este libro se basa en una serie de sermones. De acuerdo con George Barna, los sermones deberían ser más fáciles de entender, menos abstractos, más espontáneos, más cortos, incluir más historias de la experiencia personal del predicador e incluso deberían permitir la participación de la audiencia19. Barna no es el único que sugiere que hagamos algo para mitigar el carácter unilateral y la mera apelación a la razón que caracteriza gran parte de la predicación, particularmente la predicación expositiva. David Hilborn, en su libro Picking Up the Pieces [Recogiendo los pedazos], ha sugerido lo mismo20. Permíteme indicar que la unilateralidad de la predicación no solamente es excusable, sino que de hecho es importante. Si cuando predicamos nos paramos en lugar de Dios, dando Su Palabra en el poder de Su Espíritu a Su pueblo, entonces ciertamente es apropiado que esto sea algo unilateral —no unilateral en términos de nunca cuestionar a quien predica; sino que en el momento de la predicación, el carácter unívoco de la Palabra de Dios nos llega como un monólogo, no esperando suscitar interés y participación sino más bien exigiendo que respondamos. Algo de este carácter debe ser preservado. Esto no significa que el sermón deba ser deliberadamente aburrido, oscuro o abstracto. Yo espero que estos sermones disfrazados de capítulos puedan transmitir una consideración seria de las grandes verdades de la Biblia y del contexto actual.
OTROS RECURSOS
• Para estudio grupal: Edificados sobre la Roca: La Iglesia, un estudio bíblico inductivo de siete semanas de 9Marcas.
• Para aplicación pastoral: La iglesia deliberante, por Mark Dever y Paul Alexander.
• Para compartir con los miembros de la iglesia: ¿Qué es una iglesia sana?, por Mark Dever.
LO QUE VIENE
Primera marca: predicación expositiva
• Predicación expositiva
• El papel central de la Palabra de Dios
El papel de la Palabra de Dios al producir vida
El papel de la Palabra de Dios en la predicación
El papel de la Palabra de Dios en la santificación
El papel del predicador de la Palabra de Dios
PRIMERA MARCA
Predicación expositiva
Así comencé mi sermón un domingo por la mañana en enero, no hace mucho tiempo:
¿Cómo estás? ¿Dormiste bien anoche? ¿Fue difícil encontrar dónde estacionar tu vehículo esta mañana? ¿La información en las entradas de la iglesia era clara para saber a dónde dirigirte? ¿Te dieron la bienvenida cuando entraste? ¿Estaba el edificio ordenado y limpio? Me pregunto si el nombre de la iglesia te hizo más difícil la decisión de entrar. ¿O tal vez fue parte de la razón por la cual viniste?
Y cuando entraste, ¿fuiste recibido por personas amigables y cálidas? ¿Tuviste algún problema al dejar a tus hijos en sus salones de clase? ¿Qué opinas de los vitrales? Sé que se aprecian mejor desde donde yo estoy, pero son bonitos, ¿verdad? Bueno, tal vez sean muy tradicionales para ti.
¿Son cómodas las bancas? ¿Tienes una buena vista de todas las actividades desde donde estás sentado? ¿Puedes ver claramente? ¿Puedes escuchar bien? ¿Está bien la temperatura ahora mismo? ¿Te sientes cómodo?
Y ¿qué opinas del boletín? Es bonito, claro, simple y directo, ¿no crees? Sin complicaciones. Tal vez es muy formal. ¿Observaste todos los anuncios? ¿Viste todos los programas mencionados en la tarjeta de la iglesia? Son muchos, ¿verdad? Probablemente más de los que esperabas. Por supuesto, es fácil de leer, pero creo que la letra es muy pequeña, ¿no es así? Y no tiene imágenes. Me refiero a que tiene demasiado texto. Eso probablemente te dice mucho acerca de la iglesia, ¿verdad? Piensas que es el tipo de iglesia donde prefieren usar mil palabras en lugar de una imagen, ¿cierto?
Y ¿qué de aquellos que están sentados cerca de ti? ¿Son el tipo de personas con quienes te gusta ir a la iglesia? Sí, sé que estás demasiado nervioso como para mirar a tu alrededor, pero sabes quienes son. ¿Qué piensas? ¿Tienen la edad correcta? ¿Son de la raza correcta? ¿Pertenecen a la clase social correcta? ¿Son como tú?
Y ¿qué tal el servicio hasta el momento? Quiero decir, ¿fue muy difícil pasar de un himnario al otro? Como sabes, la mayoría de las iglesias solo usan uno y aquí tenemos dos; tienes que usar el verde y a veces tienes que usar el beige. ¿Sabe el líder de lo que está hablando, pero sin mostrarse como un sabelotodo? ¿Es competente pero sin ser autoritario? No hubo demasiados anuncios en el servicio, ¿o sí? No creo que hayan sido muchos esta mañana. ¿Te has sentido integrado en las oraciones? ¿Han conectado con tu mente y tu corazón?
Es un poco inusual leer porciones tan largas de la Escritura en la iglesia, ¿no es cierto? No es una práctica común en nuestros días.
Y, por supuesto, no podemos obviar la música. Como puedes ver, todavía estamos tratando de decidir entre estilos —música contemporánea o tradicional, clásica o más moderna, litúrgica o más informal. Así como en las demás iglesias de los Estados Unidos, probablemente hay personas que han asistido a esta congregación en el pasado y ahora están buscando otras iglesias porque quieren una experiencia musical diferente. Y probablemente algunas de las personas que siguen aquí continúan asistiendo,