Huawei ha luchado para ascender en la arena internacional. Esto es lo que diferencia a Huawei de la mayoría de las otras compañías chinas, e incluso multinacionales. Más importante que tener ideas, sin embargo, es el hecho de que, en esta organización intelectualmente curiosa, las ideas siempre pueden ponerse en acción.
No es exageración decir que el éxito de Huawei está enraizado en su filosofía de gestión. Ren Zhengfei dijo una vez: «Sin ningún antecedente o recurso especial, no podemos confiar en nadie más que en nosotros mismos; cada parte del progreso está en nuestras manos, y en la de nadie más». Continuó expresando que los sistemas y la cultura de la compañía son fuerzas poderosas, quizás el misterioso poder detrás del éxito de Huawei:
Puedo decirles exactamente lo que se necesitó para liberar el potencial de cientos de miles de personas de Huawei: nos tomó veinte años de inmersión en nuestra filosofía de gestión. Así como los átomos de uranio liberan una enorme energía nuclear bajo el bombardeo de neutrones, cada empleado de Huawei es su propio núcleo atómico que, impulsado por nuestros valores fundamentales, tiene el potencial de generar una cantidad asombrosa de fuerza.
En Huawei, la «filosofía de la gestión empresarial» es un diseño metafísico de alto nivel, la prerrogativa de Ren Zhengfei y algunos otros selectos. Son ellos quienes deben liberar sus mentes y pensar en un nivel abstracto, volviéndose filosóficos, dejando atrás el mundo de las cuestiones concretas. Deben ser expertos en contemplación, especulación y, observando las estrellas, proyectar sus mentes hacia el futuro.
Por otro lado, la «metodología» es la arquitectura y la construcción de sistemas de gestión. Este es el dominio de los gerentes de alto nivel. En este acuerdo, los líderes son los pensadores visionarios y los gerentes son los constructores, los responsables de materializar e incluso institucionalizar la filosofía de los líderes de la empresa.
Hasta ahora, Huawei ha establecido una pirámide que es tanto estable como dinámica. En la parte superior de esta pirámide están los líderes del pensamiento de la organización; en el siguiente nivel hay un grupo de estrategas de negocios y visionarios de la tecnología; el tercero lo forman cientos de directores funcionales que tienen una sólida comprensión de la estrategia y pueden unir a sus tropas, desempeñando el papel de comandantes en sus dominios específicos; más abajo hay miles de líderes tecnológicos y gerentes intermedios a cargo de las operaciones, la administración y la I+D; y en la base de la pirámide hay más de 100,000 gestores del conocimiento, la verdadera fuerza y fuente de competitividad en Huawei, impulsando su carro comercial hacia adelante.
Mirando hacia atrás, repasando sus discursos e ideas anteriores, parece que la filosofía básica de Ren Zhengfei no ha cambiado en más de dos décadas. La resumió él mismo:
¿Cuál es la fuerza que impulsa nuestro rápido crecimiento? Es una filosofía profundamente arraigada en las mentes de nuestros empleados: es la atención al cliente, la dedicación y la perseverancia. Nuestro éxito no tiene nada que ver con ningún antecedente especial, y ciertamente no es un poder sobrenatural.
Estos siempre han sido los valores fundamentales de Huawei. Con el paso del tiempo, la empresa ha enriquecido sus valores fundamentales con una filosofía de gestión caracterizada por la apertura, el compromiso y la grisura. Durante más de veinte años, Ren Zhengfei y su equipo de liderazgo han reflexionado una y otra vez sobre estos valores fundamentales y la filosofía de gestión, enriqueciéndolos para formar un sistema completo y una marca de nacimiento cultural que distingue a Huawei de otras compañías. Son los ingredientes secretos del crecimiento y éxito de Huawei.
Comprender, predicar, practicar y sacrificar
El proceso de formación de la filosofía de gestión empresarial de Ren Zhengfei se puede resumir en dos palabras: comprensión y dominio. Comprender una determinada filosofía es bastante difícil, mientras que dominarla es completamente otra cosa. El dominio requiere una reflexión constante sobre el éxito y el fracaso pasado, la lectura activa, la comunicación y el pensamiento, y sobre todo, sobrellevar los rigores del purgatorio intelectual. Por supuesto, el autocontrol es imprescindible. Los mentalmente activos y los mentalmente enfermos son similares en que sus cerebros están funcionando constantemente a toda máquina. La diferencia es que los primeros pueden manejar sus delirios mientras que los últimos no pueden contenerse.
Ren Zhengfei logró contenerse. Ha seguido pensando, pero sin sucumbir jamás a la psicosis. A medida que se implementan sus ideas filosóficas, Ren aboga por la autocrítica como una forma de optimizarlas. Cree que todo cambia, excepto el cambio en sí mismo, por lo que las ideas tienen que cambiar en consecuencia. El éxito de Huawei puede atribuirse en gran parte a su cultura de autocrítica, y toda la organización está comprometida con este aspecto de su cultura. De arriba a abajo, no hay excepciones, ni siquiera para el propio Ren.
En muchas tradiciones religiosas, el líder espiritual es responsable de difundir la buena palabra. Primero y antes que nada, sin embargo, se espera que sean maestros de su propia doctrina antes de mostrarles a otros el camino. De manera similar, Ren Zhengfei es como el líder espiritual o «predicador» de la filosofía de gestión única de Huawei y, con mucho, la más cautivadora. Sus ensayos ––como «Mi padre y mi madre» y «Primavera en el país del norte»–– se han publicado en docenas de idiomas. Cualquier discurso que dirija al personal interno ejerce una sutil influencia en sus mentalidades y prioridades. Y cada vez que se conecta con clientes, políticos y líderes empresariales, siempre les deja una profunda impresión de la empresa.
Ren Zhengfei está en contra de manejar el negocio con eslóganes sin sentido, prefiriendo dirigir a su equipo con un sistema de valores. Dentro de Huawei, los valores centrales se refuerzan ampliamente en la capacitación de nuevos empleados y directivos, durante las sesiones de e-learning, los retiros y las reuniones de negocios. Como resultado, cada miembro de un equipo de más de 100,000 personas, a pesar de las diferencias en antecedentes y personalidad, tiene el mismo conjunto de valores centrales que pulsan por sus venas. Tal difusión amplia y visceral de ideas es prácticamente desconocida.
Cuando se trata de difundir el mensaje, Huawei no es una iglesia, un salón filosófico o una escuela de negocios que se detiene en la enseñanza de ideas. Su filosofía empresarial debe estar arraigada, debe echar raíces y debe dar sus frutos. La aplicación de la filosofía a las operaciones comerciales reales requiere un esfuerzo minucioso.
En Huawei, la doctrina filosófica y la acción práctica se complementan. Por ejemplo, la compañía defiende la perseverancia y la dedicación como valores fundamentales, y ha adoptado medidas para garantizar su manifestación. Estas medidas incluyen paquetes de compensación que están muy por encima de los estándares de la industria, así como otros incentivos monetarios, como el esquema de otorgamiento de acciones de Huawei, en el cual los empleados se benefician directamente del crecimiento de la compañía. También incluyen más incentivos centrados en las oportunidades, como reservar promociones para empleados dedicados (literalmente: aquellos que siguen peleando, que no retroceden ante la lucha) y aquellos que hacen las mayores contribuciones.
El progreso gradual también es un distintivo de la filosofía de gestión de Huawei. Ren ha subrayado en múltiples ocasiones que el conservadurismo es algo bueno y que las organizaciones no deberían estar constantemente a la expectativa de la transformación e innovación disruptiva. Para asegurar un crecimiento estable, una organización debe apegarse a lo que ha demostrado ser efectivo. Si bien puede ser menos eficiente, los costos que tiene la estabilidad también son menores. Ren cree que las empresas que innovan sin propósito persiguen el viento y es probable que colapsen en cualquier momento.
La filosofía de gestión de Huawei también enfatiza el enfoque, lo que la compañía llama «fortaleza frente a la soledad». Estos son tiempos caprichosos, y mantener el rumbo sin distracciones es una tarea enormemente difícil, especialmente en un entorno que de repente está lleno de oportunidades nuevas y tentadoras. Huawei ha codificado una serie de restricciones en su estatuto de empresa para controlar la impulsividad entre los tomadores de decisiones, y así promover un enfoque inquebrantable en el negocio principal de la compañía.
Los mecanismos de operación, incluidos los incentivos, los procedimientos de toma de decisiones,