Pedro J. Sáez

Emboscada en Dallas


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las manos de las grandes fortunas tenían mucho que ver con ello. Algún día, después de terminar de escribir sus memorias, dedicaría parte de su tiempo a profundizar más en el tema.

      Para aquella familia los días, semanas y meses transcurrían con total normalidad.Todos sabemos que el tiempo pasa, en ocasiones, con lentitud o con mucha rapidez. Sin apenas darse cuenta Aleksi, su pequeño había cumplido un año. La familia celebró una fiesta en Imatra, Karelia. Allí todos podrían disfrutar de la naturaleza. Aquello era una bendición para el disfrute y la relajación, como si el resto del mundo no existiera; sin embargo,Aleksi era consciente de su preocupación por el sentimiento de peligro que corría, pensamiento que también compartía su esposa Sassa. Y aunque ella trataba de que ninguna noticia influyera en el ánimo de su marido, evitó por todos los medios hablar de temas que le despertaran recuerdos del pasado. Aun así, Aleksi procuraba estar al día de lo que ocurría en Estados Unidos. Noticias como estas, que salieron a la luz a mediados de 1972, despertaron su interés:

      «El 17 de junio en el Hotel Watergate se realiza un registro ilegal de la sede del Partido Demócrata».

      «El 23 de junio Richard Nixon y H. R. Haldeman son grabados hablando acerca de utilizar a la CIA para encubrir las investigaciones del FBI sobre el escándalo Watergate».

      Fue entonces cuando Aleksi decidió seguir desde la distancia todo lo que salía del caso. Sabía incluso leer entre líneas lo que muchos no veían. Lo recogía y lo anotaba todo, visitaba constantemente la biblioteca y ojeaba todos los periódicos norteamericanos que podía. Tanto fue así que a una de las funcionarias le llamó la atención la obsesión que tenía con el tema. Para la mayoría de los mortales, y más a tanta distancia de Washington, eran noticias que pasaban casi desapercibidas, pero Aleksi sabía que aquello podría tener fuertes repercusiones políticas; de hecho, escribió diferentes notas sobre cómo comenzó aquel caso, notas extraídas de la prensa…

      «Los autores de la operación de espionaje en las oficinas del Partido Demócrata son miembros de una organización derechista. Los cinco detenidos habían estado varias veces en relación con la CIA.

      Las autoridades están buscando a cuatro hombres que alquilaron habitaciones en el Hotel Watergate de esta capital, en compañía de otros cuatro acusados para llevar a cabo en la noche del pasado sábado una operación de espionaje en la sede de las oficinas centrales del Partido Demócrata.

      Según manifestó hoy un alto oficial de la policía metropolitana, los ocho hombres están conectados con la organización llamada Ameritas. Esta ha sido descrita por otras fuentes como una organización política derechista y anticastrista, que cuenta con un número de miembros que se sitúa entre los 1200 y los 1500, y que lleva operando unos cinco años por la zona de Miami. La información no ha podido ser todavía confirmada.

      El inspector Ernest Prete, jefe de la División de Investigaciones Criminales de la Policía de Washington, se negó a identificar a los cuatro hombres que están siendo buscados. De ellos dijo que se alojaron en el Hotel Watergate durante el fin de semana comprendido entre los días 26 y 28 de mayo. Añadió que no estaba seguro de si habían utilizado nombres falsos en el registro del hotel, informando también de que dos de ellos procedían de NuevaYork, otro de Miami y el último, de Kansas City. Uno de ellos dio un nombre español.

      La investigación se está organizando a nivel nacional, bajo la dirección y coordinación del FBI.

      El Comité Nacional del Partido Demócrata ha solicitado del grupo de reelección de Nixon el pago de un millón de dólares en compensación por lo que califican como violación a sus interioridades.

      El propio Prete y otras fuentes han confirmado que cuatro de los cinco hombres detenidos por la Policía en la madrugada del domingo en las oficinas centrales del Partido Demócrata se alojaron también en el Hotel Watergate el fin de semana del 26 al 29 de mayo. Se trata de Bernard L. Barker15, Eugenio R. Martínez16, Frank Sturgis17 y Virgilio R. González18. El quinto detenido, James W. McCord Jr.19, reside en Washington.

      Se dice que los cinco habían estado varias veces en relación con la CIA. Además, se ha especulado con el hecho de que estos grupos cubanos no estarían conformes con la posibilidad de que el Comité del Partido Demócrata pudiera llegar a recomendar el reconocimiento norteamericano del régimen de Fidel Castro».

      «Nixon niega la participación de la Casa Blanca en la operación.

      El presidente Nixon negó hoy jueves que el actual Gobierno republicano esté involucrado en el intento de colocar aparatos de “espionaje” en la sede central del Partido Demócrata.

      En la primera conferencia de prensa que ha ofrecido en tres meses, el presidente norteamericano rechazó tajantemente los intentos demócratas de implicar a la Casa Blanca como responsable de que cinco individuos intentaran colocar micrófonos e intervenir el pasado sábado los teléfonos de las oficinas centrales del Partido Demócrata en Washington.

      “Mi secretario de prensa, Ziegler, ha respondido detalladamente a todas las acusaciones demócratas”, añadió Nixon, quien se negó a comentar más extensamente el tema por encontrarse este —dijo— bajo investigación del FBI»20.

      Para Aleksi, no cabía duda: aquel incidente era un espionaje político y de sabotaje llevado a cabo por hombres del presidente Nixon y dirigido desde la Casa Blanca.

      Desde luego que era para estar obsesionado, porque él conoció directamente a James W. McCord; además, sus datos sobre todo el caso del asesinato del presidente Kennedy apuntaban a que Frank Sturgis formaba parte de uno de los equipos que dispararon al presidente en Dallas. Por supuesto, el conocimiento que él tenía sobre los cinco es que todos pertenecían a la Operación 40, lo cual hacía conexionar a ese oscuro grupo de fontaneros de las cloacas del Estado con el del Watergate y, por consiguiente, con el magnicidio del presidente Kennedy. Por otra parte, hay una cosa muy curiosa y que no se puede olvidar: Nixon siempre estaba presente en todos los casos oscuros de la CIA.

      Relacionar todos estos casos y buscar las fuentes y los datos de que disponía le llevó casi todo el tiempo de ese año y del siguiente para escribir y marcar la estructura de sus memorias.Y el tiempo pasaba.

      Pero los finlandeses, muy lejos de las preocupaciones deAleksi, estaban sumidos en otro acontecimiento. En 1973, el país se estaba preparando para que se celebrase en la capital, Helsinki, la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación Europea. El presidente Urho Kekkonen, sabedor de lo que representaba ese acontecimiento para el país, movilizó a sus ciudadanos a colaborar para que aquella cita fuera todo un éxito. No en balde, Finlandia iba a ser la anfitriona, además de agasajar a casi la totalidad de países del hemisferio norte. Era el momento para que la joven república finlandesa se mostrase al mundo como un Estado maduro, seguro y fiel a la integridad territorial y el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales.

      Nadie dudaba de que aquel acontecimiento fuera a ser histórico para la República. Era como vestirse de gala, de largo, y mostrarse al resto del mundo con toda su belleza. Todos y cada uno de los finlandeses estaban unidos, apoyados por ese espíritu sisu que tantas veces les había ayudado a alcanzar el éxito.

      —Le he consultado a la directora lo de las vacaciones. Imposible, la Conferencia ha anulado todas las peticiones. No se darán a ningún funcionario ni en julio ni en agosto. Todos tenemos que estar disponibles en el trabajo.

      —Me lo temía. Hubiese sido estupendo pasar un tiempo en Karelia lejos del bullicio y el movimiento de gente; de hecho, ya lo estamos notando —dijo Sassa a su marido.

      —Pues si no queremos pasar esos días en la capital, solo tenemos dos opciones: que te marches con tu cuñada Seija y el niño a Imatra a pasar todo el verano, o que os vengáis a Turku.

      —¿Qué prefieres tú, Aleksi?

      —Pensando egoístamente, la última me parece mejor, pero tiene el inconveniente de que la movilidad para ti y el niño se va a ver muy afectada. Y el inconveniente de la primera es la separación. No es lo mismo salvar 170 kilómetros los fines de semana que 470, lo que haría que mis visitas no