Memorial que solicita la exoneración de los impuestos
atrasados para aliviar la vida del pueblo
Notas hermenéuticas
La cita inicial proviene de una adaptación de la frase de Zhang Juzheng, ministro de la dinastía Ming que dice: «El punto esencial para establecer el orden es tranquilizar a la gente del pueblo y la manera de tranquilizar al pueblo es conocer su sufrimiento». Esto significa que la clave para la estabilidad nacional es permitir que las personas vivan una existencia tranquila y gocen de los frutos de su trabajo; pero para tener éxito, primero se debe conocer los sufrimientos del pueblo. La idea de Zhang Juzheng fue parte de la continuidad y del desarrollo del pensamiento humanista confuciano.
En 1582, el décimo año del reinado Wanli, Zhang Juzheng presentó al emperador Shen Zong, de la dinastía Ming, el Memorial que solicita la exoneración de los impuestos atrasados para aliviar la vida del pueblo con el fin de detener la recaudación de impuestos no pagados en los años que sufrieron hambruna y para no perseguir más a la gente con atrasos acumulados.
Esta percepción consiste en «repartir los impuestos acumulados año tras año en varios lotes que deben pagarse con los del presente año», como consecuencia, en un año de buena cosecha la población que acaba de ser suficiente para pagar los impuestos del año, no pudo pagar el total compensando lo debido cuando el año era catastrófico.
Los recaudadores de impuestos, responsables ante el gobierno imperial, «a menudo desvían los impuestos recaudados del año actual para pagar los atrasos tributarios, lo que en realidad funciona para reducir los ingresos fiscales del año».
Los impuestos no pagados, acumulados año tras año, terminan siendo insoportables para la población. Zhang Juzheng propuso una solución concreta a este problema: los contribuyentes ya no tienen que pagar lo atrasado si pagan todos sus impuestos del año en curso. Eso reduciría la carga impositiva para los contribuyentes y la práctica despiadada de los funcionarios locales. «No hay mejor idea para garantizar la paz duradera por un largo reinado», dijo Zhang Juzheng.
«El pueblo disfrutará de la alegría de un soberano que disfrute la suya y compartirá la preocupación del soberano que comparta la suya».
Citado en:
Nuevo comentario de Zhijiang. Los éxitos consisten en adoptar acciones reales en favor del pueblo y en otros documentos.
Lectura interpretativa
El PCCh, a diferencia de cualquier otro partido político del mundo, es el único que ha inscrito la palabra «pueblo» en su estandarte desde su nacimiento. A lo largo de más de 90 años de situaciones adversas y luchas penosas, ha sabido mantenerse con perseverancia en esta posición. Como se ha mencionado, nuestro Partido tiene sus raíces en el pueblo, del que recibe su vigor y al que debe su fuerza. Al citar las frases de Mencio, el camarada Xi Jinping quería subrayar que los vínculos de interdependencia entre los cuadros militantes del Partido y las masas populares han sido siempre recíprocos, como las relaciones existentes «entre peces y agua». Si los cuadros del Partido sirven con toda devoción al pueblo y comparten sus alegrías y penas, recibirán reacciones entusiastas de su parte, porque el pueblo sabe corresponder bien por bien, ofreciéndonos su más sincera adhesión y apoyo. Así se establece una interacción positiva entre el Partido y las masas y se reconstituye el tradicional afecto mutuo («como entre peces y agua») para la nueva era.
Una política orientada al pueblo y aplicada en su nombre, se implementará finalmente abordando una y otra cuestión concreta y práctica. Estas cuestiones se reflejan tanto en los «eventos vitales» que promueven el desarrollo socioeconómico y que benefician a la sociedad, como en los «asuntos triviales» que se relacionan estrechamente con la vida cotidiana que enfrenta la gente del pueblo. «Compartir la alegría del pueblo» significa hacer que el desarrollo fructífero favorezca a las masas; «compartir las penas del pueblo» implica solucionar las cuestiones y preocupaciones de las masas.
Cita original y referencias
El rey Xuan de Qi recibió a Mencio en el Palacio de Nieve y le preguntó: «¿Disfruta el sabio también de cosas en este palacio?». «Por supuesto», respondió Mencio. «Los que no puedan entrar a compartir tal disfrute se quejarán de sus superiores. Se equivocan al culpar a sus superiores cuando no tienen acceso al placer; pero si los superiores no hacen del placer una cosa compartida por su gente, resultan igualmente equivocados. El pueblo disfrutará de la alegría de un soberano que disfrute la suya y compartirá la preocupación del soberano que comparta la suya. No hay precedentes, que yo sepa, de que un soberano que comparta la alegría y la preocupación de su pueblo no logre someter a su reino a las poblaciones…».
Reinos Combatientes
Mencio
Mencio. Emperador Hui de Liang (Parte B)
Notas hermenéuticas
El pasaje de la cita original expone un diálogo que sostuvo Mencio con el rey Xuan de Qi. Aquello de que «el pueblo disfrutará de la alegría de un soberano que disfrute la suya y compartirá la preocupación del soberano que comparta la suya», es una idea que exterioriza un importante punto de vista del pensamiento humanista de Mencio, quien considera al pueblo como la base de todo.
La frase significa que aquel que se regocije con la alegría del pueblo verá que su gozo es compartido por el mismo, y que las masas populares consideran como suya la ansiedad de quien esté preocupado por su destino. Mencio sostiene que no existe precedente alguno de que no se logre reinar tras haber compartido con el pueblo alegrías y penas. La frase célebre encontrada en Sobre la Torre Yueyang (Yue Yang Lou Ji) de Fan Zhongyan, famoso erudito de la dinastía Song del Norte dice: «Velar antes de que nadie vele y gozar después de que todo el mundo goce», hereda y desarrolla precisamente el pensamiento de Mencio.
Como las masas constituyen la base del Estado, todo soberano que desee consolidar y pacificar al país, según Mencio, debe obtener la confianza del pueblo, seguir la voluntad popular y compartir la felicidad con sus súbditos. «Los antiguos fueron capaces de disfrutar junto con su pueblo, así que pudieron disfrutar de la verdadera alegría», y «si Su Majestad comparte su disfrute con el pueblo, será capaz de someter a todas las poblaciones a su dominio», son declaraciones de Mencio en el mismo tenor.
Compartir las alegrías con el pueblo también es un componente de su pensamiento sobre gobernar con benevolencia. Justamente basándose en ello, Mencio siempre ha exhortado a los gobernantes a que privilegien y amen al pueblo como el fundamento del Estado en el plano moral, a que eviten actos bélicos en lo militar para tranquilizarle y ayudarle, y también a que administren la economía para regular las propiedades, propiciándole fortuna y beneficios.
«Nada es más noble que la virtud de amar al pueblo; perjudicar al pueblo es el comportamiento más abyecto».
Citado en:
Nuevo comentario de Zhijiang. Está prohibido revertir la relación entre amos y sirvientes y en otros documentos.
Lectura interpretativa
Así como un hombre tiene su moral, un funcionario posee su ética. El criterio primordial de moralidad para los funcionarios públicos es amar y servir al pueblo. Los cuadros dirigentes del Partido son los sirvientes del pueblo, mientras que la población es a la que deben servir los gobernantes. Esta relación no debe ser revertida. Quien no considere al pueblo como amo y no quiera inclinarse como «sirviente», no merece una posición dirigente.
Si uno está dispuesto a convertirse en servidor del pueblo, pero en el fuero interno busca ser la señoría del lugar, tener la sensación de una alta autoridad que manda a su antojo, o incluso, en perjuicio de los intereses de las masas lo que hace es cambiar los vínculos armoniosos «entre peces y agua» por relaciones «entre aceite y agua», corrompiendo el acuerdo entre funcionario y pueblo para volverlo una interrelación de oposición y de conflictos, esa sería la violación más grave de la ética del servidor público y un acto vil, por excelencia, en detrimento del pueblo.
Para restablecer la ética del funcionario sería